Luis Alberto de Cuenca, en Madrid
Luis Alberto de Cuenca, en Madrid - ignacio gil

De Cuenca: «La poesía era la cenicienta, pero se lee mucho más de lo que parece»

El autor galardonado con el premio Nacional opina que «los libros son espejos donde se aprende lo venimos a hacer al mundo»

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Afirma el poeta Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950) que vive en los libros, Entre muchos de ellos, en su despacho del CSIC recibió a última hora de la mañana de ayer la noticia de que ha ganado el premio Nacional de Poesía con su libro «Cuaderno de Vacaciones» (Visor, 2014). Poco después, llegada la hora de comer, y ante la insistencia del teléfono en saturarle los oídos con sus timbrazos, bajó a una terraza a comer con su mujer, Alicia.

Allí sentado, siempre cortés y entusiasta a pesar de que no le dejábamos comer, Luis Alberto de Cuenca atendió a ABC, bajo la amabilidad otoñal del sol de Apolo. Vive en los libros y respira los mitos, pero sin impostura.

«En los libros otras personas me cuentan otras vidas. Claro que me interesa el objeto, el papel y la encuadernación, pero lo importante es sentir los afectos de aquellos de cuya vida se da testimonio en los libros».

-¿Los libros son vida para usted?

-Los libros son espejos donde se aprende lo que hemos venido a hacer a este mundo, aunque sea más bien poco…

-En los colegios de España no es que se cuide la lectura como la base, según se reivindican muchos expertos

-Es un error que hayamos inundado las aulas con tabletas y ordenadores y le demos la espalda a los libros. No lo perdamos de vista. Es algo que les digo incluso a los más modernos pedagogos. Internet es muy importante, por supuesto, yo la uso, pero el contacto con las bibliotecas, con los libros, como un paisaje cercano, desde niños, es fundamental porque en los libros está la sabiduría humana de verdad, con toda su profundidad. Desde Alejandría, aquella quimera que fue la primera biblioteca que trataba de reunir todo lo que los hombres conocían.

Sobre el libro premiado, «Cuaderno de vacaciones», Luis Alberto de Cuenca, nos comenta que «me resulta entrañable porque es el libro que yo escribo en verano, cuando estoy de vacaciones con mi mujer, cuando estoy relajado, tranquilo y puedo poner en orden todas las ideas poéticas que se me ocurren a lo largo del año. Se corresponde a los poemas escritos en los veranos de 2009 a 2012. Así que en los últimos años ya tengo poemas nuevos». Pronto los veremos publicados

El jurado del galardón, dotado con 20.000 euros y concedido por el Ministerio de Cultura, considera que ese poemario «constituye una de las aportaciones poéticas de mayor motivación existencial y simbólica en la historia de la lírica reciente en España. La excelencia de su estilo, unida a la voz de la autenticidad en el espacio literario, convierten los poemas de este libro en una progresión cuya fuerza emocional roza lo sublime, logrando una poética que vincula mitos y orígenes, conocimiento y escritura, devenir vital e imaginario, junto a las fuentes creativas que dan cauce a la modernidad».

Luis Alberto de Cuenca valora el premio de una manera personal: «En estos casos, con una carrera tan dilatada como la mía, lo que valora el jurado fundamentalmente es un autor, una trayectoria, más que una obra. Permite que crea eso. Soy un autor que no tenía el premio Nacional y tal vez ello sumaba otro argumento para merecerlo este año. Evidentemente, «Cuaderno de vacaciones» es uno de mis mejores libros, pero cualquier otro de mis libros podría habérselo llevado también».

Para el autor galardonado, «la poesía española está muy bien ahora, soy optimista y creo que se dan muchísimas maneras de entenderla. Con tal de que haya calidad, a mí me da igual en qué escuela milite cada poeta».

-¿Y qué opina del fenómeno de jóvenes poetas surgidos de las redes que baten récords de tirada?

-¿Te refieres a Marwan?

-Sí

-Me parece interesante, pero creo que es otra cosa. Siempre he dicho que las letras de canciones que yo he escrito, algunas muy famosas, como sabes, son otra cosa que mis poemas. Creo que este fenómeno es también otra cosa. Desde luego puede ayudar a la poesía, pero es un fenómeno diferenciado.

-Llama la atención su éxito en las redes y cómo llevan a las librerías a públicos que no habrían ido si no fuera por sus libros.

-Eso está muy bien. La poesía siempre era la cenicienta de los géneros literarios. No porque no se leyera, que yo creo que se lee mucha más poesía de lo que se dice, sino porque no es un terreno crematístico. Ojalá con esto empiece a serlo.

-¿Qué terreno tiene hoy la poesía?

-El mismo que siempre. No creo que esté fuera de nuestro tiempo, en nuestro asendereado siglo XXI. Tiene el mismo lugar que tuvo siempre. Está menos incardinada popularmente, pero existirá mientras haya un ser humano.

-¿Por qué menos popular ahora?

-En Roma, por ejemplo, formaba parte del mensaje político, como es Virgilio con respecto a Augusto.El hermanamiento de la sociedad civil y la poesía tenía mucho que ver con esa función cívica propugnada por las clases dirigentes. Ahora las redes sociales nos hablan de una nueva presencia social.

-¡Pero usted no tiene Twitter!

-No, pero a veces me asomo a ver qué dicen de mí. Y veo que mis poemas circulan por las redes continuamente, ni siquiera tienes que comprar mis libros para leerlos. Espero que no me hagan mucho caso en esto. Esta casi todo colgado en Internet y es muy difícil poner límite a eso. Se lee mucha poesía. Está accesible.

-Un tuit puede ser verso, como un haiku.

-Sí, claro, no recuerdo cuantos caracteres son, pero recuerdo perfectamente cuántas sílabas tiene un haiku.

-En nuestro mundo la poesía también late con aliento crítico, ¿no?

-Claro, aunque no sea social, en la poesía siempre hay una mirada crítica con respecto a la realidad, desde el individuo, desde el yo ficcionalizado que escribe el poema.

-Un buen motivo para leer poesía…

-Claro. Insisto en que la red está plagada de poetas y de poemas. No corre ningún riesgo de extinguirse.

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