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Barei representó a España en Eurovisión 2016 con la canción «Say Yay!» - ABC

EurovisiónBarei: «Amenacé a TVE con no ir a Eurovisión»

La última representante de España en el festival lamenta que no hubiera más comunicación entre su equipo artístico y la cadena organizadora a la hora de preparar su escenografía. Sobre Federico Llano, el jefe de la delegación española, señala: «El roce hace el cariño, pero también a veces satura. Creo que es bueno que en Eurovisión haya savia nueva»

MADRID Actualizado: Guardar
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Eurovisión todavía no es pasado para Barei. Nuestra última representante en el festival, que quedó en el puesto 22 en la gran final de este año, prepara con cariño el concierto que este viernes ofrecerá en la sala Shoko de Madrid. Será su reencuentro con el gran público tras su experiencia eurovisiva y en el repertorio, claro está, no podrá faltar "Say Yay!", el tema que le permitió cantar el pasado 14 de mayo ante más de doscientos millones de espectadores. Además, y aprovechándose del tirón del certamen, viajará mucho este verano por Europa y ya está empezando a componer temas para su prometedor tercer disco. Pero antes de hacer las maletas y subirse de nuevo a los escenarios, Barei visita la casa de ABC para, sin pelos en la lengua, cerrar algunas de las cuestiones que todavía permanecen abiertas tras su paso por el concurso: los motivos por los que tuvo que renunciar a una escenografía más elaborada, el ultimátum que le dio a TVE y hasta sobre el «recado» final que le dejó el director de la RAE por haber sido la primera artista en representar a España con un tema en inglés en Eurovisión.

- Un mes después del festival, ¿cómo te encuentras ahora? ¿Más motivada y enérgica que justo después de conocer el resultado?

- Estoy todavía cansada porque fue mucho trabajo desde febrero hasta la gran final, pero feliz porque Eurovisión me ha dado muchas cosas buenas. Sobre todo porque antes no existía para la mayoría de la gente y ahora todo el mundo me puede ver y decidir si quiere escuchar mi música o no. Además, desde aquella noche tengo más confianza en mí porque vi todo lo que pudimos provocar sobre ese escenario mis cinco chicas y yo. Y, si eso sucedió una vez, puede volver a pasar.

- Los periodistas que nos encontrábamos en Estocolmo te vimos muy apesadumbrada y triste tras la actuación. Y tú sólo querías, y así lo reclamaste, «silencio» después de la experiencia eurovisiva. Sin embargo, desde entonces no hemos dejado de verte en platós de televisión, en eventos y preparando conciertos como el de este viernes. ¿Has superado anímicamente ese momento de decepción?

- Temía que el puesto 22 pudiera pesar mucho y no ha pesado prácticamente nada. Esa noche estaba triste, avergonzada y pedí perdón porque pensaba que la gente esperaba una buena posición con mi candidatura. Dormí bastante mal y al día siguiente, en el aeropuerto, seguía triste. Pero allí vi que toda la gente me felicitaba y, en vez de decirme «lo siento», me daba la enhorabuena. Valoraron muchísimo la actuación y cómo el Globe Arena se vino abajo. Vieron que el trabajo se había hecho bien y eso, para mí, es lo más importante.

- ¿Qué crees que falló o qué faltó para conseguir una mejor posición?

- Había muchos países y muy buenas propuestas. Siempre dije que no iba a echar balones fuera ni iba a rebajar mi grado de responsabilidad, pero mi sensación hubiera sido distinta si se hubiera visto otra escenografía.

- Hablando sobre la escenografía, días después de tu actuación se publicó en eurovision-spain.com un boceto en el que había trabajado tu equipo artístico. Y lo que se aprecia en ese «storyboard» no tiene nada que ver con lo que se vio finalmente sobre el escenario. ¿A qué se debe?

- Hay incluso muchos «storyboards» posteriores que nadie ha visto y no tienen casi nada que ver con el primero que se ha publicado. Fue una idea inicial.

- ¿Y los vamos a ver? ¿Sabremos algún día qué era lo que Barei quería en Eurovisión?

- No creo, porque no me gusta meter cizaña ni remover cosas del pasado. Pero yo sí lo sé, yo tengo esos documentos.

- ¿Cuál es el eslabón en la cadena que ha impedido que lo que hubiera en esos trabajos no se viera finalmente?

- Me encantaría saberlo, pero no lo sé. Aunque puedo decir que he tenido mucha libertad a la hora de preparar mi candidatura, como lo referente al idioma de la canción, también me ha faltado una comunicación más fluida entre el equipo artístico y la cadena organizadora.

- Pero de eso se tendría que encargar TVE, ¿no?

- Por eso digo que los intermediarios, a veces, tendrían que actuar de otra manera. Es cierto que yo dije que mi equipo consiguió el contacto directo con los suecos tras mucho pedirlo, pero la realidad es que nunca llegó una respuesta por parte de esa dirección de correo electrónico que nos facilitaron. Y luego veo que se filtra ese «storyboard» inicial y yo me pregunto... ¿dónde están los demás? Porque si la televisión sueca ha dado ese documento y no los otros, ¿es porque sólo llegó ése? Hicimos muchos más después.

'Quería algo minimalista pero especial, y al final se ha quedado en una actuación muy de directo'

- ¿Qué cosas faltaron de lo que teníais pensado?

- Ha habido muchos cambios porque varias ideas nos decían que eran irrealizables. Queríamos llevar objetos retroluminados, cajas de luz, unas escaleras... Pero las escaleras, por ejemplo, no podían estar y derivaron en triángulos. Y los triángulos tampoco se podían llevar y derivaron en peldaños. Y eso ya no nos servía para lo que queríamos hacer. Yo tenía en mente una cosa muy minimalista pero muy especial, y al final se ha quedado en una actuación muy de directo.

- ¿Pero porque no había dinero para financiarlo?

- No lo sé, a veces te decían que en Suecia habían dicho que no. Pero allí nunca me dijeron directamente «no» a algo. Nunca sabes la información que está llegando y la que está volviendo.

- En la primera entrevista que diste después de Eurovisión, comentaste: «En otro países no se ponen tantas trabas así de primeras. Se parte del 'no' y se tiene que convencer». Yo leo esto y no percibo una buena conexión entre el representante y TVE...

- Más que falta de conexión, habría que establecer previamente unos límites. Que el cantante sepa qué se puede hacer y qué no por presupuesto, por cuestiones técnicas... Ya no sé qué otras limitaciones tiene TVE como ente público, pero si se sabe que sólo se puede utilizar el escenario en sí, que se lo digan al artista. Porque si te dejan volar y cada vez que vuelas te cortan un ala... (silencio) Al final las ideas se diluyen, se dispersan y así cuesta mucho preparar una actuación. Pero no puedo culpabilizar a nadie en concreto.

- Pero llegaste a amenazar con no ir a Eurovisión...

- Sí, estando de promoción en Riga. Allí me enteré de que no tendría ni escalera, ni triángulos, ni pantalla... Y mientras tanto, los suecos trabajaban con el boceto que enviamos en marzo. Pero ese documento era muy simple, lo demás lo fuimos enviando minuciosamente: minutado, cortes, planos... Hasta un informe de sesenta páginas con información exacta de lo que queríamos. Pero en Riga todo eran «noes» y dije: 'Por lo menos, dejad que me caiga. Que capte votos de alguna manera'. No era sólo un truco, porque también la canción iba de ese intento de superación y la caída lo reflejaba muy bien, pero quería llamar la atención así. Y al principio, parecía que eso tampoco se iba a poder hacer. Así que me planté y dije que no iba. «No podéis en esto, que es un programa de televisión, no dejarme hacer nada».

- Eso, ¿a quién se lo decías? ¿A TVE?

- Claro. Y al final me dijeron que sí, fue lo único que conseguí en cuanto a la escenografía.

- ¿Crees que TVE quiere ganar Eurovisión? O mejor dicho, ¿crees que hace todo lo posible?

- TVE, sí. Pero, a veces, el intermediario es muy importante.

- ¿Y el intermediario quién es?

- Pues el único que habla con ellos es Federico Llano (jefe de delegación de TVE). Yo sí creo que él hace todo lo posible por ganar. Sería absurdo participar en un concurso donde no quieres dar lo mejor de ti. Pero yo no sé las limitaciones que tiene ese intermedario, aunque creo que la comunicación puede ser más fluida.

- Pero es sorprendente que muchos de los últimos representantes también hayan criticado el papel de TVE y los problemas a los que se enfrentaron. Hablo de Ramón (2004), Soraya (2009), Ruth Loreno (2014)... Demasiados ejemplos para ser una mera coincidencia

- (silencio) Sí, es sorprendente. Pero lo achaco a la falta de comunicación y a querer controlar aquello a lo que uno no se dedica. Lo creativo que lo controle la gente creativa, lo administrativo que lo dirijan los administradores...

«He tenido más relación con Federico Llano y el roce hace el cariño, pero también a veces satura»

- Hubo una campaña muy fuerte en las redes sociales contra Federico Llano y Toñi Prieto como máximos responsables de TVE sobre Eurovisión tras tu discreto puesto y las filtraciones que se conocieron después...

- Adoro a Toñi.

- Pero a Federico Llano no lo has apoyado públicamente tanto...

- He tenido más relación con Fede y el roce hace el cariño, pero también a veces satura. Lo bueno y lo malo lo he vivido con él. Hay gente con la que te entiendes mejor y la comunicación es más fluida y otra con la que no. Yo no sé, repito, qué limitaciones tiene él como trabajador de TVE. Él es la cara visible.

- ¿Y Federico Llano es la persona idónea para ser el jefe de delegación?

- Yo creo que es importante que haya gente joven y es buena la savia nueva. Francia es un ejemplo este año: ha cambiado de jefe de delegación y le ha ido muy bien. No creo que su éxito se reduzca a meramente eso, pero la comunicación de su nuevo responsable con otros países es muy fluida, lo hace todo más fácil... Hay que tener don de gentes.

- ¿Y Federico no lo tiene?

- A lo mejor para ese trabajo concreto, no. La mayoría de los jefes de delegación son muy jóvenes y Federico no lo es tanto. Igual tiene otra visión del festival más relacionada con lo que era antes o transmite las cosas de manera diferente.

- Entre la rumorología se comenta que hubo una discusión entre tu productor y pareja, Rubén Villanueva, y Federico en la «green room» poco antes de terminar la gala. ¿Qué hay de verdad en eso?

- (Ríe) Rubén simplemente le dijo que me dejara llorar. Es muy invasivo el no haber ni terminado las votaciones y tener que irte con toda tu pena y tu tristeza. Cuando tienes a tu lado una persona que te quiere y que te ve que estás sufriendo, obviamente lo que le sale es decir 'Oye, déjala. Vamos a tener un poco de empatía. No te pasa nada por esperar cinco minutos'. Se puso serio, pero tampoco fue una discusión.

«Yo no tengo nada en contra de la RAE. Ellos en contra de mí, sí»

- Dijiste que estarías encantada de dar consejos a futuros representantes de España en Eurovisión. ¿Cuáles serían esos consejos?

- Que se aseguren al cien por cien de que tienen «feedback» directo con el equipo artístico del país organizador. Es el principal consejo que puedo dar.

- El director de la RAE, molesto, dijo tras tu actuación que cantaste en inglés «y de aquella manera». ¿Cuál es la respuesta de Barei?

- Que me parece lícito. Yo no tengo nada en contra de la RAE, aunque ellos en contra de mí, sí. Yo hago música, arte, y el arte es subjetivo. Por tanto, entiendo que haya cosas que no les gusten. No pasa nada, que no compren mi disco ni vayan a mis conciertos. Otros lo harán.

- ¿Cómo vislumbras tu futuro tras tu paso por Eurovisión?

- Muy intenso, porque el festival te da esa visibilidad que ahora quiero aprovechar, y me veo viajando mucho porque voy a estar en muchos países europeos. Me gustaría el año que viene, eso sí, tener más conciertos con una banda como el que voy a dar este viernes en la sala Shoko de Madrid porque me gusta vender lo mismo que se puede escuchar en mi disco. Y ya estoy componiendo para un tercer álbum.

- ¿Y te vamos a ver creando una canción para Brequette de cara a Eurovisión 2017?

- ¡No lo sé, pero puede ser! Ya sabe que Rubén y yo estamos encantados de componer para ella.

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