ARTE
La pintura sensual de Esteban Vicente
La galería Guillermo de Osma, de Madrid, acoge una muestra que recorre la trayectoria del artista segoviano
Tras su presentación en Barcelona, en la galería Marc Domènech, llega a Madrid, a Guillermo de Osma , esta exposición de Esteban Vicente (1903-2001) producida por ambas firmas.
Nacido en Turégano (Segovia), Vicente vive desde niño en Madrid, donde su familia se traslada en 1904. Estudia Bellas Artes en la Real Academia de San Fernando, y después vive en el clima cultural y artístico de la Generación del 27. Al estallar la Guerra Civil se traslada a EE.UU., donde transcurrirá el resto de su vida y alcanzará un gran reconocimiento. Su obra se encuadra en el ambiente del Expresionismo Abstracto , aunque él se declaró en todo momento opuesto a integrarse en cualquier movimiento. Valoraba su independencia e individualidad: «Yo les digo a mis amigos que soy anarquista».
Su primera muestra en España tras la guerra tuvo lugar en Madrid en 1987. Siguieron numerosas exposiciones y un proceso continuo de recuperación de su figura. En abril de 1998 se inaugura en Segovia el Museo que lleva su nombre , al que donó 148 obras, base de su colección permanente.
En Madrid, la muestra reúne 21: 4 collages , 12 pinturas y 5 dibujos, cuyas fechas van de 1931 a 1998. Son obras de gran calidad, especialmente los lienzos y collages, que permiten apreciar en síntesis los rasgos decisivos de su trayectoria artística: desde sus inicios figurativos en los años treinta a la inmersión en la abstración en los años americanos , en lo que él mismo consideraba su visión interior.
Aunque estudió escultura en Bellas Artes, de ahí decidió pasar a la pintura. Un paso, como le dijo a Barbara Rose en 1998, que supuso pasar de la forma al color: «Yo conozco la forma, por algo fui escultor al principio, y sé dibujar la forma. De modo que fue el color lo que entonces tuve que plantearme. Y me entusiasmó». Y a esto agregaba que, para él, siempre, «el color significa luz» .
Esteban Vicente: la pintura como luz y color . Pero entendiendo esa síntesis de forma austera, «pobre en recursos», renunciando al lujo. Para así alcanzar un registro sensual, en comparación con lo que nos da la música. Según escribió en 1964: «La realidad de la pintura es en definitiva sensual. Es necesario reconocer su materialidad a fin de encontrar la idea, la imagen». El realce interior de los sentidos a través de la luz y el color.
