ARTE

Españoles por el mundo

El programa de arte público de la feria de Basel contará con agentes españoles. También los habrá en la dirección de Manifesta y la Bienal de Sao Paolo. ¿Estamos al alza?

Arte urbano en la feria de Basel
Javier Díaz-Guardiola

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Nadie duda de que buenas líneas sobre el mercado del arte contemporáneo se escriben en la feria de Basel , que en breve celebrará una nueva edición. Hace ya años que esta cita apoya la puesta en marcha de un programa de arte público en sus inmediaciones. Este, comisariado el año pasado por la gallega Chus Martínez , ha sido encargado en 2018 a la oficina Creative Time. Su propuesta, que oferta sus contenidos desde la próxima semana, contará con la firma de Elvira Dyangani Ose .

Lo que esta comisaria «española, de origen guineano» (como a ella le gusta definirse), propondrá en la explanada que une el edificio de la feria y el de las propuestas de Art Unlimited es «poner en el punto de mira la cotidianidad de Basel, lo que sucede antes y después de sus citas»: «Aprovechando un vacío arquitectónico, esta plaza, una frontera permeable entre la feria y el día a día de la ciudad, analizaremos aquello que nos define como urbe en función del uso que hacemos de sus espacios y de cómo nos posicionamos en ellos».

Una nómina curiosa

Para ilustrar su tesis, Dyangani ha seleccionado al colectivo Recetas Urbanas , del arquitecto Santiago Cirugeda , a Lara Almarcegui y a la dominicana Isabel Lewis. Quizás lo que más sorprenda de esta nómina es que tanto su gestora como dos tercios de la misma son españoles, algo no muy habitual cuando de grandes citas internacionales se trata.

Pero no es la única. El 16 de junio, Manifesta, la bienal nómada europea, se inaugurará en Palermo . Esta cita tiene la particularidad de celebrar cada edición en una ciudad distinta del Viejo Continente (en nuestro país fueron sede San Sebastián y Cartagena). En 2018 se reactualiza apostando por cuatro comisarios que, además, provienen de distintas áreas. Entre ellos -junto a Ippolito Pestellini, Bregtje van der Haak y Mirjam Varadinis- se sitúa el madrileño Andrés Jaque .

Manifesta tiene lugar en Palermo del 16 de junio al 4 de noviembre

«Pertenezco a una generación -explica este arquitecto- que apuesta por lo transnacional. Sin abandonar una escala local que nos es próxima, nuestra labor ha de buscar cómo tu background se conecta con lo global. Somos una oficina con sede en Madrid y Nueva York, con proyectos en todo el mundo . No se nos elige porque exportamos una peculiaridad madrileña, sino porque los temas de nuestro tiempo no se dan en una única localización y somos capaces de darles soluciones en cualquier contexto».

Modesto desafío

También nació en España, aunque su currículum se ha labrado en el ámbito anglosajón, el coruñés Gabriel Pérez-Barreiro , comisario general de la 33 edición de la Bienal de Sao Paulo , la de más peso en el calendario internacional tras Venecia: «Es un desafío muy grande que asumo con modestia». Y esa modestia es la que le ha llevado a «realizar un ajuste» en su labor como responsable de la cita, invitando a siete artistas para que «a través de siete exposiciones autónomas, se cuestione un modelo de selección y se diversifique la experiencia de visitar la bienal».

Entre las «manos derechas» de Barreiro (con nombres tan imponentes como los de Waltercio Caldas o Clauda Fontes) se cuela otro madrileño: el pintor Antonio Ballester Moreno : «Algo estamos haciendo mal para que nuestros artistas y comisarios no tengan visibilidad en el extranjero. Posiblemente el problema es de base: no tenemos buenas escuelas y universidades. La de artista es una profesión, no una actividad basada en una inspiración. La creatividad es algo que tenemos todos. Pero si no eres profesional, no puedes luchar en igualdad de condiciones», explica.

En esta responsabilidad en cadena que supone el comisariado de Sao Paulo (es lo que nos espera en septiembre), Ballester Moreno convocará a otros artistas, y entre ellos, algunos compatriotas, como Benjamín Palencia y Alberto Sánchez , o el mediador Rafael Sánchez-Mateos Paniagua . Por su parte, Dyangani se acuerda ahora de Cirugeda porque ya habían trabajado juntos y porque le prepara retrospectiva para la Seoane en verano. Una cosa deja esto al descubierto, que verbaliza Ballester Moreno: «Si no se conocen los contextos, imposible que los artistas de una realidad determinada salten a la palestra. Por tanto, también es un problema de difusión, de políticas culturales erráticas», sentencia.

Ahora bien, ¿cómo se activan los contextos? Esa pregunta se la hace Dyangani Ose: «Durante toda mi carrera, mi labor se ha basado en traer a la luz, al marco institucional, a voces que no están en él presentes pero que desafían los cánones. Y mi intención con una u otra elección no es reactivar una escena, pero lo haces indirectamente por tu papel. Hay tantas escenas como artistas . Por ejemplo, Lara Almarcegui es española, pero lleva años viviendo en Holanda. ¿Qué escena es la que trae consigo cuando participa en un proyecto como Basilea?». Lo mismo piensa Pérez-Barreiro de Alejandro Corujeira , presente en su bienal: él es un artista argentino que desarrolla su trabajo en Madrid: ¿De dónde es este pintor?

Una de las obras de Antonio Ballester Moreno para la Bienal de Sao Paulo

Hablamos de visibilidad, pero quizás las grandes citas internacionales no son situaciones del todo ideales para los creadores. Así lo considera la propia Almarcegui, que para el proyecto de Basel prepara una guía de canteras de grava abandonadas de la región y una instalación con material extraído de una de ellas aún en activo: «Reconozco que entrar en el Pabellón Español en Venecia me dio visibilidad. Pero este tipo de citas son situaciones en las que el público va acelerado. Yo trabajo más a gusto en un centro de arte local, en una escala local. Al final, la clave no es quién te otorga visibilidad sino quién te ayuda a producir» . Su compañero, Santiago Cirugeda, que «reactiva» en Suiza una instalación que se pensó originariamente para Sevilla, le sigue en el razonamiento: «Nosotros ya le dijimos que no antes a Basel. No hay que obsesionarse con estas cosas. Acudimos a aquellas convocatorias en las que nos sentimos como en una fiesta: las que nos divierten y en las que podemos charlar. Por eso a veces nos interesan los foros del arte y a veces no. El arte disculpa muchas cosas, como que ahora podamos ocupar una plaza porque nos lo permite una feria. Esas fisuras son las que intentamos aprovechar en beneficio de los demás».

Optimista se muestra también Pérez-Barreiro: «Ahora hay mucha más visibilidad en el circuito del arte de los agentes españoles. España ha pasado a ser muy importante como área que analiza la creación latinoamericana. Eso indirectamente también ayuda a visibilizar a sus creadores. Ahora más que nunca viven allí muchos artistas latinos, coleccionistas , lo que generará una convivencia más natural que en breve dará resultados. Hasta hace poco, el español era un circuito cerrado. La crisis fomentó su apertura. Las dependencias han cambiado».

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