Vídeo de David Claerbout de la colectiva «Convergencias»
Vídeo de David Claerbout de la colectiva «Convergencias»
EXPOSICIÓN

El arte de apropiarse de una galería

La galería itinerante de Efraín Bernal vuelve a hacer acto de presencia en Madrid con la colectiva «Convergencias»

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Hubo unos años, antes de la crisis, en que nuestras galerías más potentes aspiraron a funcionar como auténticos centros de producción artística, construyendo salas, programaciones y muestras que por momentos se perfilaban como más propias del espacio institucional que del modesto negocio privado que históricamente ha caracterizado al sector en nuestro país.

Tras 2008, la respuesta al modelo clásico galerístico giró 180º, tocándonos asistir a una eclosión de propuestas que experimentaban variantes al mismo. La mayoría se caracterizó por la mezcla entre lo establecido con señas propias de la escena alternativa, tanto en lo que se refiere a nuevos circuitos artísticos (cómic, street art, dibujo, arte emergente), como a formatos expositivos: showrooms, pop-ups, espacios domésticos, industriales, los propios estudios, galerías nómadas…

Todo normal

Y a pesar de que el cacareado fracaso de modelo nunca ha dejado de comentarse (el factor más destacado ahora es la práctica desaparición del público visitante de galerías), al cabo de los años todo ha vuelto a «la normalidad», siguiendo más o menos igual que antes; lo que demuestra no se sabe si una falta de capacidad de reacción e imaginación del sector, o que, en el fondo, la cosa no está tan mal como comentan…

Lo cierto es que de toda aquella efervescencia post-crisis no quedan más que un puñado de ejemplos, entre los que destaca esta galería itinerante que Efraín Bernal hace aparecer periódicamente con un proyecto diferente en un espacio inesperado, adaptándose a cierta lógica propia que no exige permanencia, ni siquiera continuidad. Sacando la máxima rentabilidad del calendario (ahora, se aprovecha de la concentración que provoca ARCO), adaptándose a los locales disponibles, y en función de realidades evaluadas para cada ocasión, consigue llevar a cabo una programación tan ambiciosa como sugerente. Entre otros motivos, porque cada cita puede ser pensada y producida con una calma impensable en el ritmo acelerado de la galería.

Es algo que una vez más se nota en esta nueva propuesta, donde se toma la apropiación de imágenes como hilván conceptual. La tesis, cierto es, organiza sin dar consistencia, quedando al cabo un poco como título que sirve para todo y nada (en el caso de Abramovic es absolutamente circunstancial). Pero sólo por ver las magníficas piezas audiovisuales de David Claerbout y Óscar Muñoz, por cierto, magníficamente tratadas en el montaje; o un clásico raro y difícil de encontrar por aquí, como Richard Prince; pero sobre todo, por los maravillosos dibujos de José Antonio Suárez Londoño, a partir de fotografías de Francesca Woodman, ya merecía la pena perseguir un poco a esta galería, que en pocas semanas volverá a desaparecer.

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