Portada del primer número gratuito de «NME»
Portada del primer número gratuito de «NME» - l. v.
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«NME», el semanario clásico del rock inglés, gratis para intentar sobrevivir

Su difusión de pago había caído a 15.000 ejemplares y ahora tira 300.000 y quintuplica sus anuncios

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En la era de la música gratis, con servicios como Spotify, la prensa musical comienza a ir detrás. New Musical Express (NME), el semanario clásico del rock inglés, fundado en marzo de 1952, tira la toalla en los quioscos, donde se vendía por 2,5 libras (3,4 euros). Desde esta semana se distribuye gratis en las bocas del metro, estaciones de tren, universidades y algunos centros comerciales, con una tirada de 300.00 ejemplares por toda Gran Bretaña. La publicación, que fue bandera del punk a finales de los setenta y del Brit Pop en los noventa, llegó a vender 250.000 copias por semana en sus días de oro setenteros, pero ahora su circulación en papel había caído a 15.000.

Con la nueva estrategia, la revista asegura que ha conseguido sus mayores ingresos publicitarios en quince años y que ha quintuplicado los anuncios respecto al número de pago de hace un año. La compañía calcula que en la actualidad, sumando web, papel y redes sociales, llega a 3,9 millones de personas.

Un cambio de filosofía

El paso a la gratuidad ha venido de la mano de un cambio evidente de filosofía, más comercial. La apuesta por el rock indie guitarrero parece quedar atrás. La primera portada de la nueva era se la lleva la popular Rihanna, a quien la dirección de la revista califica de «elección obvia, porque es un icono individualista que encaja con el espíritu del nuevo NME». Pero muchos puristas expresan su enojo en las redes sociales. Mike Williams, el director, asegura que «la música seguirá siendo el corazón de la marca», aunque acto seguido añade que «también habrá cine, moda, televisión, política, juegos y tecnología». De hecho la revista, propiedad de la editora Time Inc., pasa a definirse como «music / film / style magazine».

La publicación, que fue bandera del punk y del Brit Pop, llegó a vender 250.000 copias

En realidad, la revista estaba pagando con su caída de ventas el cambio cultural de la sociedad. El rock ya no copa la atención de los jóvenes, se ha convertido en un interés secundario. Además, la música gratuita en streaming o vía YouTube hace que el público pueda acceder a ella directamente, sin necesidad de la intermediación del crítico que recomienda y orienta la compra. NME, que fue la primera revista musical británica con un ránking de lo más vendido, ejerció durante años como la biblia que descubría al enésimo grupo que iba a asombrar a las Islas y fijaba lo in y lo out. Pero actualmente sus apuestas habituales de portada, con bandas como Libertines o Arctic Monkeys, suscitan un interés muy limitado respecto a los grandes grupos de cuando el rock marcaba el signo de los tiempos.

El otro servicio que aportaba NME, que era informar de los próximos conciertos, lo suple internet, con webs especializadas como Bandsintown o Songkick.

La versión gratuita de la revista es de tamaño pequeño, con 74 páginas y artículos con muy poco texto, carentes de profundidad. Por el contrario, en los años setentam NME se distinguió por sumarse al llamado periodismo «gonzo», con llamativas crónicas vivenciales en los que los periodistas contaban el mundo musical en primera persona y eran seguidos expresamente.

Alcanfor en las portadas

De las revistas musicales británicas de pago solo está ganando audiencia Rock Sound. Las otras que se mantienen, como Mojo o Uncut, apuestan sistemáticamente por el alcanfor en sus portadas, casi siempre con los baqueteados y canosos héroes de los 60 y 70 (Beatles, Who, Dylan, Neil Young…). Los eligen sabedores de que los compradores son ya cincuentones y sesentones, personas que se criaron en el rock y gustan todavía de papel.

No solo la prensa musical ha girado en Londres al gratis total. También lo hizo el periódico vespertino Evening Standardy en el verano de 2012 la revista de ocio urbano Time Out. Casi siempre el giro a la gratuidad se ha visto acompañado de una merma de la calidad. Pero a veces no te salva ni el no cobrar. El año pasado cerró la revista musical gratuita The Fly y el anterior cayó Stool Pigeon.

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