«Performance» del proyecto «Gutenberg Discontinuity»
«Performance» del proyecto «Gutenberg Discontinuity» - S. L.
«Darán que hablar»

Solimán López: «La duplicidad que lo digital propone nos atrae como el gato que se mira en el espejo»

El cuerpo físico y el digital no están tan lejos. De la labor de reencontrarlos se ocupa el joven artista Solimán López, con su discurso lúcido y lleno de matices. Él ya es de los creadores que «Darán que hablar»

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Nombre completo: Solimán López Cortez. Lugar y fecha de nacimiento: Burgos, 1981. Residencia actual: Valencia. Estudios: Licenciado en Historia del Arte y Master en Arte y Comunicación. Múltiples talleres monográficos y becas. Ocupación actual: Actualmente dirige el departamento de I+D+i de la ESAT e imparte diferentes asignaturas orientadas a la creación e investigación contemporánea.

Qué le interesa. Siempre me he sentido atraído por el amplio espectro de connotaciones que contempla la palabra «comunicación». Desde un punto de vista purista, el arte es en toda medida una comunicación, tanto en sus orígenes como en su finalidad. En este sentido, he querido meter la palabra en el laboratorio y desgranarla en sus significantes y significados, por supuesto, a través del arte. En la época que vivimos, esta palabra nos lleva a otra: la sagrada «tecnología».

En ese círculo vicioso, y en ocasiones dañino, es donde suelo pasar la mayor parte del tiempo creativo. De este origen (la comunicación), surgen como de un racimo otras cuestiones colaterales que aluden a temáticas sociales (a veces con cierta ironía), personales, sociológicas y psicológicas. Todo esto se mezcla de manera, no sé si acertada, en mis investigaciones.

Por mi formación académica como historiador del arte, en ocasiones se cruzan reflejos y destellos de esta historia, casi como una justificación conceptual a muchas de mis ideas que de otra manera no serían entendidas. La Merda d'artista, de Manzoni tuvo sentido en un momento histórico y fue avalada precisamente por ese conocimiento profundo de las vanguardias y la evolución del arte en sí mismo. Pienso que para ser buen árbitro de fútbol, has tenido que haberlo practicado para saber dónde está el engaño. En el mundo de la creación actual, la revisión del pasado debería ser una garantía de calidad, un certificado de engaño consentido.

De dónde viene. He podido presentar mis ideas en más de una docena de países. Cabe destacar la I Bienal de Arte Emergente de Venezuela, el Festival de Videoarte de Camagüey (Cuba), la exposición individual SPAM, en Basel ( Switzerland ARtSpace) o una estancia artística en Grecia, gracias a la plataforma de arte contemporáneo ateniense Create an Accident. Destacan también la performance Follow us como presentación del Festival Madatac en CentroCentro Cibeles (Madrid), habiendo intervenido también en el CAC de Málaga y SUMMA Art Fair (Matadero-Madrid), con Tecnometrías, unas piezas instalativas/performativas, con obra en la galería Punto.

«Trato de romper la frialdad que el ámbito digital lleva intrínseco»

He sido seleccionado en más de una decena de certámenes nacionales e internacionales en los últimos años, como Iberart, con exposición en el Museo ABC de Madrid, Buenos Aires Oculto o TedX Valladolid, donde desarrollé la exposición Wanna Be para el LAVA (Laboratorio de las artes de Valladolid). Entre mis últimas becas están la de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela para el Encontro de Novos Artistas, o la selección para EspacioEnter ( TEA Tenerife), en las secciones de arte interactivo y videoarte, respectivamente.

Actualmente se puede ver la pieza Identidad en la exposición El barco de Teseo comisariada por Nerea Ubieto en la Sala Amadis del Injuve (Madrid), una obra que ha dado muchas vueltas pero a la cual le tengo un especial cariño por sus resultados. Está envejeciendo de manera magistral. Quizá estos trabajos relacionados con la Identidad digital han tenido un calado especial en mi trayectoria, ya que llevo hablando de ellos más de 10 años y se siguen revisando por parte de comisarios y artistas. La duplicidad que el entorno digital propone, sin duda, nos atrae como humanos… Como el gato que se mira en el espejo.

El proyecto Gutenberg Discontinuity, en el cual entierro junto con Rubén Tortosa ordenadores con un único archivo digital en su interior, también ha tenido cierta repercusión en el panorama nacional. El último de estos enterramientos se realizó en el Museo Centro de Arte El Carmen, de Valencia, dentro del Festival Internacional Intramurs.

Supo que se dedicaría a esto desde el momento en el que... Teniendo monedas en el bolsillo, las invertía en cualquier cosa que pudiese hacer realidad mis ideas. En ese preciso instante en el que miras a otro lado buscando algo que no está ahí de frente, sino que está detrás, oculto, pero que de alguna manera es fundamental para componer el primer plano, como la imagen fotográfica que, sin su fondo desenfocado, jamás podría estar enfocada. En ese fondo desenfocado es donde se encuentra la verdad, como el código cifrado que componen la estructura de Matrix; como los cuerpos emborronados de Thomas Ruff.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el mundo del arte para «sobrevivir»? Prostituirme escuchando los deseos de políticos y gestores oportunistas, que, en el argot del mundo artístico, sería el equivalente a recibir ideas impuestas y producirlas. Cuando la marea es alta, las ideas se caen por la borda para aligerar peso y salir a flote. Caí en la trampa de convertirme en empresa, relacionarme con algunos políticos y confiar en ellos. Y lo más bizarro salió de aquellas conversaciones, que en la mayoría de las ocasiones recaían en proyectos sin sentido y que lo único que querían era aprovechar un tirón y capacidades creativas. En el arte, como en cualquier profesión, hacer cosas raras te ayuda en una dirección: identificar aquello que no es arte, en mi caso, o aquello que, en general, no te interesa. Sin duda, los inicios de cualquiera están impuestos por algo que se llama «inexperiencia». Creó que salí airoso, y me considero, gracias a esto, un todoterreno en el mundo del arte.

Su «yo virtual».Voy un poco a tirones: hay épocas en las que estoy muy activo y pro activo, comparto descubrimientos, pensamientos muy personales e, incluso, partes de mi cuerpo. A veces, a alguien, una sonrisa tuya le puede venir bien. Otras temporadas paso desapercibido, me escondo entre bambalinas y ejerzo una mirada «voyeouristica». En cualquier caso, mi mirada siempre es desde un punto de vista crítico y artístico, no como una exposición de mi vida e intimidad.

«Estoy configurando un museo que recopile lo intangible, donde el arte digital e interactivo tengan peso»

Cada red tiene sus lenguajes: en Facebook a la gente le trae sin cuidado tu trayectoria artística, exposiciones o premios; quieren ver selfies y vídeos de gatos. Twitter, en cambio, es una plataforma quizá algo más seria, donde compartir hallazgos e información es una finalidad en sí misma (a veces, aburridísima). En Instagram también participo quizá del modo más artístico, fotografiando luces de aquí y de allá, no sé si con alguna intención, pero en un juego visual, fácil y divertido. El modo más riguroso en el que estoy visualizado en internet es a través de mi epiléptica página web. Visitándola sabrás a qué me refiero.

Al fin y al cabo, las redes sociales funcionan con la reafirmación del yo, y los «me gusta», sin duda, fomentan esa reafirmación que crece de manera exponencial al número de clics. Recomiendo un último hallazgo creativo: una aplicación llamada Generate que hace las delicias de los que disfrutamos «jodiendo» imágenes con extraños filtros y efectos visuales a golpe de sliders sencillos de manejar. Utilizo diferentes herramientas para estar al día. Por ejemplo, Feedly me ayuda a compilar blogs de arte que me interesan como Creative Applications, PAC, The Creators Projects, Xtrart y las secciones culturales de periódicos nacionales como el vuestro.

Dónde está cuando no hace arte. Soy el director de innovación de la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia, donde puedo desarrollar labores de investigación con un grupo de profesionales muy interesantes a nivel personal y artístico. Nos retroalimentamos de un modo muy sano, y pronto saldrán cosas muy destacables a la luz.

Se me posibilitó la docencia también de algunas asignaturas, y el trato con nuevas generaciones me está abriendo la puerta a nuevos puntos de vista y, sobre todo, a conocer realmente qué es lo que nos espera en el futuro. La mejor manera de previsualizar qué vendrá es inoculándote en esas miradas más jóvenes, que, de algún modo, ya ven el mundo de otra manera.

«La mejor manera de previsualizar qué vendrá es inoculándote de miradas más jóvenes»

Disfruto mucho de las relaciones personales que el arte posibilita y siempre me muestro disponible para dar talleres y cursos, como el que impartiré con motivo de la exposición El Barco de Teseo. Se me ocurrió además llevar una pieza de net-art que desarrollé en 2013 a un proyecto empresarial, que, si todo sigue su curso, podrá publicarse antes del verano. Un modo diferente de ver la relación entre usuario y páginas web a través de lo que denomino «la web humanizada».

Qué se trae ahora mismo entre manos. Tengo varios frentes abiertos, pero estoy especialmente volcado en tres proyectos.El primero se trata del HarddiskMuseum. Estoy configurando un museo para recopilar lo intangible, donde el arte digital e interactivo tiene un gran peso específico. Al proyecto se han sumado importantes organismos como la ESAT y la Plataforma de Arte Contemporáneo. En el apartado de producción interactiva, cuento con la colaboración de Comunidad Droide. El museo dispondrá de con un comité asesor, apartado de didáctica y, por supuesto, exposiciones, colección y exposiciones temporales… Comisarios vayan pensando en el qué y, sobre todo, el cómo.Mi figura en el museo es la de su creador y portador, dejando libre la entrada a los entes que configuran la gestión y supervisión de las propuestas artísticas.

Con galería Punto estoy trabajando en un ciclo de arte tecnológico e interactivo en el que participo como artista con una exposición y como colaborador en la propuesta. Si todo va según lo trazado, tendremos a grandes figuras de este entorno creativo en la ciudad de Valencia. Jorge López está desarrollando una labor increíble en esta legendaria galería, que está haciendo una destacable labor en el apoyo a propuestas emergentes y arriesgadas.

«La mayor garantía que puedo ofrecer a aquellos que me siguen es la obsesión»

Con la comisaria y responsable de didáctica del Museo Oteiza, Aitziber Urtasun, estoy trabajando en un original proyecto que rompe los esquemas de la concepción de un museo desde sus cimientos, revisándolo y actualizándolo a los tiempos que actualmente corren. Estamos muy ilusionados con los resultados, que estamos cerrando en una propuesta. Quédense con la palabra «hacking constructivista».

Por supuesto sigo con mis investigaciones artísticas más concretas entre lo digital y lo analógico. Ahora estoy centrado en paisajes sonoros escultóricos a través de la conversión de imagen y sonido en un formato físico.

Le gustará si conoce a... Tengo la cabeza llena de nombres, por supuesto, pero quizá mi fuerte inspiración no ha venido por el trabajo de otros, sino más bien por su punto de vista de las cosas.

Entender la valentía de un Rothko en una pintura, que tiene de todo menos improvisación, o el poder de síntesis de Malevich, o la valentía física y conceptual de Orlán, son algunos nombres que de repente han saltado como un salmón en la contracorriente de nombres.

Afinando más la punta, y hablando de artistas que estén dialogando sobre mis mismas intencione,s destacaría a Aram Bartholl o Rafael Lozano-Hemmer. Pero no sólo de artistas vive el arte, así que, como pensadores, tengo el lujo de poder compartir buenas charlas con José Ramón Alcalá y Nilo Casares.

¿Cuál es su obra o proyecto favorito hasta el momento? La pieza Gutenberg Discontinuity puede que sea la más «cerrada» de mi repertorio, ya que contempla una amalgama de conceptos del mundo digital, la performance y los lenguajes actuales de creación que se compenetran de una manera muy natural. La búsqueda de relaciones entre la naturaleza reproducible del arte digital y el modo en el cual una performance puede romper esa cadena me resulta un tema que, sin duda, abre nuevas ventanas en la producción del arte de estas características. La pieza contempla un trabajo en equipo con Nilo Casares, Rubén Tortosa y Miguel Sánchez; una producción plástica a través de la creación de réplicas impresas en 3D de discos duros, que, en tiempo real, rompe de manera romántica con la reproducibilidad de la obra de arte digital, enterrando ese archivo digital que dio vida a la impresión. Además provoca relaciones personales, ya que es una pieza itinerante que requiere de una pequeña puesta en escena y un foro artístico.

«En redes, mi postura es crítica y artística, no una exposición de mi vida e intimidad»

También espero que la idea de la creación del HarddiskMuseum tenga un gran calado en la comunidad y que se convierta en un proyecto de futuro y un apoyo incondicional por mi parte a otro tipo de arte que se escapa de los cánones establecidos.

Como se suele decir, lo mejor está por llegar, y ni mucho menos he tocado techo con ninguna de mis propuestas. La ilusión por ser mejor y encontrar mi camino personal y particular sigue siendo parte de mi día a día. Espero que en algún momento ese camino se llene de luz, y realmente pueda decir que he hecho la obra de arte que llevaba esperando toda mi vida; aunque soy de los que piensa que esa labor no me corresponde a mí debatirla, sino a aquellos que se acerquen y escuchen de una manera sana lo que hago.

¿Por qué tenemos que confiar en él? Esta pregunta es cuanto menos angustiosa y difícil. Por intentar contestarla, podría decir que quizá destaco mi valentía en la investigación continua de procesos que incorporan de alguna manera lo más actual de nuestro panorama tecnológico y de pensamiento. Quizá puedo aportar al mundo del arte un paisaje redibujado en lo que nuevas tendencias y corrientes tecnológicas se refiere.

De alguna manera también estoy un poco offline de propuestas comerciales. Esto siempre es algo arriesgado, y, en algún momento de mi carrera, me gustaría que se viera recompensado. Las propuestas digitales todavía no gozan de un entorno comercial destacado dentro del mundo del arte y las posibilidades de subsistencia se limitan.

Por otra parte, incorporo elementos del cuerpo al mundo digital. A través de la performance y la relación con el público. Trato de romper la frialdad que el ámbito digital lleva intrínseco.Quizá la mayor garantía que puedo ofrecer a aquellos que me siguen es la obsesión. La obsesión por buscar nuevos caminos, que, seguro, por agotamiento, darán sus frutos.

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