Según Rachel Panckhurst la escritura de SMS «forma parte de la esfera íntima; predomina una dimensión afectiva»
Según Rachel Panckhurst la escritura de SMS «forma parte de la esfera íntima; predomina una dimensión afectiva» - abc
libros

Rachel Panckhurst: «De los SMS puede depender nuestra supervivencia»

Un nuevo lenguaje se ha impuesto y nos ha conquistado: el de la mensajería instantánea. De ella lo sabe todo la lingüista neozelandesa Rachel Panckhurst, que la ha analizado en proyectos científicos como «sud4scienceLR» y «88milSMS»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Allí donde un padre ve aislamiento y distancia, o un maestro cree reconocer el desmoronamiento del lenguaje escrito, los lingüistas encuentran riqueza, creatividad y lazos afectivos. La neozelandesa Rachel Panckhurst, profesora adjunta de Lingüística Computacional en la Universidad Paul-Valéry Montpellier III, encabeza, junto con un equipo de investigadores (los lingüistas Claudine Moïse, Catherine Détrie y Bertrand Verine y los informáticos Mathieu Roche y Cédric Lopez), el proyecto sud4scienceLR ( http://www.sud4science.org/): recopilaron, durante los tres meses del otoño de 2011, alrededor de noventa mil mensajes de texto que hoy conforman el corpus 88milSMS ( http://88milsms.hu-ma-num.fr/). Lo hicieron bajo el eslogan «Done sus SMS a la ciencia». Un proyecto internacional iniciado en Bélgica, en 2004, por Cédrick Fairon. En total, 424 personas enviaron un promedio de 209 SMS por persona.

Pero era sólo el principio.

La originalidad de este proyecto es su modo de recopilación: después de inscribirse, de recibir la garantía de que se respetaría el anonimato y de obtener el consentimiento legal, y con la consigna de enviar SMS escritos exclusivamente en francés (hubo algunas transgresiones a esta cláusula), los participantes mandaron simultáneamente el mensaje a su destinatario y a los investigadores, que los recibieron en una línea telefónica habilitada para su posterior análisis. Tres años después, Rachel Panckhurst recibe a ABC Cultural para explicar el interés y la importancia de esta investigación.

Hasta hace poco decíamos que los jóvenes no escribían, y hoy se dice que lo hacen pero no del modo correcto. ¿Cuál es la realidad?

Creo que los lingüistas han reaccionado tardíamente a la idea de hacer de este universo un área de estudio. Cuando yo explico a la gente que estudiamos la escritura de los SMS, suelen responder con frases como: «Los jóvenes ya no saben escribir» y «Es una catástrofe para la ortografía», o bien: «¿Cuál es el interés de estudiar el francés mal escrito?», entre otros comentarios. Creo, por el contrario, que la escritura de los SMS –porque se trata de una escritura, y no de una lengua– es rica, compleja y nos permite percibir la lengua y su evolución.

«No creo que la escritura se "oralice" porque no hablamos "en SMS"»

Pienso que debemos aceptar que, de la misma manera que hay varios registros del lenguaje oral, haya varios registros del escrito. Es importante señalar que las generaciones no siempre se comportan del modo que uno espera. Un joven puede escribir de manera totalmente normativa y una persona mayor puede utilizar formas más abreviadas. Y sobre la idea de que los jóvenes no escriben como se debe, tengamos en cuenta que en Francia la norma de la lengua escrita está muy enraizada. Esta es la razón por la que en nuestro cuestionario sociolingüístico hemos recibido respuestas como «Yo no escribo en SMS y estoy orgulloso de ello» o «Yo escribo un francés correcto».

¿Qué es lo que esta recopilación de SMS aporta a la lingüística?

En primer lugar, esta colecta permitió recoger, en gran cantidad, las utilizaciones espontáneas de la lengua francesa, y eso es muy importante. A partir de ahí, podemos realizar una comparación con aquello que ya conocíamos de otro tipo de utilizaciones: por ejemplo, los escritos más normativos sobre papel o los correos electrónicos; también los intercambios orales. Nos permite sacar conclusiones sobre la grafía, la escritura, la elección del vocabulario, la construcción de las frases, etcétera. Además, por primera vez tenemos acceso a una escritura de la intimidad y de la cotidianidad. Casi podemos hablar de libertad, igualdad y fraternidad. Libertad, por la innovación y creatividad que implica esta nueva escritura; igualdad, ya que permite que personas que nunca hubieran osado escribir ahora lo hacen porque saben que en la escritura de SMS las «faltas» son más fácilmente aceptadas, ya que hay muchas manipulaciones y modificaciones; y fraternidad, por la importancia del lazo afectivo. Hay incluso ciertas lenguas orales africanas que comienzan a tener su versión escrita gracias a esta nueva forma de escritura.

¿Se puede decir que la escritura se «oraliza»? Y si es así, ¿es esto un riesgo para la lengua?

Los emoticonos y emojis contribuyen a la riqueza de nuestros mensajes

Creo que hay que ser precisos con los términos. No creo que la escritura se «oralice» porque no hablamos «en SMS», sino que escribimos SMS. Sin embargo, es cierto que puede haber marcas del registro oral en los SMS. Imaginemos que una persona utiliza un programa de sintetizador vocal y que recibe el siguiente mensaje de texto: «ola ¿cm sts?» («Hola ¿cómo estás?»). Podemos decir que la escritura no se «oraliza», ya que todos los fenómenos encontrados en los SMS no corresponden a sustituciones fonéticas y, frecuentemente, el sintetizador se verá obligado a deletrear. En este ejemplo preciso, la palabra «ola» no presenta ninguna dificultad porque la «h» es muda, pero «cm» será reconocida como una abreviación oficial (centímetro) y «sts» será deletreado. El resultado será: «Hola - centímetro - s-t-s». Con los informáticos trabajamos sobre estos aspectos para ayudar a mejorar el reconocimiento y la vocalización de los SMS, de gran utilidad para las personas ciegas o para los conductores.

Pero se puede intentar simular ciertas formas que se parecen a la oralidad: por ejemplo, las interjecciones (hey!), las dudas (mmm), las onomatopeyas (grrrr) o la repetición de una letra (olaaaa) que simula la entonación. También están presentes los emoticonos y los emojis, que contribuyen a la riqueza de nuestros mensajes y permiten una interpretación por parte del receptor. Con la ayuda de estos signos redescubrimos en la escritura la paleta de emociones que solemos expresar con gestos. Se los utiliza para suavizar un concepto, para indicar una ironía, para aportar una informacion ausente, para reemplazar una palabra: «t kiero + q tdo l mndo, toy :D».

Todo cambio en las tecnologías de la escritura trae como consecuencia un cambio de las prácticas sociales. Esto sucedió con la invención de la máquina de escribir y con el bolígrafo. ¿Cuáles son los cambios más importantes que supuso la aparición de esta nueva escritura?

En principio, pienso que se trata de un «ida y vuelta». O sea, las tecnologías pueden tener una influencia sobre nuestro comportamiento, pero nuestro modo de utilizar la tecnología puede modificar ese uso. Hace veinte años no habríamos podido prever el suceso de los SMS, que, en su momento, tenían como objetivo ayudar a la comunicación de las personas sordas. Creo que hubo un cambio importante a partir de la inclusión económica de los abonos ilimitados para los mensajes de texto. Desde entonces, no vamos a dudar en responder ok ni a enviar un simple te quiero (de hecho, je t’aime son las tres palabras más frecuentes en nuestro corpus, lo que indica la importancia del lazo afectivo en esta forma de comunicación).

«Para muchos el SMS es también un modo de vencer la timidez»

Podemos señalar otros cambios. Por ejemplo, hay mucha gente que ya no se atreve a llamar por teléfono abruptamente y prefiere acordar un día y una hora para hacerlo. Las razones de esto pueden ser varias. En nuestro cuestionario surgen, en orden, estas motivaciones para enviar un SMS en lugar de realizar una llamada: porque es más barato; por la rapidez; para no molestar; porque no les gusta hablar por teléfono; o porque deja libertad al receptor de responder o no y de hacerlo cuando lo desee o pueda. Para muchos es también un modo de vencer la timidez.

Contrariamente a la idea que uno se hace de esta nueva escritura, usted señala sobre todo características positivas.

Absolutamente. La escritura de SMS forma parte de la esfera íntima; predomina una dimensión afectiva y emocional. En general, las personas van a desarrollar la empatía: el otro es considerado como un sí mismo. Por otra parte, la carga informativa de los mensajes de texto es, en general, relativamente débil. De los diez emojis más utilizados, los ocho primeros son signos positivos. Por el contrario, los signos de enojo o rabia están muy poco presentes. A diferencia de los gramáticos, los lingüistas no hablamos de transgresión de la lengua, porque nuestro trabajo consiste en observar el lenguaje, su evolución y sus modificaciones, y todo eso es de una gran riqueza. La dimensión de juego, de modificación y de diversión está sumamente presente en esta escritura, así como los rastros de emociones. Lo interesante también es que un SMS no puede ser fijado, inmovilizado. Por eso creo que intentar crear diccionarios de SMS y escribir novelas exclusivamente con SMS son prácticas ilusorias, porque esta escritura se modifica constantemente.

¿Se puede afirmar que la escritura de los SMS suscita al máximo las abreviaturas?

Las escrituras abreviadas están, por supuesto, muy presentes, pero mucho menos de lo que se cree. Encontrar un SMS escrito de manera completamente abreviada es excepcional. Como en general queremos ser comprendidos por nuestro interlocutor, vamos a intentar que la interpretación cognitiva sea posible.

«Es el nivel ortográfico del alumno el que determina la forma de envío de los SMS»

La escritura de los SMS se caracteriza por la presencia de formas muy ricas que simulan a veces la oralidad, lo escrito, y donde el lazo entre ambos aparece de una manera muy creativa cuando se trata de sustituciones fonetizadas: «c» (sé), «yave» (llave); reducciones: «mñn» (mañana), «nva» (nos vemos allí), «peli» ( película); supresiones de acentos o de elementos de la tipografía o la puntuación; agregados, como la repetición de una vocal (holaaaa), de emojis (« ^^ », « :) »... ¡La lista es larga!

Encontramos también nuevas prácticas lingüísticas como, entre otras, la inserción de palabras extranjeras en medio de la frase o una ráfaga de preguntas y respuestas: «Ola! como Stas? n venes conmigo? pq? K haces? habia jvns y viejos. Contesta!») o abreviaturas («t» por te o tú) donde sólo el contexto permitirá su comprensión.

La inquietud de muchos padres y profesores podría resumirse en la siguiente frase: si escriben frecuentemente de este modo, ya no sabrán hacerlo de una manera convencional. ¿Cómo responde usted a esta inquietud?

En 88milSMS vemos que quienes redactan un mensaje de texto no lo hacen siempre de la misma manera y tienen las capacidades necesarias para adaptarse y variar su escritura. Este es un primer punto importante. Por otro lado, muchos estudios recientes sobre los más jóvenes concluyen, por el contrario, que el hábito de escribir SMS, o sea, de jugar, de hacer «malabares» con la lengua, sería una ventaja innegable.

Otro estudio llevado adelante por la psicóloga francesa Josie Bernicot concluye que los alumnos no modificaron su nivel de competencia en ortografía en el periodo analizado y que, aparentemente, es el nivel ortográfico del alumno el que determina la forma de envío de los SMS y no el SMS el que influye negativamente en la ortografía tradicional.

«Los SMS tienen un gran porvenir: por ejemplo, en relación con la ciencia»

También diría, como mis colegas Maskens, Cougnon, Roekhaut y Fairon, que vienen de realizar un estudio similar en Facebook, que no se trata de una «incompetencia» sino, por el contrario, de una «pluricompetencia». Según ese estudio, todos los estudiantes analizados tienen habilidades para alternar entre formas estándares y variables en el 88 por ciento de los casos (sólo el 12 por ciento de las palabras no presenta una ortografía correcta). Estos porcentajes no son alarmantes, ya que resultan incluso inferiores a los porcentajes de errores constatados a lo largo del siglo XX en los ejercicios de dictado: entre un 15 y 20 por ciento, en promedio.

Por otro lado, comparémoslo con nuestros hábitos en el registro oral. Sabemos muy bien variar el nivel de la lengua en función de la situación: un alumno no le hablará de la misma manera a sus amigos que a sus profesores. Entonces, ¡no nos inquietemos por el registro escrito!

¿Cuál cree que es el futuro de este nuevo modo de escritura?

Creo que la escritura de la mensajería instantánea tiene un gran porvenir: por ejemplo, en relación con la ciencia (profundizar en el conocimiento para mejorar el desarrollo de la síntesis vocal que permita ayudar a los ciegos es uno de nuestros objetivos). De los SMS puede incluso depender nuestra supervivencia; todo apunta en esa dirección. Recordemos a la persona que, escondida en una imprenta de París donde se encontraban los terroristas yihadistas que atentaron contra Charlie Hebdo, pudo comunicarse con la policía gracias al intercambio de SMS.

Por último, en su vida personal, ¿cómo es su relación con esta nueva herramienta?

Globalmente, escribo SMS de un modo tradicional salvo cuando me permito jugar con gente que está en mi círculo de estudio de los SMS. Digamos que encarno la contradicción de quien considera que este universo es muy rico y creativo, pero en su uso personal evita introducir cualquier signo que pueda ser percibido como un eventual error gramatical.

Ver los comentarios