Josh Malerman, autor de «A ciegas»
Josh Malerman, autor de «A ciegas» - Allison Laakko
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«A ciegas», el aterrador debut de Josh Malerman

Josh Malerman, cantante y compositor de la banda de rock The High Strung, se estrena en la literatura con «A ciegas». Una historia aterradora sobre el final de la humanidad

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El primer caso ocurre en las afueras de San Petersburgo. El pasajero de un camión le pide al conductor, amigo suyo, que aparque en el arcén. Acto seguido, le arranca los labios y se quita la vida. Al poco tiempo, en Yakutsk, una madre, antes de suicidarse, entierra vivos a sus hijos en el jardín. Y en Omsk un hombre la emprende a hachazos. Extraños incidentes que de Rusia saltan a otros países. Al pueblo de al lado; a la calle, a la casa de al lado.

Nadie sabe qué sucede. Lo único seguro es que la gente se vuelve loca al ver algo. Se especula con extrañas criaturas que de repente se han colado entre nosotros. Fijar la vista en ellas equivale a enloquecer.

Por eso hay que vivir con los ojos vendados, con las ventanas tapiadas, y contener la respiración si llaman a la puerta.

Quitarse la venda

Bienvenidos al mundo de pesadilla que inventa Josh Malerman (Southfield, Michigan, 1975) en su debut literario, A ciegas. En él nadie se arriesga a abrir los ojos: habría que estar loco para quitarse la venda que los protege. Por eso es mejor que ciegues a tus hijos. Si les quieres. Si de verdad te importan. De lo contrario, morirán.

Extrañas criaturas, de repente, se han colado entre nosotros

No es la primera vez que alguien escribe esta historia: la humanidad en peligro. La hemos leído, si no miles, sí cientos de veces. O visto en el cine. Pero Josh Malerman, cantante y compositor de la banda de rock The High Strung, consigue ponernos los pelos de punta. Porque, entre mostrar y sugerir, él apuesta por lo segundo, y página a página va creando una atmósfera asfixiante que logra inquietarnos: estamos tan cercados como los protagonistas. Tan en peligro. Y al salir al exterior con una venda sobre los ojos no sabemos si eso que nos roza el hombro es una hoja que cae de un árbol... o qué.

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