El actor español Emilio Gutiérrez Caba
El actor español Emilio Gutiérrez Caba - ABC

Emilio Gutiérrez Caba: «Hay un teatro y un cine que ni entiendo ni pretendo entender»

El actor vallisoletano recibe hoy el Premio «Luis Ciges» en Islantilla por su carrera en el cine

Madrid Actualizado: Guardar
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Emilio Gutiérrez Caba es, con 73 años, el prototipo de actor profesional, serio y comprometido. Es historia viva del arte dramático en nuestro país. Nacido en una familia de actores, ha dedicado toda su vida a la interpretación. Desde los años sesenta ha trabajado con todos los grandes actores y directores de cine y teatro que ha dado España.

No le van ni los flashes, ni las alfombras rojas, ni la fama pero el éxito se lo ha ganado a pulso. Ha actuado en más de cien películas de cine y televisión sin renunciar a su carrera como actor teatral. Este sábado el Festival Internacional de Cine Bajo la Luna - Islantilla le otorga el premio «Luis Ciges» en reconocimiento a su carrera cinematográfica.

—¿Cómo reaccionó cuando le dieron la noticia del premio?

—Es muy agradable que a uno le honren con un premio de estas características. Me hizo mucha ilusión cuando me llamaron del Festival para comunicarme que me iban a dar el galardón. Siento una gratitud enorme hacia todos sus miembros, que tuvieron a bien concederme el premio. Es la primera vez que tengo relación con este festival y espero que no sea la última.

—El premio reconoce su carrera en el cine, pero usted es mucho mas que un actor de cine.

—Bueno yo ya he pasado del centenar de películas. Pero he trabajado mucho más en televisión y también he trabajado mucho en el teatro. Yo considero el teatro como mi primer lugar porque en algunas de las películas en las que he trabajado solo he hecho colaboraciones especiales. Es fantástico que hayan considerado que merezco esto.

—¿Qué es para usted actuar?

—Creo que para cada uno de nosotros es una cosa diferente. Para mí es un modo de ir hacia delante en el camino de la vida. Es una profesión en la que uno no solo sale a contar una historia que otro ha escrito, sino que va a que los espectadores crean que lo que cuentas es verdad. Yo no lo entiendo como un modo de exhibicionismo. Para mi actuar es un oficio y busco hacerlo con profesionalidad.

—¿Cómo ha cambiado su relación con la profesión desde que empezó en los sesenta?

—Ha cambiado mucho. Pero también ha cambiado el mundo. El teatro también ha sufrido una evolución hacia otras metas, hacia otros lugares. En general la evolución de estas artes va pareja a la evolución de la sociedad. Hoy en día hay productos de teatro y cine que no entiendo ni pretendo entender, ya me he quedado desfasado de las inquietudes modernas.

—¿Cómo ha llegado a no encasillarse después de tanto tiempo?

—Hay actores que se han encasillado y aun así han hecho cosas excelentes, es el caso de Alfredo Landa. Yo creo que no me he encasillado porque te van buscando y de alguna manera tu te correspondes con la idea de lo que está buscando un director para un trabajo concreto.

Además, al ir madurando las posibilidades de un personaje van cambiando y yo también he querido aprovechar eso. Creo que un buen actor es capaz de hacer cualquier cosa si le dan las herramientas, pero la falta de inteligencia en algunos estamentos del cine obliga a que los actores no puedan dar todo de sí.

—¿Hay algún trabajo que recuerde con especial cariño?

—Hay muchos. En cine hay películas como «Nueve cartas a Berta», «La casa», «La colmena» o «La comunidad». Son muchas las películas con las que me quedaría. No creo que sean más de doce. Hay que tener en cuenta que si llega a un 10% de títulos bondadosos en tu filmografía uno ya puede sentirse orgulloso. En teatro hay títulos inolvidables como «Olvida los tambores» «El sí de las niñas» o «La mujer de negro».

El problema es que en el teatro hay más calidad en cuanto a los trabajos que haces porque son textos dramáticos con una importancia literaria, por lo que como actor te preocupas por hacer un trabajo más medido y meditado. Además, el teatro es una creación diaria e irrepetible, al contrario que el cine o la televisión que son creaciones inamovibles.

—¿Tiene programado algún nuevo proyecto?

—Tengo varios pendientes de estrenarse. La película «Lo que escondían sus ojos» o «Cervantes contra Lope» que lo emitirán el mes próximo dentro de las conmemoraciones del aniversario de Cervantes. Luego, hay otras películas como «El hombre de las mil caras» o «Brava» que tienen que estrenar de un momento a otro. Yo he escrito y dirigido la obra «Escrito en las estrellas», que es también un homenaje a Cervantes. Se trata de una adaptación de «El amante liberal», que es una novela ejemplar de Cervantes que se ha representado por todo Castilla-La Mancha y que en otoño llegará a Madrid.

—¿En qué consiste la Cervantes contra Lope?

—Es una película para televisión dirigida por Manuel Huerga que cuenta el enfrentamiento entre Lope y Cervantes. Lope, interpretado por José Coronado, quería haber sido un gran escritor de novela y Cervantes deseaba haber sido un gran dramaturgo pero ninguno de los dos lo logró. Es una historia que parte de los celos que podría haber tenido Lope de Cervantes tras publicar la primera parte del Quijote y de algún modo deja caer que el autor del Quijote de Avellaneda fue Lope.

—¿Se trata de una comedia o es más bien un drama histórico?

—El formato de ficción documental en la que el presente irrumpe en el pasado. Se entrevista a los autores del Siglo de Oro y ellos hablan entorno a esta disputa literaria. Tiene partes cómicas y partes dramáticas. La historia de Cervantes no tuvo nada de comedia, pero Lope era un mujeriego y eso tiene más gracia. También se deja caer que Cervantes le pudo tener envidia, porque las mujeres le correspondían tanto.

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