Vista de la pirámide construida por los arquitectos suizos Herzog & De Meuron
Vista de la pirámide construida por los arquitectos suizos Herzog & De Meuron - AFP

Tate Modern, la nueva catedral del arte moderno

El museo londinense se hace más femenino y global con un apabullante edificio que añade un 60% más de espacio

Corresponsal en Londres Actualizado: Guardar
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Pocos ingleses actuales se acuerdan de los arquitectos católicos George y Giles Gilbert Scott, padre e hijo. Pero de su ingenio salieron muchos símbolos londinenses. El padre alentó el frenesí neogótico que les entró a los victorianos. Suyo es también el casi lisérgico monumento dorado con que la Reina Victoria recordó a su malogrado Príncipe Alberto en el parque de Kensington. Scott hijo demostró que se puede hacer arquitectura de máxima categoría ante encomiendas que parecen meramente utilitarias. Es autor del mejor diseño de la cabina roja de teléfonos, el K2, y convirtió en adusto arte industrial las centrales energéticas de Battersea (la del disco de Pink Floyd con el cerdo volador) y Bankside, reconvertida hoy en la exitosa Tate Modern a orillas del Támesis.

Espectacular vista de Londres desde el nuevo edificio
Espectacular vista de Londres desde el nuevo edificio - ABC

La central eléctrica de Bankside, en la orilla sur del Támesis, abandonada desde 1981, se convirtió en la Tate Modern en mayo de 2000, con un diseño de los arquitectos suizos Herzog & De Meuron, premios Pritzker en 1981.

Ha duplicado la afluencia de público para la que fue diseñada. Es el museo de arte moderno más visitado del mundo, con una asistencia anual de cinco millones de personas.

El nuevo edificio se llama Switch House: es una pirámide contorsionada de diez plantas, también de Herzog & De Meuron, recubierta con 360.000 ladrillos. Comunica con la zona original de exposiciones, la Boiler House, a través de un puente desde su cuarta planta que contempla la Sala de Turbinas.

La nueva pirámide, la Switch House, ha costado 326 millones de euros, de los que el Gobierno británico ha aportado 63 y las autoridades municipales de Londres, 10. El resto lo completan donaciones privadas, de empresas y mecenas.

Con el nuevo edificio, la Tate Modern gana un 60% más de espacio (21.000 metros cuadrados más). Entre los dos edificios se mostrarán 800 obras de 300 artistas de 50 países. La mitad son mujeres.

La ampliación se abre este viernes al público, con performances y actuaciones musicales y horario especial hasta las diez de la noche. La entrada a la Tate Modern seguirá siendo gratuita.

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