De vuelta a Caraca para destapar más secretos de la ciudad romana perdida

Un año después del hallazgo de esta importante urbe en Guadalajara, los arqueólogos inician el 23 de julio una segunda fase de excavaciones

Trabajos arqueológicos en Caraca RODRIGO MUÑOZ

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El hallazgo de la ciudad romana de Caraca en Driebes ocupó hace un año las páginas de los principales diarios y hasta traspasó fronteras. Esta urbe perdida, que citaron Plutarco o Ptolomeo, fue descubierta con ayuda de georradar y drones en el cerro de la Virgen de la Muela y las primeras primeras excavaciones realizadas el pasado verano confirmaron las sospechas. En este paraje olvidado de Guadalajara se levantó tiempo atrás un enclave de obligado paso en la calzada romana que conducía de Complutum (Alcalá de Henares) a a Cartago Nova (Cartagena).

Un equipo multidisciplinar de investigadores, dirigido por los arqueólogos Javier Fernández y Emilio Gamo , ratificó el pasado verano la existencia de un foro, dio con el trazado de las calles principales (Cardo y Decumanus) de la ciudad de unas 8 hectáreas de extensión y comprobó que aún quedaban restos del acueducto de unos tres kilómetros que llevaba agua a esta población que debió contar con unos 1.800 habitantes. Muchos interrogantes quedaron, sin embargo, sin respuesta, a la espera de nuevas excavaciones como la que se iniciará el próximo 23 de julio.

Fernández y Gamo volverán a Driebes, junto a Saúl Martín , David Álvarez , Antonio Alvar y Helena Gimeno (Centro CIL II de Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá), Alicia Castillo (Grupo de Investigación Gestión del Patrimonio Cultural, Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología), María Ángeles Perucha , José Francisco Mediato (IGME), y Jorge Félix Matesanz (CAI de Arqueometría y Análisis Arqueológico, Universidad Complutense de Madrid). Retomando los trabajos anteriores, excavarán en un área al noroeste del foro, con una distancia suficiente para conocer el grado de desarrollo urbano que tuvo Caraca .

«Creemos que el estudio de esta zona nos puede dar datos interesantes sobre la ciudad que no sean exclusivamente del área monumental, estructuras que nos den claves del desarrollo de la ciudad», explica Gamo. «El área en la que vamos a excavar, que está en un área céntrica de la ciudad antigua, al noroeste del foro podría corresponder a distintas estructuras urbanas: termas, domus (casas) u otros edificios», añade.

Los arqueólogos también buscarán posibles restos de poblamientos prerromanos «de gran interés para conocer el proceso de implantación de la cultura itálica en el interior de la Meseta», según explican en una nota.

El proyecto de investigación denominado «Urbanismo y territorio: excavación arqueológica del sector noroeste de Caraca» pretende realizar un pormenorizado análisis estratigráfico para documentar la fase previa del asentamiento carpetano y su transición hasta la ciudad romana. El cerro de la Virgen de la Muela estuvo poblado desde finales de la Edad del Bronce hasta finales del siglo II.

Los arqueólogos tendrán especial atención a la clasificación de las zonas residenciales, así como a posibles evidencias de conducciones de abastecimiento hídrico o cloacas. Además, los especialistas del IGME llevarán a cabo estudios geológicos para analizar cómo fue explotado el territorio que dependía del asentamiento.

Los investigadores indican que tanto en el valle del Tajo como en la zona elevada del valle del Tajuña se han encontrado evidencias paleosísmicas durante el Pleistoceno-Holoceno, por lo que « no sería descartable que Caraca se hubiese visto afectada también por esta actividad sísmica ». Para comprobar si fue así y ello influyó en algún momento en el desarrollo de la ciudad, se realizará un estudio arqueosismológico, geológico y geomorfológico del yacimiento y su entorno. También se analizará la evolución geomorfológica del Tajo que ayuda a entender el desarrollo de los asentamientos humanos en esta zona.

La posible existencia de inscripciones latinas , tan importantes para profundizar en la sociedad romana, será supervisada por el Centro CIL II de la Universidad de Alcalá, «una inestimable ayuda para obtener la máxima información disponible a partir de la epigrafía», subrayan.

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, el Ayuntamiento de Driebes, el Ayuntamiento de Brea de Tajo y la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara subvencionan esta segunda campaña de excavación que servirá para evaluar mejor el yacimiento, sus características y su encuadre histórico. Los trabajos permitirán a los investigadores aproximarse a la fecha en la que la ciudad fue promocionada jurídicamente , una verificación que, según resaltan, «implica la mejora de la comprensión del período histórico de la romanización en la provincia de Guadalajara».

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