Sevilla espera impaciente la llegada de la Semana Santa
Para que todo esté ya en perfecto estado de revista hay que echarle un año enterito con todos los...
Para que todo esté ya en perfecto estado de revista hay que echarle un año enterito con todos los artesanos trabajando en equipo. Tallista, impresor, imaginero y doradora. En eso andan bien hermanados. La pasión por el trabajo manual. A destajo las máquinas bordadoras. Tres turnos de bordados funcionando mañana, tarde y noche para terminar los pedidos que las hermandades, bandas y costaleros suelen encargar todos los años. Otros que no paran son los imagineros, con piezas nuevas o retoques. Son últimos detalles para que aguanten kilómetros de procesión. Para que no ceda ni un tornillo con tanta levantada. -Redacción-