Józef y Wiktoria Ulma
Józef y Wiktoria Ulma - ABC

Polonia inaugura el primer museo para honrar a los polacos que salvaron a judíos de los nazis

Se ubica en Markowa, el pueblo donde vivieron los Ulma, una familia de ocho miembros asesinada por los nazis por intentar salvar a sus vecinos judíos y cuyo apellido da nombre al centro

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El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha inaugurado el primer museo del país donde se recoge la historia de los polacos que socorrieron a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, lo que estaba castigado con la pena de muerte.

Las instalaciones se ubican en Markowa (Subcárpatos), el mismo pueblo de Polonia donde hasta 1944 vivieron los Ulma, una familia de ocho miembros asesinada por los nazis por intentar salvar a sus vecinos judíos y cuyo apellido da nombre a este museo.

«Se trata del primer museo de Polonia que recuerda a estos polacos que ayudaron a judíos durante la Segunda Guerra Mundial», explicó su director, Mateusz Szpytma, quien subrayó que, gracias a esas personas, entre 30.000 y 40.000 polacos de religión hebrea lograron escapar de la persecución nazi.

Sólo en Europa Oriental las autoridades nazis contemplaban la pena de muerte por ocultarlos, mientras que en otras zonas, como en Francia o Países Bajos, los castigos eran más benevolentes. En 1939, Markowa contaba con unos 4.400 habitantes, de ellos 120 judíos, en su mayoría asesinados por los nazis en 1942.

Ocultos en la buhardilla

Sin embargo, y gracias a los campesinos de la comarca, 21 de ellos lograron salvar su vida y emigrar después de la guerra a Estados Unidos, Canadá e Israel. Entre estos campesinos se encontraban Józef y Wiktoria Ulma, que entonces contaban con seis hijos (entre los ocho y los dos años) y que decidieron ocultar en la buhardilla de su casa a ocho judíos.

El 24 de marzo de 1944 la policía militar alemana se presentó en la granja de los Ulma y asesinó a los que se ocultaban y a todos los miembros de la familia, incluidos los pequeños. Wiktoria estaba entonces embarazada de su séptimo hijo. Los cuerpos fueron quemados y no fue hasta después de la guerra cuando los restos de la familia recibieron sepultura cristiana.

La familia Ulma fue distinguida con el título de Justo entre las Naciones por el Instituto Yad Vashem de Israel, al igual que otros 6.600 polacos que arriesgaron su vida para salvar judíos, la nacionalidad más numerosa en recibir esta distinción.

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