Maqueta de la construcción en el XVIII
Maqueta de la construcción en el XVIII - MIGUEL MUÑIZ

Museo Naval de Ferrol: en los astilleros de la historia

El centro conserva piezas, maquetas y planos de más de tres siglos de evolución naval en una exposición didáctica en el Arsenal histórico

FERROL Actualizado: Guardar
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Si hay un lugar donde la construcción naval no tiene secretos, ese es Ferrol. La ciudad no oculta, en días grisáceos, cicatrices todavía visibles de la dura reconversión de sus astilleros. Pero aún deslumbran las astillas de su historia, porque se percibe un ritmo que asciende desde las tranquilas aguas del puerto. Son muchos siglos botando buques de todos los tamaños. Desde humildes barcos de cabotaje a portaaeronaves, desde antiguos galeones y grandes navíos de línea imperiales a buques civiles y militares que España exporta hoy gracias a la más sofisticada tecnología de la era aeroespacial. El astillero del futuro sigue aquí.

Tal vez no suenan ya en Ferrol la sierra ni el mazo del carpintero junto a la orilla, ni se afana con la brea humeante el calafate. Pero el silencio de los ingenieros ante el ordenador sigue rimando con las grandes soldaduras en los diques, con el zumbido de las gigantescas grúas (bajo la de Astano cabría la portada de la catedral de Santiago) y el estrépito de inmensos cascos de acero entrando al agua.

Una trainera en el edificio dieciochesco del Museo
Una trainera en el edificio dieciochesco del Museo - MIGUEL MUÑIZ

La proa del Príncipe de Asturias necesitó un modelo 1:100 para diseñar la maniobra del ancla, que podía clavarse en el casco. Del diseño de la regola (la pieza redonda de la que cuelga el ancla) dependía que la maniobra no terminase dañando el buque. Los ordenadores de entonces no podían con diseños tan complejos y se hacían mejor a mano, a escala, para observar el comportamiento de las piezas.

Al entrar en el museo se pasa por una cuaderna de fragata y junto a los restos de otra. El casco se forraba de cobre para evitar parásitos. Moluscos y gusanos que, si no se eliminaban, frenaban en 3 nudos la velocidad del barco o lo devoraban en silencio

El museo reconstruye desde una cubierta de una fragata dieciochesca, con los cañones mezclados con los coys en los que dormía la tripulación, hasta los camarotes modernos de los buques de la Armada actual que, comparados con aquellos, cuentan con todas las comodidades que hoy disfrutan los hombres del mar.

El museo utiliza el edificio del siglo XVIII en el que se fundían piezas metálicas de los grandes navíos. Patrimonio industrial de la Ilustración en Ferrol. Colección: fondos de la Armada, Bazán y Astano forman un conjunto divulgativo y científico único en Europa. El museo depende de una fundación: Exponav. www.exponav.org

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