El académico en la biblioteca de la RAE
El académico en la biblioteca de la RAE - FOTOS: MATÍAS NIETO

Muñoz Machado: «En España hay leyes manifiesto, que no tienen la pretensión de ser aplicadas»

El académico ha dirigido el «Libro de estilo de la Justicia» y además presenta el servicio online del diccionario jurídico de la RAE

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«Levántese el acusado», que en este caso sería el estilo de los textos jurídicos en nuestro país. ¿Acaso una ley es mejor por estar más claramente escrita? Desde luego traería menos conflictos de interpretación. ¿Merecen multa unos argumentos oscuros?

Para sacarnos de todas estas dudas y dejar sobreseído el caso, nadie mejor que Santiago Muñoz Machado (Pozoblanco, 1949), secretario de la Real Academia Española (RAE) y notable jurista a cuyo cargo están las palabras del derecho (y del revés, visto el rigor de su trabajo) y que acaba de publicar el «Libro de estilo de la Justicia» (Espasa), una guía para resolver las dudas del juez y del abogado, del legislador y del ciudadano, de todos los agentes y pacientes del derecho en España.

La publicación coincide con la presentación de la versión online del «Diccionario del Español Jurídico» (DEJ), que suma 3.000 entradas nuevas y estará desde mañana disponible en la web de la RAE: www.rae.es. «Siempre está la imputación a los juristas y al derecho de que no se les entiende -afirma-. Es un poco injusta».

¿Evoluciona el ordenamiento o hay un cierto caos con tantos cuerpos legislativos?

Ese caos se va arreglando. Pero los códigos han reventado porque hay demasiadas cosas para codificar. Las bases de datos legislativas ayudan pero es difícil saber, como ocurría en la Edad Media, cuál es la norma aplicable. En Google pides una ley y te la da. Pero no te dice si está derogada en parte, si hay otra posterior que la contradice… El problema a que nos lleva la Red es medieval, la elección de la norma.

En Hispanoamérica es el mundo jurídico comparable.

Hay algunas adherencias anglosajonas pero el edificio es completamente europeo e hispano, sobre todo el civil, privado. Hay una cosa curiosa. En 1812 las Cortes decidieron que harían los códigos, civil, penal y de comercio. Por razones históricas España tardó casi un siglo en hacer el civil (1889) pero los americanos nos adelantaron en eso. Se basaron en los proyectos de Cádiz, cuando aquí los foralismos hicieron casi imposible la codificación durante décadas.

Entonces sí hay un derecho iberoamericano básico.

Sí, con añadidos de derecho prehispánico y algunos de derecho indiano, que es español. Nos decidimos a hacer el panhispánico porque es un asunto de gran importancia lingüística.

¿Por qué?

Si la misión principal de la RAE es, según sus estatutos, estar atentos a la unidad de la lengua, ese valor podría tomar derivas de fragmentación por la gran renovación del lenguaje que se produce en el mundo del derecho.

Cicerón era abogado, pero pasó a la Historia sobre todo como literato. ¿Hay jueces hoy con conciencia de estrella literaria?

Cicerón pasó a la Historia por lo mucho que escribió y por escribir bien, en un latín modélico para todos los renacentistas. Hay cierto peligro en el gusto literario de los jueces… Hubo quien puso las sentencias en verso, lo que le valió un expendiente. Pero sí hay jueces que cobran fama en el mundo jurídico porque sus sentencias son modélicas desde el punto de vista literario.

Así da gusto que te condenen, vamos…

(Risas) Ya que te condenan, que al menos sea a tu gusto.

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