Nicolás Gynan, al rescate
Nicolás Gynan, al rescate - ABC

La lengua guaná, de la amenaza de desaparición a las páginas del diccionario

Nicolás Gynan busca su recuperación con la ayuda de cuatro ancianas del norte de Paraguay

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Cuatro ancianas del norte de Paraguay llamaron la atención del lingüista estadounidense Nicolás Gynan por una razón de peso: son las últimas hablantes de la lengua guaná, y con su ayuda han elaborado un diccionario para evitar la desaparición del idioma de su pueblo, de apenas un centenar de personas.

Gynan, que desde 1995 estudia las lenguas indígenas de Paraguay, ha trabajado en los últimos años con Azucena, Vicenta, Modesta y Lucía, las ancianas analfabetas que custodian la lengua guaná desde la recóndita comunidad de Río Apa, en el norte de Paraguay.

En esta zona se instaló, a principios del siglo XX, la empresa argentina Carlos Casado, la primera fábrica de extracto de tanino de América, que dio empleo a muchos guaná, obligados a aprender el castellano o el guaraní, las lenguas cooficiales de Paraguay, para poder comunicarse con sus capataces.

Tras el cierre de la compañía, los guaná se desplazaron hasta la ciudad de Vallemí para trabajar en la industria del cemento, que les procuró un salario, pero que profundizó en el progresivo abandono de la lengua nativa.

Hasta que, hace alrededor de dos años, la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL) de Paraguay emprendió un operativo de rescate del idioma guaná para salvarlo de la extinción.

Para la tarea coordinaron esfuerzos Gynan, quien mantuvo diversas entrevistas con las cuatro ancianas, y los técnicos de la SPL, que realizaron grabaciones de los vocablos, dejando así un registro del sonido particular de este idioma.

El fruto resultante es un diccionario trilingüe en guaná, español y guaraní que el experto llevará la próxima semana a la comunidad de Río Apa.

El diccionario se compone de más de mil vocablos que describen elementos de la naturaleza, objetos, acciones, saludos y otras palabras de uso común.

Además de las entrevistas con las únicas hablantes del guaná, el glosario se nutre del léxico aportado por antropólogos como Juan de Cominges o Guido Boggiani, que documentaron ese idioma a fines del siglo XIX.

El objetivo final es que la lengua no desaparezca y se imponga sobre un fenómeno de bilingüismo pasivo presente en la comunidad: muchos adultos comprenden la lengua guaná, pero no se sienten capaces de usarla para expresarse. «Muchos guaná conviven con la vergüenza de desconocer su propia lengua, afirmó Gynan.

Sin embargo, el experto observa que la comunidad guaná se siente orgullosa de trabajar por la recuperación de su lengua de origen, la que utilizaron sus ancestros para nombrar desde fenómenos de la naturaleza a emociones humanas.

«El resultado es impactante. Hemos visto un resurgimiento del orgullo de los guaná, que ahora organizan reuniones en Río Apa donde expresan sus danzas y cantos tradicionales. Aún queda algo de su cosmovisión, que se ha podido salvar gracias al empeño en reforzar su lengua», expresó Gynan.

Y lo que es más importante, según el experto, es el entusiasmo mostrado por los más jóvenes, los encargados de que esa lengua se traslade de generación en generación. «Los niños y jóvenes demuestran un entusiasmo tremendo por aprender la lengua guaná, que nunca antes se les había enseñado en las escuelas, donde las clases se imparten únicamente en español», expresó Gynan.

El pueblo guaná es una de las 19 etnias indígenas presentes en Paraguay, divididas en cinco familias lingüísticas diferentes. Según la SPL, además del guaná, en Paraguay hay otras cuatro lenguas indígenas que corren el riesgo de desaparecer: la lengua de los manjui, la de los sanapaná, la de los angaité y la de los tomaraho.

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