María Dueñas brinda por 'La templanza'

Hace apenas seis años, la vida de María Dueñas se asemejaba a la de cualquier mujer de su tiempo. Cualquier mujer desconocida. Vivía consagrada a su familia y a su carrera como profesora de Universidad. Hasta que encontró la salida natural a su trabajo y, sobre todo, a su pasión por la lectura: la escritura. Explotó en plena madurez y su onda alcanzó al mercado editorial de las dos orillas. De las manos y la imaginación de la autora manchega brotan grandes historias. Novelas significadas. Superventas. Éxitos televisivos. Y María Dueñas, con más de tres millones y medio de ejemplares vendidos de sus dos primeras obras, y otros 500.000 alineados en los anaqueles de las librerías de España y América Latina del tercero, 'La templanza' (Planeta), poco ha cambiado con respecto a la docente madre de familia y absoluta desconocida que era hace algo más de un lustro.

Mantiene la ilusión de los comienzos de su carrera como escritora, paladeando cada presentación, cada encuentro con sus seguidores, en todas las entrevistas. Consciente de que no hay mejor marketing que el boca a boca, atiende con calidez a sus lectores. Y 'vende', como ella misma es, clara y detallista, las apasionantes tramas que recupera y crea en sus libros.

Ayer se trasladó a Jerez, escenario principal de 'La templanza', en el acto de lanzamiento del que ya apunta a convertirse en otro best-seller. Jerez, citado en el Museo de la Atalaya, respondió a la convocatoria con un lleno absoluto. Pocos libros despiertan tanta expectación como los que firma Dueñas, la estrella del firmamento editorial en español de los últimos tiempos. La culpable del enganche literario de millones de personas (su 'Tiempo entre costuras' ha sido traducido a 30 idiomas). Jerez la arropó anoche porque la autora le ha hecho un regalo a la ciudad eligiéndola como uno de los principales escenarios de la novela. No podía ser de otra forma, ya que los vinos también son elemento fundamental de la misma.

«Para mí es muy emocionante estar en Jerez, que me ha dado tantas cosas y alegrías para hacer esta novela, que estaré agradecida de por vida», empezó Dueñas.

La escritora ha vuelto en su tercera novela a forjar un enjambre de tramas, marcos y tiempos. Vibrantes y emocionantes. Con un personaje principal masculino, Mauro Larrea, tras las dos femeninas de 'El tiempo entre costuras' y 'Misión olvido'. 'La templanza' guarda una historia de ambiciones y supervivientes entre el México independiente de la década de 1960, la Cuba aún bajo el dominio español y el Jerez del esplendor bodeguero. «Vaya por delante que me encanta el vino de Jerez. Es algo que tenía cargado en mi mochila personal», destacó la autora, que dijo que le surgió el «chispazo» de elegir la ciudad y su caldo como actores de su historia en un avión cargado de ingleses que bebían vino. La superventas manchega, acompañada por Jesús Vigorra, proporcionó los detalles de su novela, que salió a la venta este mismo martes. El periodista subrayó al comienzo de la charla una prestigiosa coincidencia. «María Dueñas se suma a la nómina de escritores que han hablado en sus obras de Jerez y sus vinos como Shakespeare, Blasco Ibáñez, Caballero Bonald o Allan Poe».

Mauro Larrea, «un personaje mestizo», es el primer protagonista masculino de las obras de Dueñas. «Me enamoraría de él automáticamente, es un gran seductor, pero de forma inconsciente», resaltó la escritora. Él hace al lector cruzar el Atlántico de ida y vuelta a lo largo de su compleja biografía. Viudo desde el nacimiento de su segundo hijo, emigra a México para trabajar como minero y llegó a hacer fortuna y convertirse en empresario. Años más tarde, la guerra civil en Estados Unidos le devuelve a la ruina y comienzan ahí sus andanzas para no solo para recuperar el esplendor perdido, sino para sobrevivir.

De México a La Habana en un arriesgado movimiento financiero a la desesperada y de Cuba, de carambola, a Jerez. Un duelo solucionado en una mesa de billar convierte a Mauro en propietario de una ajada bodega en Jerez. En la localidad gaditana, aún pendiente de rentabilizar su adquisición, conoce a Soledad Montalvo. «Era un tipo muy sólido que no imaginó que una mujer iba a dominar su destino. Bueno dos, Carola, que encuentra en La Habana, y Soledad, a la que conoce en Jerez».

«He buscado documentación hasta debajo de las piedras», resaltó la literata en la presentación, que comentó «saber casi todo» del mundo del vino. «Era fundamental ser fiel al pasado de Jerez, a cómo se vivía entonces, incluso a qué olía», desgranó Dueñas. La calle Larga, el barrio de San Miguel, los casinos y más de medio millar de bodegas terminan por seducir a al indiano.

El título de 'La templanza' está escogido del nombre de la viña que cae en las manos del protagonista y de «una virtud de la que anda escaso», aclaró Dueñas, filóloga inglesa que a preguntas de Vigorra opinó sobre la escasa formación en idiomas de nuestros políticos, confesó sus manías de escritora, sus preferencias como lugar de residencia o que le pone de mala uva la mala educación. Y que brindó con solera por otro novelón.