NATURE

El ADN revela de dónde venían los «padres» de Grecia

Minoicos y micénicos eran genéticamente similares entre sí y procedían de poblaciones neolíticas de granjeros de Anatolia. Los griegos modernos están estrechamente emparentados con ellos

Fresco minoico procedente del gran palacio de Knossos Lapplaender/FLICKR

ABC.ES

La civilización minoica (2.600 al 1.100 antes de Cristo) floreció en la isla de Creta entre los años 2.600 y 1.100 antes de Cristo. No solo fueron el primer pueblo alfabetizado de Europa, sino además los miembros de una cultura muy avanzada artística y tecnológicamente. Siglos después de su comienzo, la civilización micénica (1.700 al 1.050 antes de Cristo) se desarrolló en la península del Peloponeso. Esta tradición compartió muchos rasgos culturales de los minoicos y desarrolló una forma temprana del griego.

Pero, ¿de dónde procedía la gente que alumbró estas civilizaciones? La pregunta ha permanecido sin respuesta durante un siglo, pero un estudio publicado recientemente en la revista Nature , que ha analizado antiguas muestras de ADN, ha ofrecido por fin una explicación. Micenos y minoicos eran genéticamente similares y procedían de un mismo grupo de granjeros del Neolítico , y no de dos lugares distintos, como se pensaba hasta ahora.

Tabla inscrita en lenguaje micénico, a su vez procedente de una lengua minoica aún no descifrada Zde/WIKIPEDIA

Gracias a eso, han averiguado que grupos de granjeros del Neolítico migraron desde Anatolia hacia Grecia y Creta miles de años antes de que comenzase la Edad del Bronce. Además, han concluido que los griegos modernos son claramente descendientes de los micénicos.

Para hacer estos análisis, los investigadores recogieron muestras de dientes de los restos de 19 personas micénicos, minoicos y procedentes de Anatolia y los compararon con los genomas (conjuntos de genes) de 330 individuos de la antigüedad y con 2.600 de personas actuales.

Los resultados muestran que minoicos y micénicos eran genéticamente muy similares, pero que no eran idénticos. Los segundos tienen una huella dejada por antiguos pobladores del Norte y Este de Europa , una señal ancestral que está también presente en los europeos actuales.

Aunque quedan muchos interrogantes abiertos, el estudio descarta una importante teoría que decía que los micénicos no estaban relacionados con los minoicos, sino que eran una población extranjera que llegó al Egeo. También rechaza la idea de que los griegos modernos no descendían de los micénicos.

Más bien al contrario, esta investigación muestra que en la región hay una continuidad genética desde tiempos antiguos hasta la actualidad, enriquecida, eso sí, con la llegada de personas del Norte y Este de Europa.

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