¿Para qué sirven las manchas de las jirafas?

Un estudio realizado por tres investigadores confirma que algunas de las características son heredadas de madres a bebés

SERVIMEDIA

Tres investigadores de instituciones de Estados Unidos y Suiza han confirmado la hipótesis surgida hace 49 años tras una investigación que, algunas características del patrón de manchas de las jirafas, se transmiten de madres a bebés.

Indican en un estudio, publicado en la revista «PeerJ», que la supervivencia de las jirafas jóvenes está relacionada con el patrón de las manchas en su piel, lo que puede ayudar a camuflarse ante los depredadores.

«Los patrones de manchas de jirafa son complejos y pueden ser muy diferentes entre los individuos», indica Derek E. Lee, profesor asociado en la Universidad del Estado de Pensilvania (Estados Unidos) y primer autor del estudio.

Lee subraya que «las marcas complejas pueden ayudar a los animales a evadir a los depredadores , regular su temperatura o reconocer a familiares o individuos, lo que puede afectar a su capacidad de sobrevivir y de reproducirse».

El color de la piel de las jirafas es uniformemente gris oscuro, pero sus manchas son muy variables en color y forma, puesto que pueden ser casi redondeadas con bordes muy suaves hasta elípticas con bordes dentados o lobulados. Los patrones de las manchas no cambian a medida que el animal envejece, lo que permite a los investigadores identificar a los individuos en función de sus dibujos únicos.

Circularidad y solidez

El estudio revela que las jirafas recién nacidas con manchas más grandes y de forma irregular tienen más probabilidades de sobrevivir durante los primeros meses de vida, lo que podría reflejar un mejor camuflaje de esos individuos, pero también podría estar relacionado con otros factores como la regulación de la temperatura o la comunicación visual.

Dos de los 11 rasgos de manchas analizados por los investigadores, esto es, la circularidad (cómo está la mancha de cerca respecto de un círculo perfecto) y la solidez (cómo de suaves y completos son los bordes) fueron significativamente similares en las madres y las crías, lo que sugiere que esos rasgos son heredados .

Monica Bond, estudiantes de posgrado en biología evolutiva y estudios ambientales en la Universidad de Zúrich (Suiza) y autora del trabajo, indica que Anne Innis Dagg fue la primera investigadora de jirafas en áfrica que evidenció en 1968 que la forma, el número, el área y el color de las manchas en los patrones de estos animales pueden ser hereditarios, pero su análisis se realizó en una pequeña población de zoológicos. «Utilizamos jirafas salvajes y modernas técnicas de imágenes y análisis para confirmar sus conclusiones», añade.

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