La fractura que partirá África en dos

Las profundas fisuras aparecidas en Kenia son la prueba de la presencia de un rift, una zona de separación continental

Varias fisuras, de cientos de metros de largo, aparecieron al oeste de Nairobi recientemente REUTERS
Gonzalo López Sánchez

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Dado que la vida suele durar como mucho 100 años, nadie puede ver cómo crece una montaña o cómo se abre un océano. Sin embargo, los geólogos saben que estas cosas están ocurriendo en este mismo momento. Por ejemplo, se considera que los continentes se separan y se unen en el plazo de cientos de millones de años , a causa del movimiento de las placas tectónicas. Un proceso así es la causa de que hoy en día la línea de costa de América del Sur encaje a la perfección con África. Ambas masas terrestres estaban unidas, pero se separaron hace unos 130 millones de años y hoy siguen alejándose a razón de 2,5 centímetros al año.

A veces, estos lentos fenómenos son visibles. Las últimas semanas, varias fracturas de hasta 15 metros de profundidad , 20 de ancho y cientos de largo aparecieron al oeste de Nairobi, en Kenia. Algunos vecinos vieron cómo el suelo de sus casas se partía literalmente en dos y cómo la carretera que une Mai Mahiu con Narok quedaba interrumpida. Tal como explicó en medios locales el geólogo keniano David Adede , de la consultora «Rock Link», todo esto ocurrió después de semanas de intensas lluvias . Pero lo que hizo el agua fue mostrar un proceso más profundo: desde hace unos 30 millones de años la parte oriental del continente africano está en el proceso de separarse de la occidental, a una tasa de 2,5 a 5 centímetros anuales.

«Las fracturas aparecidas son el resultado de la presencia de canales subterranéos que siguen una línea de falla provocada por el movimiento de las placas tectónicas», explica Adede a ABC. «Lo que ha ocurrido es que las lluvias arrastraron las cenizas volcánicas que estaban depositadas en esta falla y desvelaron esas fracturas».

La mejor forma de entender lo que está ocurriendo es mirar desde las alturas. Cuando se observa la parte oriental de África en un mapa, se puede apreciar fácilmente una cicatriz que discurre desde la hondonada de Afar hasta el lago Nyasa , y situada en una amplia zona conocida como Gran Valle del Rift. Valles muy profundos forman una línea apreciable: en su fondo aparecen grandes lagos, como el Victoria o el Tanganica. En los bordes, imponentes montañas, como el Monte Kilimanjaro o el Monte Kenia.

ABC

Esta zona está poblada por varios rifts , depresiones alargadas causadas por el adelgazamiento de la litosfera terrestre (la capa superficial y rígida del interior de la Tierra), a causa de un proceso de estiramiento y de separación continental.

El geólogo Lewis Ashwal , un investigador de la Universidad de Witts en Johannesburgo (Sudáfrica) que fue clave en el descubrimiento del nuevo continente de Mauritia , explica a ABC que en esta región todo indica que la causa de la separación de las placas está justo bajo la hondonada de Afar. Allí se encuentra una pluma del manto, una acumulación de magma caliente que proviene de las profundidades y que recuerda a una burbuja. Esto ha elevado el terreno y generado una fractura triple cuyos brazos forman un ángulo de 120 grados . Cada brazo separa los continentes en distintas direcciones: uno ha formado el Mar Rojo y separado África de Arabia, otro es paralelo al Golfo de Adén y el tercero atraviesa África.

Dos nuevos continentes

«Dentro de decenas o cientos de millones de años, el continente africano se partirá en dos », dice Ashwal. «Se formará un nuevo suelo oceánico y dos placas, la Nubia y la Somalí, se separarán». Así ocurrió también en la separación de África y América, en el lago Baikal (Rusia) o en el Mar Muerto (Israel). Pero Ashwal reconoce que es posible que el proceso se detenga, y que la fisión se aborte. Por ejemplo, desde el lago Superior (EE.UU.) al centro de Kansas se extiende un rift que detuvo su avance.

Según explica a ABC Lucía Pérez Díaz , geóloga en la Universidad de Londres, «es muy probable que la reciente aparición de grietas en superficie sea un hecho aislado». Sin embargo, añade: «Es complicado predecir dónde y cuándo pueden aparecer nuevas grietas, volcanes o terremotos».

Ashwal dice que el origen de estos fenómenos está en que, a medida que la litosfera adelgaza a causa del estiramiento, asciende material de las profundidades que se funde y genera vulcanismo. Según Pérez, «todos estos eventos son difíciles de predecir pero en la mayoría de los casos son de baja magnitud. El riesgo es bajo, con excepciones como las grietas que hemos visto» . En este sentido, coincide Adede:«Espero más fracturas de este tipo en el futuro. Sin duda, son un peligro para las infraestructuras». Por lo demás, la lenta separación de África seguirá pasando desapercibida y no se culminará hasta dentro de millones de años.

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