Estructura del virus zika
Estructura del virus zika - Daved Fremont, Washington University

Un medicamento contra la tenia puede evitar la microcefalia causada por el zika en el feto

Dos medicamentos, uno contra la tenia y otro contra la hepatitis C, bloquean la replicación del virus y protegen a células neurológicas

De momento, su eficacia ha sido estudiada en cultivos celulares, pero será necesario hacer pruebas en animales y después en humanos antes de poder usarlos

MADRID Actualizado: Guardar
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La relación entre el virus zika y la aparición de microcefalia y síndrome Guillain Barré en bebés recién nacidos llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar la epidemia de zika como una emergencia de salud pública de importancia internacional. Sin embargo, a pesar de la preocupación que ha suscitado, aún no hay vacuna para evitar el contagio, y las medidas de seguridad más sofisticadas consisten en usar repelentes y ropa gruesa para evitar la picadura de los mosquitos transmisores de la enfermedad.

Hasta que los múltiples esfuerzos que se están haciendo por desarrollar una vacuna den resultado, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Florida (FSU) ha buceado entre 6.000 medicamentos y compuestos existentes, en busca de posibles remedios contra el virus.

Tal como han publicado este lunes en la revista « Nature Medicine», han identificado varios compuestos capaces de bloquear al virus en dos frentes: o bien evitan que el zika se multiplique en el cuerpo, o bien impiden que dañe las células cerebrales del feto y que provoque la aparición de malformaciones neurológicas.

«Nos centramos en compuestos ya existentes que estaban cerca de poder ser usados en ensayos clínicos», explicó Hengli Tang, investigador de la FSU, en un comunicado. «Este es el primer paso hacia un tratamiento que pueda detener la transmisión de la enfermedad».

Y se trata del primer paso porque estos compuestos deberían pasar aún por varias etapas antes de convertirse en un medicamento. De momento, los científicos solo los han probado en cultivos de células en laboratorio, pero aún falta probar la seguridad y la eficacia de estos compuestos contra el zika en modelos animales, y después, en pruebas con seres humanos. Todo el proceso podría alargarse durante años.

Aún así, los investigadores creen que el largo tiempo que llevará desarrollar la primera vacuna y la urgencia de la situación justifican estos esfuerzos en desarrollar tratamientos alternativos.

«Desarrollar un nuevo medicamento lleva años, si no décadas», ha dicho Hongjun Song, otro de los investigadores implicados, en un comunicado. «En este tipo de emergencias globales, no tenemos tiempo. Así que en vez de usar nuevos medicamentos, escogimos buscar en los ya existentes. De esta forma, esperamos llegar a un tratamiento mucho más rápido».

Remedio contra las tenias

Uno de los compuestos identificados tiene capacidad para impedir la multiplicación del virus. Es la base de un medicamento conocido como Niclosamida (vendido como Niclocida), un remedio que ha sido usado durante 50 años en humanos para tratar infecciones de tenias y otros gusanos. Cuenta con la aprobación de la FDA (Administración para Drogas y Comida de Estados Unidos), y está en la categoría B de medicamentos, lo que indica que no produce daños en el feto, según las conclusiones obtenidas en ensayos con animales.

El otro grupo de compuestos antivirales está formado por inhibidores de una enzima (caspasa) que son capaces de impedir la replicación del virus en las células. Destaca el «Emricasan», un medicamento usado actualmente en ensayos clínicos de fase II en el tratamiento contra fibrosis hepática y otras lesiones del hígado provocadas por el virus de la hepatitis C.

Tratamiento efectivo

Ambos compuestos funcionaron antes y después de la infección del virus y mostraron su eficacia en varios tipos de células cerebrales, incluyendo células troncales fundamentales en el desarrollo del feto, en astrocitos e incluso en cultivos tridimensionales. Pero lo más interesante es que su efecto aumentó cuando fueron usados en combinación y no por separado.

Los investigadores que han trabajado en este estudio siguen estudiando estos compuestos y esperan poder ponerlos a prueba en animales infectados con el zika en un futuro próximo. También creen que este trabajo y su forma de buscar tratamientos entre medicamentos ya conocidos ayudará a combatir infecciones de virus similares, como el chikungunya, el dengue o el virus del Nilo.

Mientras tanto, la epidemia de virus zika sigue expandiéndose a causa de la picadura de los mosquitos del género «Aedes», y ya afecta a 61 países y territorios de América y África, según la OMS. Además, 20 de estos territorios han informado de un aumento de casos de microcefalia u otros síndromes neurológicos, potencialmente asociados a la picadura de mosquitos portadores del virus a mujeres embarazadas. En Europa, 19 países han informado de casos importados de la enfermedad (incluyendo a España), y se han registrado un total de 75 infecciones entre mujeres embarazadas.

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