Los desconocidos volcanes de Cataluña que rugieron hace 13.000 años

El Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrocha, en Gerona, alberga más de 50 edificios volcánicos. Su origen está en la formación de una gran línea de fracturas en todo el continente europeo hace 5,3 millones de años

Panorámica del Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrocha. En primer término, el volcán de Santa Margarida

Por Nahúm Méndez (Un geólogo en apuros)

Quien iba a decir que casi a medio camino entre los Pirineos y la Costa Brava se encuentra una de las zonas volcánicas más espectaculares y desconocidas de la península ibérica . Su riqueza geológica y paisajística nos invita a visitarla aprovechando el descenso de las temperaturas y junto al cambio de color de las copas de los árboles que acompaña a la llegada del otoño.

Hablamos del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha , en la provincia de Gerona, y que alberga alrededor de unos 50 edificios volcánicos , y que fueron hogar de algunos de los últimos episodios de vulcanismo activo que hemos vivido en la península, junto con la zona volcánica de Calatrava , en la provincia de Ciudad Real.

¿Qué es un volcán?

Antes de entrar un poco más en materia, ¿qué son en realidad los volcanes? Un volcán no es más que una grieta en la superficie de nuestro planeta por la que asciende el magma, esa roca fundida a gran temperatura que vemos con ese color naranja tan característico durante las erupciones y que proviene de las profundidades de nuestro planeta, y que una vez sale al exterior llamamos lava .

Volcán Croscat, en el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrocha, en Gerona Carquinyol, CC

Aunque no hay que olvidar que los volcanes también emiten gran cantidad de gases como el vapor de agua, el dióxido de azufre o el dióxido de carbono e incluso ceniza, que es roca pulverizada por la fuerza de la propia erupción y que es la responsable de la cancelación y desvío de los vuelos en algunas ocasiones, como la que provocó el volcán islandés Eyjafjallajökull en el año 2010 , sembrando el caos aéreo en Europa y que seguro todavía recuerdas.

Orígenes situados hace 5,3 millones de años

¿Por qué se formaron estos volcanes de Cataluña? A finales del Mioceno (hace más de 5.3 millones de años), en la zona más occidental del continente europeo comenzaron a formarse una serie de fracturas que se extienden desde el mar del Norte hasta el sur de la península ibérica , atravesando países como Alemania, Francia, Suiza y Republica Checa.

A raíz de este fenómeno, el magma que hay debajo de la corteza terrestre comenzó a subir aprovechando las fracturas que se estaban formando, creando fenómenos volcánicos donde consiguió llegar a la superficie.

Pero volvamos a Cataluña. Lo cierto es que esta comunidad autónoma ha tenido una gran actividad volcánica en los últimos 15 millones de años –puede parecer mucho, pero en cuestión de tiempo geológico es realmente poco–. Sin embargo, la zona de La Garrocha es la más joven de todas, ya que las erupciones se centraron en un periodo que comenzó hace 500.000 años y que finalizó hace 11.500, lo que sitúa las últimas erupciones a finales del Paleolítico.

Volcanes en la ciudad de Olot

Esta actividad tan reciente ha permitido que muchos de los edificios volcánicos, que nosotros reconocemos claramente por su forma de cono, se hayan conservado muy bien, ya que la erosión de la lluvia y el viento no ha tenido tiempo de cambiar su form a ni borrarlos por completo, convirtiendo este paisaje en único, sobre todo cuando alrededor han crecido municipios como Olot.

De hecho, algunos de estos volcanes han sido aprovechados a lo largo de la historia para construir en sus cimas pequeñas torres de vigía y defensa que aprovechan su altura sobre el terreno que los rodea –que no llegan en ningún caso a los 200 metros de altura–y que les permitían una visión privilegiada del horizonte, como las que se pueden disfrutar en el volcán de Montsacopa .

Visión del municipio de Castellfollit de La Roca, levantado sobre las columnas procedentes de una antigua colada volcánica

Desgraciadamente, algunos de los volcanes no fueron usados solo para construir en su cima, sino que también fueron empleados como canteras para extraer materiales para la construcción , hasta los años noventa del siglo pasado, sufriendo un gran deterioro en su forma y conservación. Por suerte, se han intentado diferentes proyectos de restauración que aprovechan la existencia de la cantera para poder observar el interior de los edificios volcánicos.

Visita al Parque Natural de La Garrocha

Gracias a la movilización social y a una concienciación mayor sobre el valor del medio ambiente y la importancia de los paisajes, en 1982 la zona se constituyó como paraje natural y posteriormente, en 1986, como Parque Natural , protegiendo el entorno geológico, pero también a las especies animales y plantas propias de la zona.

¿Y qué podemos ver en la zona de la Garrocha? Yo recomiendo visitar el último volcán que estuvo activo, que fue el Croscat , y que podemos visitar desde las inmediaciones de Can Blanc y Santa Pau a través de los numerosos caminos que lo bordean y que no tienen ninguna dificultad para un paseo.

Este cono volcánico que está completamente cubierto por la vegetación sufrió de la explotación por las canteras que se construyeron en su ladera, pero gracias a eso se puede ver la propia estructura interna y como fue creciendo el volcán , lo que le aporta un gran atractivo a la hora de poder conocer los procesos volcánicos. Además, del volcán surge una lengua de lava que supera los 3 kilómetros de longitud y sobre la que se puede ver diferentes morfologías asociadas a la colada de lava.

Castellfollit de la Roca

Otro punto que destaca por su espectacularidad son los acantilados trazados por el rio el Fluvià en Castellfollit de la Roca, no solo por la altura del pueblo con respecto al valle fluvial –que alcanza los 50 metros–, sino porque la erosión del rio ha permitido que veamos la estructura interna de una colada de lava en la que aparecen espectaculares columnas naturales formadas durante el enfriamiento de la lava.

Por supuesto, en la ciudad de Olot podrás disfrutar también de una fusión entre el paisaje natural y humano y como la influencia de la geología hace que el diseño de las ciudades tenga que adaptarse a la realidad de un terreno que se formó mucho antes que llegáramos nosotros. Más arriba hablábamos del volcán de Monstsacopa, pero también la ciudad se vio obligada a cambiar su trazo por la presencia del volcán de La Garrinada .

Geología y paisaje son dos palabras que van unidas de la mano, y en España tenemos una gran diversidad geológica, como una gigantesca galería de arte de la que somos su lienzo, y sobre la que podremos leer una parte de la historia de nuestro planeta.

Nahúm Méndez-Chazarra es divulgador y autor del libro «Un geólogo en apuros»

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