Cristina Pantoja, Lluc Mosteiro, Manuel Serrano and Noelia Alcázar, del Grupo de Supresión Tumoral del CNIO
Cristina Pantoja, Lluc Mosteiro, Manuel Serrano and Noelia Alcázar, del Grupo de Supresión Tumoral del CNIO - ABC

El CNIO identifica una molécula que tiene la llave de la reprogramación celular

Se llama ILS y abre la puerta a la transformación de células adultas desde dentro, sin sacarlas del organismo y con nuevos medicamentos

MADRID Actualizado: Guardar
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La reprogramación celular puso fin al dilema de utilizar células madre embrionarias. El japonés Shinya Yamanaka descubrió que bastaba con utilizar una combinación de cuatro genes para conseguir que cualquier célula adulta, por ejemplo la de la piel, diera marcha atrás en su reloj biológico, retrocediera a su estado embrionario y se transformara después en neuronas, células cardiacas, renales o lo que nos pudiera interesar. Así se abrió paso a la posibilidad de conseguir en el laboratorio células aptas para trasplante sin ningún recelo ético.

El hallazgo le supuso a Yamanaka el nobel de Medicina, pero lo cierto es que aún es una técnica poco eficiente y con un perfil bajo de seguridad para utilizarla en tratamientos médicos. Este jueves científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han dado un paso importante para mejorar la eficiencia de este proceso.

En la revista «Science» describen una molécula que es clave en reprogramación celular.

Esta molécula se llama interleuquina 6 (IL6) y sin su presencia no se consigue una reprogramación eficiente, según explica en la investigación el grupo de Supresión Tumoral del CNIO que dirige Manuel Serrano. La expresión de los genes utilizados en la transformación de las células adultas producen un daño en las células, estas secretan IL6 y hace que algunas células vecinas se reprogramen. El daño tisular es la clave de este proceso.

Identificado el papel esencial de IL6, Serrano, Mosteiro y el resto del equipo trabajan en la actualidad con diferentes aproximaciones farmacológicas para aumentar el grado de reprogramación. Esto podría ayudar a mejorar la regeneración de los tejidos dañados, incluso en ausencia de los factores de Yamanaka. Es decir, se podría conseguir la reprogramación desde dentro, sin sacar las células del organismo. Se podrían usar nuevos medicamentos para combatir enfermedades que hoy son incurables.

Tratamiento de numerosas patologías

Mejorar esta capacidad de reparación tendría consecuencias para la medicina regenerativa, incluyendo el tratamiento de múltiples patologías y procesos degenerativos asociados al envejecimiento.

En esta investigación también han participado, entre otros, Cristina Pantoja y Noelia Alcázar, del Grupo de Supresión Tumoral, además de Maria A. Blasco y Rosa M. Marión, del Grupo de Telómeros y Telomerasa, y varias unidades de apoyo especializadas, todos ellos del CNIO.

Ha sido financiada por el Ministerio de Educación, el Ministerio de Economía y Competitividad, «La Caixa», la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, el Consejo Europeo de Investigación (ERC), la Comunidad de Madrid, el Fondo Social Europeo, la Unión Europea, la Fundación Botín y Banco Santander, la Fundación Ramón Areces y la Fundación AXA.

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