La Aviación Civil británica muestra que, desde 2010, se han registrado más de 1.300 casos de humo o gases dentro de un avión de una aerolínea británica
La Aviación Civil británica muestra que, desde 2010, se han registrado más de 1.300 casos de humo o gases dentro de un avión de una aerolínea británica - abc

Cuestionan la calidad del aire en las cabinas de los aviones

Controversia en Reino Unido sobre los efectos del aire dentro de los aviones. Algunos expertos y activistas apuntan a efectos nocivos contra la salud para tripulación y viajeros asiduos

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Diecisiete miembros de la tripulación de cabina están preparando una demanda contra aerolíneas británicas, por considerar que el aire contaminado de las cabinas de los aviones comerciales en que trabajaron afectó gravemente su salud, según recoge la BBC en su sitio web.

La Autoridad de Aviación Civil británica (CAA por sus siglas en inglés) muestran que desde 2010 se han registrado más de 1.300 casos de humo o gases dentro de aviones de pasajeros de gran tamaño operados por una aerolínea británica.

Como consecuencia de que los seres humanos no pueden respirar autónomamente a la altitud a la que vuelan los aviones, este problema se soluciona extrayendo aire comprimido de los motores. El cual, una vez enfriado, se hace circular por la cabina.

A esto se le llama «sangrar aire» de los motores. Algunos de los activistas advierten de la posibilidad de fallas potenciales en los sellos de los motores; que pueden conducir a que gases producidos por la combustión de aceite así como fluidos hidráulicos y químicos dañinos llamados organofosfatos -utilizados para lubricar las partes de metal del motor- contaminen el aire en el interior del aparato.

Para Alan Boobis (Public Health England) los incidentes de gas ocurren uno de cada 2.000 vuelos ingleses

Según estos mismos activistas, esta situación puede tener consecuencias negativas para la salud, tanto por los «incidentes de gas» -situaciones puntuales en las que gases de aceite del motor entran a la cabina- como por la exposición frecuente de los pasajeros asiduos con la única excepción del nuevo Boeing 787 que usa tecnología «libre de sangrado». Estos críticos denominan a estos efectos «síndrome aerotóxico», pero las aerolíneas británicas y la CAA sostienen que no hay evidencia científica que muestre que la condición existe.

La opinión de los expertos

En opinión del profesor Alan Boobis, director de la Unidad de Toxicología del organismo de salud pública de Inglaterra (Public Health England) de la Universidad Imperial College de Londres, estima que los incidentes de gas ocurren en «uno de cada 2.000 vuelos (británicos)». En consecuencia, dicen, ningún estudio ha podido registrarlos.

Este experto añade que la información disponible indica que durante potenciales incidentes de gas, los niveles de contaminación del aire «son bajos, y probablemente por debajo de las cantidades que afectarían la salud en seres humanos». Los informes de seguridad entregados

Por su parte, la doctora Jenny Goodman, del Biolab Medical Unit, cree que el riesgo de sufrir complicaciones de salud es particularmente grande para empleados de las aerolíneas y viajeros frecuentes. En concreto, piensa que el síntoma aerotóxico afecta el sistema nervioso central y el cerebro en particular.

Los expertos coinciden en pedir que la Industria instale filtros en los motores

Para esta experta los síntomas abarcarían migraña, fatiga, dificultad para pensar, dolores en las articulaciones y músculos, problemas para respirar, problemas digestivos y hasta un incremento en el riesgo de cáncer de mama para las mujeres. Además considera que muchos doctores no identifican la relación con volar en aviones y prescriben antidepresivos de forma equivocada.

En cambio, el profesor Boobis (Public Health England) cree que los niveles de químicos en la cabina después de una filtración son «similares a los que pueden ocurrir en la casa o lugar normal de trabajo» y no representan un riesgo serio para la salud.En todo caso, estos expertos coinciden en pedir a la industria que haya filtros en los motores de avión.