Los investigadores creen que el disco galáctico de la Vía Láctea está ondulado
Los investigadores creen que el disco galáctico de la Vía Láctea está ondulado - RPI

La Vía Láctea es mucho más grande de lo que se creía

Investigadores creen que el disco galáctico se contornea en ondas concéntricas, lo que aumenta su diámetro a 150.000 años luz

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La Vía Láctea, la galaxia a la que pertenecemos, es al menos un 50% más grande de lo que se estima habitualmente, según un equipo internacional de investigadores liderado por el estadounidense Instituto Politécnico Rensselaer, hasta el punto de que alcanza los 150.000 años luz de diámetro. El motivo de este aumento de tamaño se debe a que, siguiendo el hilo de los científicos, nuestra galaxia no es un disco de estrellas en un plano llano, sino que está ondulado, se contornea en varias ondas concéntricas, el mismo efecto que provoca arrojar una piedra al centro de un lago. Aquí, esa piedra podría ser el paso de una galaxia enana o un cúmulo de materia oscura. Los resultados se publican en la revista Astrophysical Journal (El adelanto, en Arxiv).

El equipo llegó a esta conclusión tras revisitar datos astronómicos del Sloan Digital Sky Survey (SDSS), que, en 2002, estableció la presencia de un anillo de abultamiento de estrellas más allá del plano conocido de la Vía Láctea. «En esencia, lo que encontramos es que el disco de la Vía Láctea es ondulado», explica la física Heidi Newberg. «A medida que se irradia hacia el exterior desde el Sol, vemos al menos cuatro ondas en el disco de la Vía Láctea. Aunque sólo podemos mirar parte de la galaxia con estos datos, se supone que este patrón se va a encontrar en todo el disco».

Los resultados muestran que las características identificadas previamente como anillos son en realidad parte del disco galáctico, ampliando el ancho conocido de la Vía Láctea desde 100.000 años luz de diámetro a 150.000 años luz. «Los astrónomos habían observado que el número de estrellas de la Vía Láctea disminuye rápidamente cerca de 50.000 años luz del centro de la galaxia, y luego un anillo de estrellas aparece a unos 60.000 años luz del centro», apunta Xu Yan, científico de los Observatorios Astronómicos Nacionales de China, parte de la Academia China de las Ciencias en Pekín, y autor principal del artículo. «Lo que vemos ahora es que este anillo aparente es en realidad una onda en el disco. Y puede ser que haya más ondas más lejos que aún no hayamos visto». En otras palabras, cuando miramos hacia el exterior desde el Sol, el plano medio del disco es perturbado hacia arriba, luego hacia abajo y luego hacia arriba y luego hacia abajo de nuevo.

La nueva investigación se basa en un hallazgo de 2002 sobre la existencia del Anillo de Monoceros, un conjunto muy denso de estrellas en los bordes exteriores de la galaxia que sobresale por encima del plano galáctico. En ese momento, los científicos advirtieron otra densidad excesiva de estrellas, entre el anillo de Monoceros y el Sol, pero no fueron capaces de investigar más a fondo. Con más datos disponibles del SDSS, los investigadores retomaron la explicación del misterio.

Cuatro anomalías

«Yo quería averiguar lo que era el otro exceso de densidad», dice Newberg. Cuando revisaron los datos, encontraron cuatro anomalías: una al norte del plano galáctico a 2 kilo-parsecs (kpc) del Sol, una al sur del plano a 4-6 kpc, una tercera al norte a 8.10 kpc , y la evidencia de una cuarta al sur a 12-16 kpc del Sol. El Anillo de Monoceros está asociado con la tercera ondulación. Los investigadores encontraron además que las oscilaciones parecen alinearse con las ubicaciones de los brazos espirales de la galaxia. Y según explican, los resultados apoyan otras investigaciones recientes, incluyendo el hallazgo teórico de una galaxia enana o bulto de materia oscura que pasa a través de la Vía Láctea que produciría un efecto ondulante similar. De hecho, las ondas podrían ser utilizadas en última instancia para medir el abultamiento de la materia oscura en nuestra galaxia.

«Es muy similar a lo que sucedería si se tira una piedra al agua, las ondas se irradian desde el punto de impacto», dice Newberg. «Si una galaxia enana llega al disco, tiraría de él gravitacionalmente a medida que entra, y ese tirón va a establecer un patrón de onda que se propaga hacia el exterior».

Puedes escuchar una explicación sobre el hallazgo astronómico para el público general (en inglés) en este vídeo de Youtube.