El jurado del COAC 2022 reivindica el voto a ciegas para futuras ediciones en un informe con más ataques que autocrítica

No obstante, llama la atención el carácter crítico y subjetivo del informe, en el que se perciben numerosos ataques a todos aquellos sectores que han sido críticos con la labor del jurado, como los medios de comunicación y los propios aficionados. Incluso denuncian «el abandono» y «la falta de comprensión y solidaridad pública» tanto del alcalde José María González 'Kichi' como de la delegada de Fiestas, Lola Cazalilla, ante los ataques recibidos durante la celebración del certamen. También llama la atención la ausencia de autocrítica en todo lo ocurrido durante el concurso.

Con respecto a las reivindicaciones, llama la atención la defensa del voto a ciegas que se ha llevado a cabo de forma novedosa en este certamen y que ha dado mucho qué hablar, ya que los vocales no conocían en ningún momento ni lo que había votado el compañero ni el resultado de la clasificación. La presidenta justifica esta medida en su apuesta por evitar «el sesgo conductual», así como las posibles filtraciones de las puntuaciones e impedir las fricciones entre el jurado a tenor de las puntuaciones dadas.

«El procedimiento aplicado en esta edición de mantener el voto individual en secreto así como la clasificación general, no obstaculizó en ningún momento los procesos de deliberación, evitó aumentar tensiones y facilitó alcanzar un consenso en el fallo del jurado sorprendentemente rápico», apostillan en las conclusiones. De hecho, pide eliminar el procedimiento descrito en el artículo 14.5 en el que se recoge el hacer público al conjunto de los vocales el voto particular de cada vocal, ya que a su juicio mina el carácter secreto de las deliberaciones.

No obstante, reconocen que los vocales pudieron cambiar las puntuaciones a posteriori, en el transcurso de las diferentes fases, con el beneplácito del notario.

Con respecto a las propuestas, el jurado enumera hasta una decena de cambios para introducir en un nuevo reglamento encaminado a paliar las numerosas contracciones que presenta el actual documento. Entre los cambios, defienden no facilitar a la prensa el informe de puntuaciones parciales obtenidas por las agrupaciones, aumentar a dos el número de entradas a los miembros del jurado, establecer quién debe entregar los premios del COAC, el cambio de ubicación del jurado a los palcos principales 1 o 2, así como una nueva redacción de los artículos que hacen referencia a los repertorios inéditos, ya que tal y como se ha demostrado este año, no son rigurosos y admiten la trampa.

El informe también pide la inclusión en el reglamento de un artículo para que sea obligatorio la entrega de las letras antes de la actuación en el Falla o la modificación integral de todo el sistema de puntuación. Asimismo, solicitan una definición más exhaustiva de las labores del asistente de palco y del notario.

Capítulo aparte merecen los ataques hacia todos aquellos colectivos que han criticado la labor de los miembros del jurado e incluso contra los responsables municipales que no los han defendido ante las críticas.

De nuevo, en un nuevo intento de politizar el Concurso de Agrupaciones del Gran Teatro Falla, el jurado apunta a intereses electorales de los medios. «En un ambiente de descrédito general de la organización y de la configuración del jurado, estimamos que provocado por el cambio de fechas de la celebración del concurso, a los intereses políticos de determinados medios de comunicación en plena precampaña electoral autonómica, y a la publicación del informe de puntuaciones parciales sin explicar la incidencia del cambio de vocales, pueden ser las causas que provocaron que varios medios, conocidos blogueros y algunos usuarios de las redes sociales exacerbaran a determinadas personas que se dedicaron a amenazar por redes sociales y en persona a miembros del jurado», apunta el informe, relacionando estas críticas con la agresión que sufrió el vocal del jurado.