Opinión | Cádiz CF
Los elementos
Queda afrontar con entereza un tramo de temporada crucial para conseguir la permanencia. Que se puede lograr. Porque no estamos hundidos, a pesar de la hostilidad pertinaz de los elementos
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Desangrada en frustración, ahíta de fracasos, ahogada en injusticias, l a hinchada amarilla contemplaba atónita la desquiciante derrota de su equipo en Mallorca . Incrédula y perpleja, veía como esos vitales puntos en juego se escapaban de la manera más dolorosa, más imprevisible, más ignominiosa posible.
Y es que, sin poseer ni mucho menos una escuadra invencible, no zarpamos hacia las Baleares para luchar contra los elementos. Surcamos el Mediterráneo para batirnos en recia, deportiva lid con las huestes bermellonas, no para perecer abatidos por las impetuosas arremetidas de las inclemencias arbitrales. Un temporal de oprobios cruzados sufría el Cádiz , ora perpetrados por el colegiado de forma unilateral, ora en funesta combinación con los disparados desde ese habitáculo de conjuras y atracos llamado sala VAR.
Fría garita que maneja arsenales de novísima tecnología , que posee perspectivas, planos e imágenes de sus inadvertidas y potenciales víctimas, a las que aplica una extraña y particular trigonometría, sobre las que traza inopinadas líneas y tangentes, a las que aminora la natural velocidad de su movimiento en la grabación, hasta hacer ver lo que no es, hasta demostrar que pasó algo que nunca ocurrió.
El fútbol confundido entre espejismos , el arbitraje reducido al esperpento , el aficionado condenado esperar que en cualquier momento lo sorprendan con la última, indignante, hilarante astracanada.
Pero qué casualidad que las ocurrencias más sobrecogedoras, mas espeluznantes de esta deformación interpretativa de lo que realmente sucede en el césped recaiga con ominosa reiteración sobre las castigadas espaldas de nuestro equipo. Si desconcertante, por increíble, fue el primer penalti señalado, el segundo adquirió la categoría de auténtica traca final , esa que traspasa por su magnitud y estruendo todos los límites de lo esperado , esa que se configura como corolario de una tarde de estupefacción y despropósitos.
Pero el periplo es largo y aún restan muchas contiendas que disputar, por lo que habremos de recomponer la escuadra y afrontar con entereza un tramo de temporada crucial para conseguir la permanencia . Que se puede lograr. Porque no estamos hundidos, a pesar de la hostilidad pertinaz de los elementos.
