Cádiz CF
Víctor Aznar: «Tú no eliges ser portero. Naces siendo portero»
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El guardameta del Cádiz CF repasa su trayectoria futbolística y no se olvida de Alberto Cifuentes y Raúl de la Vega, dos personas claves en su llegada a tierras gaditanas
El brasileño, con pasado linense, valora la explosión de Etta Eyong y habla sobre la presencia de Chris Ramos en Brasil
La entrevista a Víctor Aznar en LA VOZ y CANAL AMARILLO
El Test: 10 preguntas para conocer mejor a Víctor Aznar
Cádiz
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Iniciar sesiónLa vía por la que Víctor Aznar llegó al Cádiz CF no es la habitual, pero a él le fue de perlas. Acababa de terminar su periplo en el norte de Italia y estaba de vuelta en Brasil cuando las redes sociales mandaron al cancerbero al sur de España. Sin lugar a dudas, la informática bien utilizada y mejor gestionada para cumplir un sueño.
Ya lo había explicado hace algunas semanas cuando se convirtió en héroe de uno de los encuentros ligueros del Cádiz CF, pero el guardameta hispano - brasileño lo vuelve a corroborar en LA VOZ y CANAL AMARILLO. «Llegué al Cádiz CF gracias a Linkedin. Se me acababa el contrato con el Hellas Verona y no me renovaron. Tuve una lesión en la espalda y regresé a Brasil sin contrato y sin equipo. Entonces mi padre, para ayudar a mi representante, envió un vídeo con mis mejores paradas por Linkedin a todos los equipos de Primera y Segunda de España y Portugal que tenían filiales en esas categorías», aclara el actual portero del Cádiz CF.
¿Y qué sucedió? Pues que el mensaje tuvo respuesta: «Contestaron cinco o seis equipos, pero el Cádiz CF, con Alberto Cifuentes a la cabeza, fue el que más apostó por mí. En cuatro o cinco días estaba hecho, con el contrato en mi casa». Al tiempo que Víctor Aznar recalca: «Y no lo dudé a la hora de venir al Cádiz CF».
Alberto Cifuentes es intocable para Víctor Aznar. «No tengo palabras para agradecer todo lo que Alberto Cifuentes ha hecho por mí. Él sabe que nada de esto estaría pasando si no fuese por él. Primero por ficharme, luego por darme la oportunidad cuando estaba Juan Flere en el filial del Cádiz CF. Me dio la oportunidad y su máxima confianza. Fueron tres años muy bonitos con él. Me apretaba dentro y fuera del terreno de juego, ya que cuando llegué tuve mis problemas fuera del terreno de juego. Soy lo que soy gracias a él y a Raúl de la Vega, el preparador de porteros», afirma. Y es que Víctor Aznar, como humilde que es, deja claro que de bien nacido es ser agradecido.
Una labor de Alberto Cifuentes que el guardameta insiste que no es fruto de la casualidad. «Ahí está su papel con Etta Eyong, que ahora está tan de moda. Alberto Cifuentes tuvo su mano al colocar a Etta Eyong de delantero cuando era pivote. Le salió muy bien la jugada y también le salió conmigo. Eso indica que sabe mucho de esto», asegura.
Y se detiene cuando asevera que el fútbol son momentos. «Claro que recuerdo cuando Etta Eyong falló un gol a puerta vacía en el estreno de la temporada del Cádiz CF Mirandilla ante el Betis Deportivo en Sevilla hace unos años. Sin embargo, el fútbol son momentos. Ahora va y mete goles todas las semanas con el Levante, incluso al Real Madrid. Soy muy amigo de Etta Eyong y le escribo cada vez que mete un gol. Estoy muy feliz con su progresión porque se lo merece», destaca el portero del Cádiz CF.
Entonces queda saber la razón por la que el filial ha sacado jugadores, pero no ha rendido a nivel de resultados sobre el césped. Víctor Aznar tiene la clave: «Nivel siempre ha existido en el Cádiz CF Mirandilla, pero en la Segunda Federación no siempre ganan las piernas ni la técnica. Hay equipos con mucha experiencia, con jugadores que saben llevar mejor la competición y la presión. Eso muchas veces ha primado sobre equipos como el nuestro que, aunque era muy bueno, era muy joven. Los filiales, al final, están para la formación. Hemos sufrido demasiado por la edad y la inexperiencia, ya que jugadores buenos había y sigue habiendo en la cantera del Cádiz CF».
Del judo al fútbol
«Es un portero con envergadura, que para mucho, es muy bueno en el uno contra uno, es ágil bajo palos y, salvando las distancias, es del estilo de Allison». Así definía Alberto Cifuentes recientemente a Víctor Aznar en 'Radio Cádiz'. Del guardameta brasileño también decía lo siguiente: «Necesita confianza y mejorar la falta de concentración en los pequeños detalles».
Víctor Aznar recoge el guante y apunta: «Quitando la parte de Allison, porque es muy pronto para compararme con porteros de ese nivel aunque sea de ese estilo de guardameta, Alberto Cifuentes me definió bien». Y apostilla: «Con el paso de los encuentros, cada vez es más fácil hacer las cosas. Todos tenemos defectos y cuanto antes se detecten, mejor es para trabajar y progresar».
Portero en Brasil, un país en el que salen jugadores talentosos a borbotones. De entonces se recuerda a Taffarel y poco más, aunque en los últimos tiempos, con Rogério Ceni, Dida, Julio César y Allison, entre otros, la escuela de buenos porteros brasileños va en aumento. «Tú no eliges ser portero. Yo hasta los once años de edad fui extremo izquierdo, pero naces siendo portero. Te das cuenta de un día para otro qué es lo que te gusta de verdad. Ya de niño me gustaba el judo, me tiraba al suelo y nunca he tenido miedo de recibir pelotazos. Empecé a ponerme en la portería y ha salido bien», señala Víctor Aznar.
Un amante del deporte que ha probado varias disciplinas. «Estuve en judo desde los dos o tres años hasta los 13 años de edad. Fui campeón tres veces seguidas en el Campeonato Paulista. Siempre me gustó y empecé en el colegio a practicarlo. Después fui a más, pero llega un momento de la vida en la que tienes que elegir qué hacer en la vida. Creo que por ahora elegí bien ser portero», asegura el brasileño.
Y es que el fútbol en Brasil es otra historia. Él siendo niño ya soñaba con defender esa portería que en su día ocuparon Gilmar Dos Santos Neves, Roberto Giovanelli, Dida, Julio Cesar o Cássio Ramos. «Siempre he sido seguidor del Corinthians y he tenido el honor de defender el escudo del club en su cantera. Además el portero suplente del Corinthians, que es Matheus Donelli, es uno de mis mejores amigos. Empezamos juntos con diez u once años, es de mi edad y estuvimos en la cantera del Corinthians. Allí estuve tres o cuatro años, estaba al lado de mi casa, con mi familia y jugaba en el equipo de mi corazón, pero poquísimas personas logran pasar de la cantera a afianzarse en el primer equipo de tu ciudad. Llega en un momento en el que tienes que salir y eso me pasó a mí», recuerda.
Muy joven le tocó hacer las maletas y marcharse al viejo continente. «Me fui con 15 años de Brasil a Italia. Pasé del Sao Caetano al Hellas Verona porque mis representantes Rodolfo Ximenes y Joao Paulo Marangón (Sports Maxi Management) me ofrecieron la posibilidad de ir a Europa. A ellos les debo la vida porque con 13, 14 años, cuando estaba sin representante en el Sao Caetano, me llamaron y fui su tercer jugador cuando ellos empezaban. Yo entonces ya tenía la doble nacionalidad y el plan era salir al viejo continente con 18 años. Todo se precipitó porque hice un buen año en el Sao Caetano y me llamó el Hellas Verona para hacer unas pruebas porque necesitaba un portero del año 2002. Lo dejé todo y me fui a Italia porque era la oportunidad de mi vida. Estuve dos semanas a prueba y me quedé hasta mayo de 2021», apostilla.
Con antepasados linenses
Hasta que llegó su llegada a La Tacita de Plata, un lugar diferente del que ya le habían hablado. Y es que Víctor Aznar tiene antepasados en La Línea de la Concepción. «Sabía muy poco de Cádiz y el Cádiz CF cuando llegué. Es verdad que conocía una parte porque mi bisabuela paterna era de La Línea de la Concepción. Por eso sabía algo de la zona. Nada más llegar me acogieron muy bien en el filial, la afición y ahora cumplo mi quinta temporada en el club, y me siento en casa. No pienso moverme ni sin querer», puntualiza el guardameta sudamericano.
«Y eso que llegué sin saber nada del idioma, aunque tenía antepasados gaditanos. Lo que sé es gracias a estos años», añade.
Un viaje de Brasil a España que acaba de tomar el gaditano Chris Ramos a la inversa. Víctor Aznar, aunque es paulista no lo ha dudado y ha asesorado al nuevo carioca. «He hablado con Chris Ramos. Intenté ayudarle con todo cuando me dijo que se iba a Río de Janeiro. Estará muy contento porque va al Botafogo, que es un equipo muy grande en Brasil. Aquella zona es muy bonita, en Río de Janeiro se vive muy bien y está en un equipo que tiene una afición de diez como es la del Cádiz CF».
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