Toca otra campaña

Toca hacer campaña 'one more time'. No queda otra. El que quiera tirar la toalla que la tire, pero sería negligente que se hiciera desde dentro de un club que esta jornada pasada ha visto como la permanencia se ha puesto muy cara después de perder en San Sebastián y de ver como ganaban Rayo Vallecano y Celta agrietando muchísimo más la distancia con la salvación.

Y para colmo, si algo tiene de bueno el fútbol es que cuando peor se está siempre viene una semana después la oportunidad para desquitarse, pero justo ahora ha querido el calendario que la competición se pare durante dos semanas para incordio de un club que desde ya debe preparar el caldo de cultivo idóneo para que el próximo Viernes Santo Carranza vuelva a hervir en pos de una victoria que deba levantar los ánimos de una parroquia hundida.

Ya se hizo hace tres semanas con motivo de la visita del Celta en un encuentro en el que los de Mauricio Pellegrino se jugaban lo que se sigue jugando aunque ahora con menos tiempo sobre el calendario. Entonces, tanto afición como directiva se unieron en la búsqueda de un ambiente propicio y que este año -por culpa del mal juego del equipo- se ha visto muy pocas veces. De hecho, la última y casi que única vez que el estadio Carranza ha vibrado con su equipo, sin merecerlo este, fue en los prolegómenos y durante el encuentro ante el conjunto celeste, que además de ello se puso 0-2 por delante del marcador. A pesar de ello, la grada se siguió volcando con su equipo, que recortaba distancias rápido gracias a un gol de Juanmi que silenciaba los gritos que ya se comenzaban a extender en contra de la gestión presidencial.

La cosa se está complicando mucho más después de la última jornada, pero no es menos cierto que tampoco el panorama que había justo la semana previa al choque frente al Celta era mejor. El equipo de Pellegrino solo sumaba dos puntos de doce posibles y lo hacía después de empatar ante Athletic en casa y Villarreal fuera y de perder 0-2 ante el Valencia y 2-0 en Navarra frente al Osasuna en lo que eran los cuatros primeros encuentros con el entrenador argentino en el banquillo.

Pues bien, pese a la decepcionante dinámica de encuentros con Pellegrino en el cargo, la afición no esperó a que el club pidiera sino que fue a las pocas horas de caer en El Sadar que se manifestaba a favor de apoyar al equipo de cara al enfrentamiento directo con los celestes, que llegaban con dos puntos por encima del Cádiz tras caer en su campo ante el Barcelona.

Efectivamente, también salió a la palestra Manuel Vizcaíno cinco días antes del encuentro para llamar a la unidad en una rueda de prensa donde casi se le olvida vender que el club regalaba entradas a los abonados más veteranos con el fin de hacer de Carranza una olla a presión. También dijo que le llamó Mágico González y vendió una camiseta en homenaje a la Armada que defiende a los españoles en el mar. Solo al final, y tras criticar a alguna que otra prensa, tuvo que animar al cadismo con esa campaña de entradas gratis después de que un empleado le recordase la promoción especial para ese partido en cuestión.

Aún queda mucho para recibir al Granada del Cacique Medina, pero sin duda que desde ya el club cadista está pensando en la manera de hacer de su estadio un cuartel para que todos los cadistas acudan a ese partido con la sensación de que son las últimas balas que se encuentran en la recámara- A cinco puntos de distancia del Celta, sin los puntos que se jugarán en Carranza será imposible la permanencia. Por todo ello, la campaña debe empezar desde ya para que ilusionar a los más escépticos o realistas de cara a un final de Liga que se presentaría emocionante solo en el caso de sacar los tres puntos ante un equipo nazarí con más de pie y medio en Segunda después de sus últimas derrotas.