Real Sociedad B - Cádiz
Real Sociedad B - Cádiz: Chiquillos para medir la fuerza (Previa)
Los hombres de Garitano acuden a Anoeta con ganas de aportar mayor confianza a los buenos resultados
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Suso, en un entrenamiento.
Salgamos cuanto antes del tópico que rinde culto a la manida frase de que 'un filial es imprevisible' y que 'igual golea que le golean'. No es así en el caso del inmediato rival del Cádiz este domingo en Anoeta (16,15 horas), la Real Sociedad B del exfutbolista Ansotegui. Los cachorros txuri - urdin llevan cuatro puntos de nueve disputados tras estrenarse en casa ganando 1-0 al Zaragoza, perder con el mismo resultado en La Rosaleda ante el Málaga y empatar en su feudo a dos ante el Almería, al que se mereció ganar. Se saben hacer sus cosas, y bien, la muchachada realista que este año ascendía a Segunda A tras varias temporadas jugando de memoria puesto que la mayoría de la plantilla viene jugando junta varios cursos.
«No es un filial al uso», advirtió el pasado viernes Gaizka Garitano para darle al choque ante el Sanse la importancia que merece. De hecho, el preparador cadista recordó que en los dos encuentros que los chavalotes han disputado en su casa «fueron superiores» a maños e indálicos. Por tanto, el once amarillo no tendrá en absoluto una perita en dulce en la tarde de este domingo donostiarra.
A la complejidad de la Real B se le suma las bajas que amontona el Cádiz, que pierde a uno de sus mejores hombres, Kovacevic, al estar con la selección serbia sub'21. Por lesión se han quedado en casa Ontiveros, De la Rosa, David Gil y Fali. De estos, los tres últimos se unirán al grupo esta semana que entra mientras que el malagueño enciende las mismas alarmas que dejó encendidas al final de la temporada pasada en la que su entrenador informaba que sufría «unas molestias crónicas» que no han sido muy bien detalladas a decir verdad.
Mencionó las bajas Garitano porque fue preguntado por ellas puesto no es el técnico vasco muy dado a las excusas ni con el calendario -que critica como profesional-, ni con las ventanas FIFA -que entiende aunque no comprende que la Liga de Segunda no pare-. Entre otras cosas, también dejó claro que su colega en el banquillo local de Anoeta también sufre pérdidas por internacionalidades de categorías inferiores.
Precisamente por eso, porque lo que le ocupa y preocupa no es otra cosa que sus propios jugadores, Garitano se centra el recomponer un equipo que ya el pasado encuentro ante el Albacete no pudo contar con 'Onti', algo que tiene toda la pinta de convertirse en algo cotidiano. Y si es sensible la baja del marbellí, qué decir la del central balcánico, ahora mismo, el principal sostén de una defensa que despierta muchas dudas una vez cerrado el mercado.
Con todo, el once que presente Garitano ante el único B de la categoría no distará mucho del que conduce a Víctor Aznar bajo palos. Iza y Climent seguirán siendo los carrileros de una zaga donde repite como central zurdo Iker Recio, que se estrenará como compañero del recién llegado del Rayo Vallecano Pelayo. 'Yosu' Diarra y Moussa Diakité volverán a ser los guardaespaldas de los atacantes amarillos. Brian Ocampo hará lo que le venga en gana desde una de las bandas aunque partiendo desde la derecha para dejar la izquierda a Tabatadze y a Suso la mediapunta. Y arriba, y hasta que Dawda Camara no diga lo contrario, estará el malagueño y ex del Sevilla Álvaro García Pascual.
La semana pasada el Cádiz sufrió en Carranza, pese a la agónica victoria, ante un Albacete que predispuso más que dispuso, algo que evidenció las dificultades que pasarán los de amarillo cuando esa circunstancia se dé en los distintos encuentros. Del filial realista, como su mayor, se espera que salga tomando la iniciativa y se atreva a ir a por un conjunto gaditano que sufre defendiendo. Por eso mismo, no se descarta que a lo largo del encuentro Garitano reestructure las bases del equipo y lo plante bajo una defensa de cinco para ganar en fortaleza atrás y resguardarse.
A los amarillos le sonríen las estadísticas, esas que le colocan arriba en la tabla tras dos victorias en casa y un empate en Leganés. Sin embargo, las sensaciones no son del todo fiables dado que igual pudo ganar como empatar o perder en esos mismos encuentros de haberse validado situaciones abortadas por árbitros caseros o por el rostro salvador de Víctor Aznar en Butarque. El caso es que los resultados son los que son, no obstante, Garitano es el primero en saber que detrás de esos siete puntos hay muchos, tal vez demasiado, atrezo.
Precisamente, en busca de mayores argumentos y confianza viaja el Cádiz a Donosti. La intención, como no puede ser de otra forma, no es otra que seguir sumando y hacerlo con mayor empaque, impronta y decisión que lo que se ha venido haciendo hasta el momento. Los chiquillos de la Real pueden ser una gran vara de medir la fuerza actual de los gaditanos.
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