La preocupante inercia que ha de cesar

Dos puntos de quince posibles es la gran ruina. Y si no lo es más para el Cádiz CF es porque por debajo hay tres equipos ya descolgados del fútbol profesional y otro que intenta engancharse como puede y aún así está aún a siete puntos de los amarillos. Por eso mismo, la pésima racha que llevan los hombres de Gaizka Garitano en estas cinco últimas jornadas pasa algo más inadvertida si el Eldense hubiera ganado (y no perdido) el pasado sábado en A Malata.

La dinámica es preocupante, pero con rivales tan negados como que preocupa menos. Sin embargo, y a falta de seis jornadas para el final, el conjunto amarillo sabe muy bien que no puede echarse a sestear dado que una derrota y una victoria del conjunto alicantino podría acercar las llamas de un infierno al que no se quieren acercar.

Esta racha negativa comenzó, precisamente, en el fuego del Heliodoro Rodríguez López ante un Tenerife que ya entonces era carne de Primera RFEF pese a la buena reacción que han experimentado los chicharreros con Cervera en el banquillo. Aquel encuentro en las islas afortunadas hizo activar las alarmas del cuerpo técnico cadista, que se preocupó cuanto antes por volver al redil de la seriedad y sumó un punto en casa ante el Eibar en un empate sin goles.

Quiso Garitano alargar esa dinámica responsable y casi que le iba saliendo de no ser por un gol de Mario Soriano en el 81' en Riazor que hacía de nuevo sonar las alarmas. La derrota ante el Deportivo, además, se agravó aún más con la que le siguió en Carranza, esta ante el líder Elche, que se llevó un partido tan igualado como el que los amarillos hicieron ante Dépor o Eibar.

Con todo el mundo asustado, pero calmado a la vez por la derrota del Eldense en Ferrol, el Cádiz CF llegaba a Burgos con la misión ineludible de sumar. Y eso hizo en un partido que comenzó ganando, fue remontado y finalmente empatado.

Dos empates y tres derrotas en cinco encuentros es un bagaje cuanto menos preocupante para un Garitano al que se le ve totalmente desquiciado en sus alineaciones y modificaciones en juego. Este viernes, ante un Sporting al alza (dos victorias seguidas) con nuevo entrenador, la brecha debe cerrarse para no dar más opciones de las que ya de por sí se están dando a un Eldense que recibe al Córdoba el sábado.