Andorra - Cádiz
Nuevas tablas para seguir cotizando en una Liga de riesgo (0-0)
El Cádiz vuelve a empatar sin goles, esta vez en Andorra, en un encuentro en el que acabó sufriendo
Así lo hemos vivido
Pelayo suplió al sancionado Recio en la defensa.
El Cádiz volvió a cotizar en una Liga de máximo riesgo donde cada punto se tiene que sudar muchísimo. Los de Garitano volvieron a firmar un empate sin goles después de la semana pasada en Granada y lo volvieron a hacer siendo levemente inferior a sus rivales, que, eso sí, no pueden con el rocoso bloque sigue construyendo un Garitano satisfecho con la entrega de sus hombres, pero que vio como siguen sufriendo mucho a la hora de generar juego en cuanto desaparece Suso o no entran en el fútbol directo con el que comenzó a jugarse en el campo del Andorra.
Al final, el punto sirve para seguir creyendo en un equipo bien armado, pero al que le falta creatividad y pólvora, mucha pólvora. Una semana más, la realidad se impone a esos sueños que muchos desean ver de un Cádiz más resuelto, más triunfador, más de ascenso, que de lo que de verdad resulta ser.
Garitano premia, sabe premiar y premió en su once a los mejores del UCAM - Cádiz del pasado martes. Y por eso, porque apuesta por la meritocracia la refuerza con medidas como las que se ha visto en su alineación titular en Andorra, en la que daba entrada a los goleadores del pase copero, el canterano y lateral Juan Díaz y el delantero Roger Martí. Y no, la inclusión del pistolero de Torrent no significaba la suplencia de García Pascual porque el ariete malagueño regresaba por la puerta grande tras dos semanas lesionado y compartía el ataque con su veterano compañero. Detrás de ellos, un centro del campo formado por Diakité y Ortuño y acompañados en las bandas por Suso y Tabatadze. Junto a Juan Díaz formaron la defensa Kovacevic, Pelayo y Mario Climent con Víctor Aznar bajo palos.
En definitiva, muchas novedades en el once, que salía aparentemente con un 4-4-2 y con seis nuevas caras (Juan Díaz, Pelayo, Tabatadze, García Pascual, Diakité y Roger) en detrimento de otras tantas (el lesionado Iza, el sancionado Recio, Álex Fernández, De la Rosa, Dawda Camara y Ontiveros). El encuentro, con el máximo accionista del Andorra, Gerard Piqué, en la grada, comenzaba siendo dominado por los locales gracias a un juego mucho más creativo que el de los gaditanos, que apostaron por un juego directo que le dio la primera opción a Roger, que tras un control disparó sin encontrar puerta. Lo mismo le pasó a Suso acto seguido, pero en esta ocasión tras sobar con acierto un poco más la bola antes de chutar sin ver la incorporación por la izquierda de Climent.
Pasados los primeros diez minutos el Cádiz se asentó en el campo, eso sí, sin el permiso del coreano Minsu, todo un incordió para Juan Díaz, que se las tenía tiesas para poder frenarlo. Del asiático llegaron las primeras acciones de peligro para los andorranos, que se apoyaban constantemente en él para inquietar, y de qué manera, a las huestes gaditanas.
Juan Díaz salva el primero
Presionaba en alto el Cádiz complicando la salida de balón del once de Ibai Gómez, un conjunto que destaca por su gusto por el balón y por una presión muy rápida en cuanto hay una pérdida, como la que tuvo Juan Díaz al controlar largo un pase y de la que se aprovechó Minsu para salvar a Kovacevic y la salida de Víctor Aznar, que vio como el propio Juan Díaz venía embalado para tapar su error sacando el balón bajo palos cuando ya se cantaba el primero en las gradas del Encamp.
Diakité volvió al once.
A pesar de la falta de goles, la realidad es que el encuentro se antojaba atractivo en muchos momentos, sobre todo cada vez que el balón pasaba por las botas de Minsu, Olabarrieta o Manu Nieto por los locales y de Suso, Ortuño o Tabatadze por los visitantes. El ritmo no era frenético pero sí que experimentó un avance en la intensidad pasada la media hora de juego y hasta el descanso. El primero en no poder conectar un gran centro por la izquierda de Suso fue Roger, que se lamentaba a sabiendas de la gran ocasión que se le acababa de presentar. Al minuto, era Olabarrieta el que buscaba la escuadra de la portería gaditana con un zurdazo de rosca que llevaba veneno. El intercambio de golpes no cesaba, y en esta ocasión era Tabatadze quien recibía un gran pase al primer toque de volea de Ortuño y se colaba en el área del conjunro pirenaico para probar fortuna con un disparo raso al palo corto que Owono tuvo que detener en dos tiempos. Y tras una de cal, la de arena porque el georgiano se equivocaba retrocediendo tanto su pase que le provocó la amarilla a su compañero Climent, que tuvo que agarrar a Manu Nieto para que este no se colase solo en el área de Víctor Aznar, que veía como se llegaba al descanso tras un primer tiempo en el que creció en confianza y comunicación con sus compañeros en esos centros laterales que tantas preocupaciones despiertan en la hinchada amarilla, presente y ruidosa en Andorra también.
Mucha igualdad y doble cambio tras el descanso
La igualdad era la nota predominante en un encuentro que llegaba al descanso con tablas sin goles y con la posesión también muy reñida ya que el Andorra la tuvo en el 51% mientras que el Cádiz en un 49%. Garitano refrescaba a su equipo tras la salida de los vestuarios y sentaba a Tabatadze y Roger para dar luz verde a Ontiveros y De la Rosa, que en la primera que tuvo casi la mete en la escuadra de no ser por la manopla que sacó Jesús Owono para mandarlo a córner.
El paso adelante dado por el Cádiz aportaba más bríos aún al encuentro dado que el Andorra le contestaba con mayor intensidad a pesar de perder algo de posesión, terreno, pero no peligro.
No estuvo muy fino con el balón en los pies Víctor Aznar, que concedió al Andorra dos balones tras sendos despejes defectuosos que los locales, para alivio gaditano, no acertaron a aprovechar con la portería vacía. Como tampoco aprovechó el Cádiz una jugada de pizarra desde el córner a la que solo le faltó un rematador.
Perdía a uno de sus zurditos maravilla el Andorra tras el cambio de Olabarrieta por Jastin, que en su primera acción cerca estuvo de marcar al colarse solo ante Víctor Aznar aprovechando que Pelayo rompía el fuera de juego, pero el brazo salvador del arquero cadista evitaba un gol cantado.
Recuperaba el dominio el conjunto andorrano, que se acercaba al gol de nuevo con Jastin como protagonista, pero su centro no fue rematado por Manu Nieto por muy poco.
Quiso Garitano cambiar el guion último con la entrada de Dawda Camara y Efe Aghama en sustitución de Suso y García Pascual casi que al mismo tiempo que Ibai Gómez hacía lo propio quitando a Manu Nieto y Theo Le Normand por Marc Doménech y Lautaro de León. 'Alea iacta est'. Faltaban unos veinte minutos para el final.
Minsu seguía haciendo de las suyas y en una de tantas, aunque menos en la segunda mitad, asistía a Doménech, pero este tardó un mundo en encontrar disparo y cuando lo hizo vio como se interpuso Kovacevic mandando a córner. No le daba la espalda a la victoria el Cádiz, aunque lo cierto es que el Andorra parecía ofrecer más claridad en sus ideas y en sus llegadas, que eran más que las de su rival. Como la que llegó en el 81', donde tuvo que reaparecer en dos ocasiones Víctor Aznar para dejar en nada el disparo a la media vuelta y desde el punto de penalti de Doménech.
Se desesperaba Garitano desde el banquillo viendo como los suyos estaban llegaban a los minutos finales completamente embotellados y para tratar de ayudarlos metió a Álex por Ortuño para intentar tener algo más el balón.
Y así, con un dominio local que fue a menos hasta el pitido final se firmaban unas tablas para valorar y cotizar en un mercado, el de la Liga, que va a deparar muchísima igualdad..
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