¿Pasará el Nuevo Mirandilla a llamarse Carranza?

Era cuestión de tiempo que el debate volviera a ponerse sobre la mesa con el cambio de poder en el gobierno municipal de la ciudad de Cádiz. Tras ocho años de 'Kichismo', ahora regresa el Partido Popular y la moderación de Bruno García, que durante toda la campaña electorar ni mencionó el asunto para no avivar un asunto que divide a muchos debido a la Ley de la Memoria Histórica que tanta fricción ha traido a la sociedad.

Y eso que García tuvo un antecesor en el cargo como su compañero Juancho García, que este sí no dudó en decir en tiempos de José María González que no dudaría en cambiar el nombre de Nuevo Mirandilla por el antiguo debido, entre otras cosas, a que no veía que la modificación fuese una demanda social tremenda. Como de hecho, no lo fue. Fiel testigo del pasotismo del personal fue la burda encuesta realizada por el ayuntamiento podemita y por la que se decidió finalmente cambiar el nombre a Nuevo Mirandilla con la patética cifra de 1.270 votos.

La reforma en el nombre de calles, plazas y el estadio fue impulsada especialmente por el entonces concejal de Memoria Democrática del Ayuntamiento de Cádiz, Martín Vila , que vio finalmente cumplido su objetivo con la retirada del nombre del Nuevo Estadio Ramón de Carranza y con el nombramiento del Nuevo Mirandilla. En sus últimos meses de mandato, el ayuntamiento mandó pedir los nuevos rótulos que deben estar en camino y está por ver qué harán los nuevos gobernantes.

De esto precisamente ha hablado recientemente el que se postula como mano derecha de Bruno García, el también moderado José Manuel Cossi, número dos del próximo alcalde de Cádiz. El político popular gaditano fue protagonista en 7TV de una entrevista en la que opinó sobre un asunto que inquieta a no pocos cadistas. «Creo que hay que respetar la opinión de la mayoría de los gaditanos y de los aficionados del Cádiz. La última se hizo de una manera bastante controvertida y también respetar la ley de la Memoria Histórica», manifestó en clara alusión a un modelo de gestión con la que no estaba de acuerdo ya que la participación ciudadana en el nuevo nombre del estadio fue tan exigua como sonrojante.

Lo que tiene más claro Cossi antes de cambiar de nombre es que en ningún momento se sorteará la legislación vigente en torno a un tema que despierta tantas heridas. «En nuestra opinión, si de verdad hay inquietud en la ciudad por plantear eso habría que hacer un expediente que nos garantice que no estamos incurriendo en ninguna ilegalidad y si tiene que volver a llamarse Carranza y los cadistas quieren, por nuestra parte encantados de que se llamen así», manifestó.