Cádiz CF
Apuestas, cesiones y más situaciones
Borja Lasso hace un interesante repaso sobre algunos nombres propios de los que se ha hablado mucho este verano
Borja Lasso habló largo y tendido durante su participación en el programa de Onda Cádiz El Submarino Amarillo y lo hizo, además, sin demasiado pelos en la lengua. El ex de Sevilla Atlético, Tenerife u Osasuna habló con claridad sobre asuntos que este verano han interesado al cadismo.
Antes que nada, de los primeros que habló fue de los dos últimos en incorporarse a la nave gaditana, Robert Navarro y Kouamé . De la promesa realista contó que «con la lesión de Ocampo teníamos que completar esa línea con un jugador más que además tenía que ser sub'23». Más analítico, el sevillano añadió que «se trata de un jugador que pueda jugar por cualquiera de lsa bandas, que tiene ese último pase y que puede valer para enfrentarse a equipos que se encierra. Viene a ser ese número diez, ese mediapunta que se va perdiendo poco a poco en el fútbol. También podrá jugar detrás del delantero cuando juguemos con uno solo». Por lo que se ve, se trata de un atacante versátil al que el fútbol actual le ha forzado a tener que encontrarse bajo sistemas que no son el 4-2-3-1 cada vez más en desuso. Por cierto, Robert ha llegado cedido por la Real, con la que le quedan dos años.
En cuanto a Kouamé, «juega como pivote posicional que tiende a soltarse». Del medio nacido en Costa de Marfil, Lasso aseguraba que a pesar de venir de un equipo como el Troyes, que acaba de bajar a la Segunda gala, se trata de un «jugador con mucha calidad» dado que el Manchester City, club dueño del Troyes, se fijó en él. En este punto, el secretario técnico del Cádiz CF dijo que «pasa que cn muchos jugadores que vienen de la liga francesa, que es muy física, vengan muy bien en lo físico pero no así en lo técnico». No es el caso de Kouamé, que según Lasso, «puede jugar tanto de '8' como de '6' puesto que posee una gran calidad, además de ser zurdo, un perfil con el que no contábamos en el centro del campo». Por último, recordó que Kouamé ha firmado por cuatro años con el connunto gaditano y que «aunque ha venido para jugar ya, no estaría de más tener paciencia porque es un jugador interesante y con gran recorrido».
Y de los que han llegado como apuestas del club a dos que han renovado recientemente con el Cádiz CF y que han tenido que pasar por quirófano. El primero, Víctor Chust, lo hizo hace un año. Mentira, en realidad firmó por el Cádiz CF tras jugar su primer curso cedido por el Real Madrid. Como es sabido, el central valenciano tuvo molestias todo el año pasado en su recto femoral, del que no se operó nada más firmar por el equipo amarillo y precisamente por eso casi que tiró a la basura el año puesto que no hacía más que lesionarse cada vez que forzaba más de la cuenta. De Chust habló claramente Lasso. «Todos estamos muy contentos de que se esté sintiendo otra vez futbolista. Yo tuve un compañero que decía que para sentirse futbolista había que tener una lesión grave», dijo uno que sabe muy bien lo que es colgar las botas a una temprana edad por una lesión grave.
Y es que para Lasso, la lesión y posterior operación le ha podido servir a Chust para madurar. «En ese tiempo (de recuperación) se piensa mucho y tiene que saber que se tiene que cuidar al máximo. Estoy seguro que cuando vuelva lo hará con un grado de madurez superior al que tenía», dice con hondura antes de hacer un apunte sobre lo bueno y lo malo de provenir «de canteras de equipos importantes» como era el caso de Chust, que llegaba a Carranza de La Fábrica de Valdebebas. «Suele pasar con este tipo de canteranos que vienen de un gran equipo; cuanto antes pongan los pies en el suelo, mejor. Y en ello está», manifestó a las claras sobre un central en el que hay puestas muchas expectativas pero al que no pocas veces Sergio le apretaba las tuercas cada vez que desconectaba.
Y de uno que se tuvo que operar en la recta final de Liga a otro, Sergi Guardiola , que se ha operado en pleno verano, algo que no se ha entendido muy bien en parte del entorno cadista y que Lasso explicó con claridad sobre un jugador que terminó la temporada pasada con molestias en el pubis llegando a forzar en muchos encuentros en los que Sergio echaba mano de él. «Ha tenido una predisposición y un comportamiento profesional fuera de toda duda y en todo momento», contestaba Lasso para argumentar el por qué no se había operado en cuanto acabó la temporada y lo hizo a las dos semanas. «Ese tiempo estuvo viendo a varios médicos de los que, tanto el club como él, queríamos tener otra visión. Y en esas dos semanas se decidió que tenia que operarse, pero fue un tiempo importante porque se quería valorar la situación», manfestaba el secretario técnico, que recordaba que Guardiola se ha perdido días de sus vacaciones por esa lesión.
Ocampo es otro que sigue en el dique seco y que durante mucho tiempo de su recuperación ha estado en su país, algo que siempre se ve con recelo desde parte de la afición. Lasso, víctima de no pocas y serias lesiones, da su punto de vista. «Entendíamos que siempre es mejor estar con los tuyos durante el proceso lento de rehabilitación; ya es dura la lesión, al menos desde el plano mental lo mejor es que esté cerca de su familia».
Todos ellos entrarán más temprano que tarde en el equipo de once, pero «lo harán sin prisas ni presión» gracias a la buena plantilla que se ha confeccionado. Y es que para Lasso «es genial que el equipo esté en buen momento porque no es nada aconsejable salir de una lesión y entrar a competir bajo la presión de resultados o una marcha mala del equipo».
Por último, habló de la situación de los cuatro canteranos del filial cedidos ( Bastida, Paquito Mwepu, Carlos García y De la Rosa ). Los dos primeros al Sanluqueño, el tercero al Córdoba y el cuarto al Recre, todos ellos en la Primera RFEF. «Son cuatro jugadores que han salido de nuestro filial, que milita en la Segunda RFEF, a una categoría superior. Es importante este paso que dan para demostrar que pueden volver preparados y hacerlo en el primer equipo. Este año vivirán esa presión y exigencia de jugar en primeros espadas y no al abrigo de un filial, donde siempre hay un poco de menos presión».
Noticias relacionadas
