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Cádiz CF

La lección debió quedar aprendida

El curso pasado el Cádiz CF dejó de ser de Primera a pesar de las mismas facilidades que este año le están dando otra vez los equipos de la parte baja

Garitano pierde crédito

El Cádiz CF 23/24 perdió la categoría una jornada antes del final de Liga en casa ante Las Palmas. l. v.

Alfonso Carbonell

Cádiz

A este Cádiz CF, porque es prácticamente el mismo que el que año pasado defraudó a espuertas, le gusta jugar con fuego. Y no se cansa de hacerlo. Efectivamente, la temporada pasada acabó quemándose. Y este, pues se espera que no, pero desde luego que se está empeñando en comprar cerillas. De hecho, tanto en enero del 24 como el pasado del presente año fue de lo que más compró a pesar de que la situación pedía otras cosas muy diferentes que finalmente no llegaron para desilusión de Pellegrino y Garitano, ambos entrenadores sumisos de la política de Vizcaíno.

Se ha pasado de Primera a Segunda sin que la directiva haya aprendido de los errores. O eso, o no ha podido remediarlos. Es verdad que en el balance de temporada que realizó el presidente Manuel Vizcaíno dejó dicho que su intención era revolucionar una plantilla que por segundo año consecutivo se la ha vuelto a jugar. Más que jugar, le ha vuelto a decepcionar. Y es que el dirigente sevillano del Cádiz CF es el que más ha apostado por una serie de jugadores que tenían cubierto ya un ciclo que nadie desde el club ha podido o ha querido ver. Ahora, toca pagarlo.

Y le toca pagarlo al Cádiz CF porque nadie ha querido pagarlo. Como prueba más evidente, esa revolución o limpia que se presagiaba de las palabras del máximo mandatario amarillo no se dio dado que el mercado para esos jugadores era, más que limitado, nulo. Solo se consiguió colocar a Ledesma de vuelta en Argentina y poco más. El resultado, tras renovaciones y renovaciones, es el que puede verse cada domingo sobre el césped de Carranza. Más de lo mismo y cada vez peor.

No obstante, que no se haya aprendido, o no se haya podido aprender dentro de una directiva que ha mimado de puertas para fuera hasta la extenuación a esta plantilla no debe significar que esta esté de brazos caídos. No, al menos, no es lo que se está viendo. Que Vizcaíno haya regalado los oídos de sus futbolistas de forma constante pese a las decepciones que acumula el equipo no debe estar reñido con que el vestuario no se mantenga implicado. Que el equipo no de más de sí es otra cosa muy distinta a que no esté dándolo todo. Aunque sea poco lo que le queda.

Y por eso, porque los pupilos de Garitano saben lo que es perder una categoría por acomodarse tal y como se fueron acomodando el curso pasado en Primera, no van a permitirse que eso le vuelva a ocurrir por muchos que los rivales con marchamo de descenso le estén dando las mismas oportunidades que el año pasado ofrecieron Almería y Granada hasta que el Celta despertó.

Ahora, el que intenta despertar es el Eldense, que el pasado sábado tropezaba de manera ingenua en A Malata ante un casi que descendido Racing de Ferrol. El Cádiz CF jugaba después y sabiendo también que el Zaragoza había sido goleado en el campo del Levante, pudo salir tranquilo a El Plantío antes de que el balón comenzara a rodar en un césped encharcado. La situación se asemejaba a lo ocurrido en Tenerife unas semanas antes, pero en esta ocasión no estaba en juego meterse en la lucha por el 'play off' de ascenso sino todo lo contrario, alejarse del descenso.

Si bien el partido no fue para enmarcar, sí que se vio a un Cádiz CF interesado y sacrificado en no dejar irse un partido tan importante. Aunque la disciplina defensiva de los primeros días de Garitano anda perdida, los amarillos supieron reaccionar a la remontada burgalesa e hicieron méritos para no perder un partido de tantos como ha perdido.

Este Cádiz CF parece haber aprendido la lección del año pasado, donde se fue metiendo en líos poco a poco hasta verse inundado en una clasificación que estaba tirada por los suelos. Además, esa falta de fuelle le fue minando en la personalidad de un equipo que solo ganó dos encuentros ante rivales que no se jugaban nada (Getafe y Sevilla) como prueba evidente del derrumbe tanto deportivo como psicológico.

En esa ocasión, la cosa parece distinta en cuanto a la robustez del bloque, que sigue compitiendo. Eso sí, este sábado ante el Sporting debe dar ese paso adelante para sumar tres puntos que le vuelvan a dar un respiro casi definitivo a una temporada para olvidar. En caso contrario, 'habemus' lío de nuevo.

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