Dos años después, Robert Navarro lo consiguió

Hace cinco años la Real Sociedad se hacía con los servicios de Robert Navarro para las siguientes seis temporadas en lo que era un movimiento de futuro que no le ha salido muy bien a la entidad txuri urdin tras varios problemas con el jugador y sus representantes. Procedente del Mónaco, el internacional sub'21 llegaba al club de Anoeta empujado sobre todo por la presencia en el Sanse, filial de la Real Sociedad, de Xabi Alonso. El extremo llegaba, tras un pago al conjunto del Principado de seis millones de euros, para reforzar al filial aunque con la vista puesta en el primer equipo, donde no ha tenido apenas regularidad.

Salido de La Masía,, llega a sus 23 años al Athletic Club, una entidad a la que había llegado a un preacuerdo ya hace dos años, justo en el verano en el que la Real decidió mandarlo cedido al Cádiz CF. Fue en ese momento cuando las discrepancias entre el club de Donosti y el jugador más se encresparon puesto que Robert se había negado a renovar dado el paso que había dado para defender los colores del club de San Mamés.

De hecho, cuando llegó al conjunto amarillo aún le quedaban dos años con la Real, algo que no ha cumplido. A su regreso a Anoeta, las diferencias siguieron siendo insuperables y el conjunto de La Concha se decidió por abrirle las puertas y traspasarlo al Mallorca de Arrasate por 850.000 euros después de que el jugador volviera a negarse a renovar su contrato con la entidad txuri urdin y el club le buscara una salida para que no se fuera gratis.

El Mallorca pagó ese traspaso, más su ficha, a sabiendas de que solo lo tendría un año debido a su compromiso con el club al que ahora defenderá hasta 2030.

Su llegada al Athletic era un secreto a voces desde 2023. «Me dijeron (en la Real) que o renuevo o no voy a jugar un minuto. Si renuevo y vuelvo a estar otros dos años sin jugar, sería difícil. Estás jugándote tu carrera«, esgrimió Navarro para justificar su salida al Mallorca con un contrato de solo un año para posteriormente «elegir mi futuro con libertad».

«Es un paso importante en mi carrera. Llego con mucha ilusión, el club está creciendo en todos los ámbitos y me gusta porque tiene mucha ambición», ha confesado el excadista en el vídeo de presentación grabado por el Athletic en Olloki, Navarra.

Robert Navarro nació en Barcelona y llegó a Pamplona en edad alevín. Estuvo en la cantera de Osasuna tres años y después regresó al Barcelona, para posteriormente pasar por el Mónaco, la Real y el Mallorca.

En Athletic en su web ha echado manos de las raíces de la familia de Navarro para dejar claro que el futbolista entra en la filosofía del club. «De progenitores pamplonicas, nació en Barcelona cuando su padre, Roberto, era toda una institución como defensa en L'Hospitalet, a donde había llegado tras formarse en Tajonar previo paso por el Sant Andreu. Al retirarse del fútbol, la familia regresó a Iruñea, donde el pequeño Robert empezó a llamar la atención en el Irabia de fútbol sala y se incorporó en edad alevín al CA Osasuna (2011)», explica el club rojiblanco para argumentar la llegada de uno de los suyos que hace dos años fue uno más de un cadismo que no lo echó mucho de menos tras una temporada que acabó en descenso a Segunda.