VERANO SOLIDARIO

Vacaciones en Paz se sustituye este año por envío de material deportivo y de ocio al Sáhara

Con esta acción, la Diputación de Cádiz renueva su compromiso con la infancia saharaui un año más

La Diputación Provincial de Cádiz ha renovado un año más la colaboración que desde 2007 viene prestando a la Federación Gaditana de Asociaciones Solidarias con el Sahara (Fecadiz). Han sido la presidenta Irene García y el representante legal de la Federación, Antonio García Manzano, los encargados de suscribir este convenio por el que la institución provincial aporta 8.500 euros.

Tradicionalmente, la aportación de la Diputación de Cádiz se ha destinado al desarrollo del programa Vacaciones en Paz, que los colectivos desarrollan cada año con el objeto de acoger a niños y niñas saharauis durante los meses de verano en la provincia de Cádiz. No obstante, ante los acontecimientos vividos por la pandemia del COVID-19 se ha decidido sustituir por un programa alternativo que pretende mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable en el Sahara, garantizar el acceso a actividades deportivas y lúdicas entre los menores, así como promover el deporte y las costumbres saludables.

Concretamente, el proyecto va a permitir el envío de material de ocio y educativo que fomente la psicomotricidad y el juego colectivo entre los menores saharauis en las diferentes wilayas de los campamentos saharauis en Tinduf. Las condiciones del convenio se han articulado desde la Delegación de Desarrollo Democrático que dirige la diputada Lucía Trujillo.

Hay que recordar que la mayoría de la población de los campamentos de refugiados de Tinduf vive en tiendas, sin agua corriente y depende casi totalmente de la ayuda internacional externa para subsistir. Los medios productivos en los campamentos se reducen a pequeños huertos. Según explica el representante de Fecadiz, Antonio García Manzano, su situación es especialmente dramática en estos momentos debido al cierre de fronteras por la pandemia del COVID-19. “Ahora mismo no les está llegando nada. Están subsistiendo con lo que tienen almacenado y lo que les han podido mandar los organismos internacionales”, expone.

Estas circunstancias hacen que las familias acogedoras «lo están pasando mal, pero sin duda los que peor lo van a pasar este verano son los niños que no van a poder salir de allí».

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