"La pintura es evolución. Da calma, paz, y en cada cuadro siempre queda algo de nosotros, es la historia de cada persona. Una pincelada, un gesto, un color... la pintura, el arte, al fin y al cabo es sentimiento". De esta manera concluye su entrevista Francisco Javier de las Cuevas, el maestro de todos estos chicos de Aspademis que han estrenado su obra en 'La conquista del arte', en la Casa de la Juventud.

La muestra se puede disfrutar hasta el 20 de enero. Recoge casi dos años de trabajo en esta gaditana Asociación de Padres de Niños y Jóvenes Con Discapacidad Psiquica, con el estudio de la luz, el color y el espacio como protagonistas. Al frente, como maestro de estos alumnos y a su vez comisario de la exposición, Francisco Javier de las Cuevas, que en meses alternos (ya que es marino de profesión y le toca embarcarse en diferentes fechas) les proporciona el conocimiento necesario para dar forma a esos pensamientos.

De las Cuevas, aficionado a la pintura, especialmente al acuarelismo, decidió hace ya nueve años aportar su aprendizaje de manera altruista y desinteresada. Y qué mejor manera que hacer "terapia a través del arte". Arrancó con los chicos de una asociación contra el cáncer infantil de Los Barrios, 'Por  una sonrisa', y en su vuelta a su hogar en la Bahía de Cádiz se volcó con los pacientes de los tres hospitales públicos de la zona.

"En estos centros sanitarios todos los enfermos tiene dolores, males, y unas ganas enormes de salir de allí, correr, salir... los niños están hiperactivos, ávidos de hacer algo", recuerda Francisco Javier. "Por eso lo más difícil es cogerlos y engancharlos. Ese es el secreto, para que se forje un vínculo y no se aburran, porque cuando ya empiezan a darle forma y color, todo es más fácil. Entonces se olvidan de dolores, de querer salir e incluso de comer y se sumergen en la pintura".

Esas enseñanzas son igual de válidas y aplicables con sus alumnos de UPACE en San Fernando (Castillo de San Romualdo) y Aspademis en Cádiz (Casa de la Juventud). Con ambas entidades ha organizado exposiciones. No obstante, las fórmulas son diferentes. En el caso de Aspademis, "son todos adultos y, aunque hay mucho de niño en ellos, las clases son bastante profesionales. Hoy mismo les he dado la perspectiva y los puntos de fuga, y lo único es que quizás hay que explicarlo más veces. Pero hay alumnos, como María, que sólo hay que guiarla en su proceso. El aprendizaje es tal vez un poco más lento pero logran expresarse a través del arte".

Y desde su diversidad "pueden ser grandes pintores. Los impresionistas han tenido algún grado de disfuncionalidad, por eso ven la vida de otra forma. Los artistas suelen tener una manera diferente de percibirlo que le rodea".

De su labor, es muy gratificante "que se aprecia la evolución". De las Cuevas comienza primero con el pastel para que sus chicos y chicas puedan tocar la pintura y sentirla de una manera más cercana. "Se meten mejor en la obra". Luego, ese mismo dibujo lo trasladan al lienzo, en acrílico. Técnicas diferentes para ir madurando ese trabajo.

El título de la exposición es muy sugerente. 'La conquista del arte'. "Estamos conquistando, le estamos ganando terreno al arte". Y una vez abierta la muestra, los miembros de Aspademis se han sentido muy cómodos en su papel de expositores. "Miraban el cuadro y decían: eso lo hemos hecho nosotros. Es el reconocimiento después de tanto tiempo de trabajo y ejercicios, y se sienten valorados. Les da más fuerza para seguir aprendiendo. Por eso en su vuelta a las aulas hemos empezado muy fuerte. Quería aprovechar ese momento".

Francisco Javier confiesa que "esto me llena. Lo hago por amor al arte, a mí me gusta enseñar. Hay que dar algo a la sociedad sin pretender nada a cambio, y qué mejor que a personas que tienen menos posibilidades".