RedMudis, la asociación gaditana de mujeres con discapacidad, nació en 2022, de la mano de un puñado de mujeres valientes que decidieron que ya era hora de tener su propio espacio, su propia voz. Es una historia de lucha, de resiliencia, pero también de amor, de ese que se te mete en las venas y te da fuerzas para seguir, incluso cuando todo parece estar en contra.

Bianca Domínguez, psicóloga y miembro de la directiva de RedMudis, es una de las piezas clave de este proyecto. Su vida dio un giro inesperado cuando, a los 29 años, sufrió un ictus que cambió su cuerpo y su perspectiva para siempre. Hoy, con una discapacidad física que le limita en varios aspectos, Bianca se mantiene firme, como un pilar de apoyo para otras mujeres que atraviesan situaciones similares. Ella, como tantas otras, sabe lo que significa sentirse invisible, sentirse olvidada. Y es justamente por eso que se unió a RedMudis.

En Cádiz faltaba una asociación que las representara a ellas, a las mujeres con discapacidad, con todas sus particularidades y desafíos. Fue entonces cuando decidieron crearla ellas mismas. «Nosotras queríamos tener voz, poder defendernos nosotras mismas y que la sociedad nos tuviera en cuenta. No queríamos que otros hablaran por nosotras. Queríamos que nuestras voces se escucharan», explica Bianca con una mirada llena de convicción.

Poco a poco, esta pequeña semilla fue creciendo. A pesar de la falta de recursos, de las dificultades económicas y de la falta de un local propio, RedMudis no se rindió. Su sede social, por ahora, está en la casa de una de las integrantes de la directiva, pero el sueño de contar con un espacio propio sigue siendo una de sus metas a largo plazo. Mientras tanto, la asociación sigue avanzando, reuniendo a unas 30 socias y organizando actividades por toda la provincia.

El camino de RedMudis no ha sido fácil. A la falta de recursos y de un lugar físico se le suma la escasa financiación que reciben, lo que limita el tiempo y las energías que las mujeres pueden dedicar a la asociación. Pero a pesar de todo, hay algo que las mantiene unidas: la solidaridad. «Aquí, cuando una cae, las demás la levantan. Cuando una está fuerte, esa es la que empuja el carro», comenta Bianca con una sonrisa cálida. Y es que en RedMudis, la unión lo es todo. Cada actividad, cada jornada, cada taller es un reflejo de ese esfuerzo colectivo, de ese deseo de visibilizar las realidades de las mujeres con discapacidad y empoderarlas para que se cuiden, para que no se olviden de sí mismas.

Recientemente, la asociación organizó una actividad en Puerto Real titulada «Las voz-es y silencio-s de las mujeres con discapacidad», que fue todo un éxito. En un espacio lleno de mujeres, todas compartieron sus historias, sus desafíos y sus sueños. «Fue un momento muy emotivo. La gente participó, se sintió parte de algo», recuerda Bianca. Y es que en cada evento, cada encuentro, RedMudis busca lo mismo: dar visibilidad a las mujeres con discapacidad, empoderarlas y hacerles saber que no están solas.

El futuro de RedMudis está marcado por el deseo de seguir creciendo, de seguir luchando. Bianca sueña con un proyecto enfocado en la salud emocional de las mujeres con discapacidad. «Queremos indagar más en la salud femenina, en todo lo que implica ser mujer con discapacidad, desde lo físico hasta lo emocional. Es fundamental que las mujeres se cuiden, que se den permiso para ser ellas mismas», asegura Bianca.

El mensaje de RedMudis es claro: cuidar de una misma es el primer paso hacia la sanación. Muchas mujeres, como Bianca, han tenido que pasar por travesías dolorosas para llegar a este punto, pero hoy, con el tiempo, quieren ser una red de apoyo para otras. Como bien dice Pilar Borrás Jiménez, la presidenta de la asociación, «somos una red que se sostiene entre nosotras». Porque en RedMudis, la lucha es común, el amor es el motor y la esperanza es infinita.

A pesar de las dificultades, a pesar de las barreras físicas y sociales, RedMudis continúa adelante. «Nosotras seguimos, siempre. Porque sabemos que somos fuertes, y que juntas, vamos más lejos», concluye Bianca con un brillo en los ojos que refleja todo lo que ha logrado esta pequeña pero poderosa asociación. Porque las mujeres con discapacidad en Cádiz, como Bianca, han demostrado que no necesitan a nadie que las defienda. Se defienden ellas mismas. Y lo hacen con el corazón lleno de coraje y solidaridad.

RedMudis Cádiz