Recuerdos y café: la memoria del bar

Un café, una tostada y una buena conversación, el desayuno en Andalucía alcanza esta triple dimensión, como alimentan desde AFA Puerto

Un café, una tostada y una buena conversación. El desayuno en Andalucía alcanza esta triple dimensión que supera con creces su función primaria meramente nutritiva. Es tradición, es idiosincrasia, y el bar cumple una función social como templo de las relaciones personales. Esos enriquecedores momentos son las últimas llamas de una memoria que se apaga, pero a su vez es el primer fuego del que uno se desprende cuando empieza a sentir los vacíos en la memoria.

La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de El Puerto de Santa María ha recuperado el bar. Ese espacio de cercanía, de confianza, incluso de autonomía, para que sus usuarios se relacionen de una manera tan propia y añeja como especial. El proyecto 'Recuerdos y café', que nació gracias al impulso y la colaboración de la Fundación la Caixa, arrancó a principios de este año y se piensa perpetuar por la excelente acogida.

La organización ha reciclado una de sus salas menos utilizadas y la ha adaptado, reformado, para iluminar un establecimiento moderno con ambiente andaluz bautizado con ese nombre que todos recuerdan: el bar. "El objetivo es favorecer las relaciones sociales", explica la directora de AFA Puerto, Marta Vicenti.

Los desayunos como método terapéutico. Así es. Porque AFA Puerto hace ya tiempo que huye del concepto clásico de esas asociaciones que parecían centros sanitarios o residencias de mayores. Se quitaron la bata y el pijama para generar espacios de confianza. Y el summum de ello es precisamente el bar. "Antes, desayunaban también aquí, pero se comían lo que les ponía el auxiliar y no había interacción entre los usuarios. No tenían decisión en lo que tomaban y simplemente se quedaban ahí, comiendo y sin hablar. No se fomentaba la toma de decisiones", recuerda Vicenti.

"Ahora se ha organizado de tal manera que son ellos los que deciden qué quieren tomar, dónde se quieren sentar, y eso es algo que fomenta su autoestima y fortalece su capacidad de decisión. Hemos querido provocar eso y favorecer las relaciones sociales. Más que ir a un centro sanitario, van a un bar con sus compañeros y amigos", resume. "Son cuatro mesas con taburetes, una barra y un ambiente andaluz. El bar se llama y parece eso, un bar. Es un escenario. Les ponemos la mesa, los cafés, leche, zumo, y son ellos los que con tienen autonomía para disfrutar lo que quieran".

Se sientan donde quieren. Comen lo que les apetece. Hablan con quien les place. Un oasis de independencia con reminiscencias a veces profundamente sepultadas. "En la sala está todo más estudiado. Dónde se tienen que sentar, con quién van a hablar (personas más tímidas con otras más extrovertidas), pero en el bar se fomenta esa autonomía y se están forjando relaciones de amistad".

Cercanía y confianza

Es una manera de "aportarle dignidad a las personas y quitar institucionalización a los centros de mayores. Vienen a estar a gusto, a pasarlo bien, hay más cercanía y es más participativo, que se sientan cómodos en espacios de cercanía y de confianza".

Una nueva oportunidad para "seguir desarrollando esa actividad tan nuestra, tan andaluza". Y es que "la actividad normal se pierde cuando se empiezan a tener los primeros síntomas de la enfermedad". El temor por los despistes, el miedo a errar por no recordar la hora y el lugar de la cita, los espacios incómodos que se generan en la conversación, frenan esa capacidad de relación de las personas con demencia incipiente. "Empiezan a sentirse inseguros y tienden a aislarse".

En su sede de la calle Durango, AFA Puerto desarrolla terapias con personas con demencia, la mayoría Alzheimer, con trastornos leves y moderados. "Nos centramos mucho en la terapia, en lo que se puede trabajar. Sirve para mejorar la calidad de vida no sólo de los enfermos sino también de los familiares, porque es una enfermedad que afecta mucho a la familia, a la convivencia, a las relaciones. Y es una manera de que ellos se sientan activos".

En líneas generales se logra ralentizar el deterioro, aunque "no hay una varita mágica, porque cada persona es un mundo. Y realizamos una atención centrada en las personas. Intervenimos en las funciones cognitivas, también a nivel funcional y física y en las relaciones sociales. Son las tres patas de nuestra labor", culmina la directora.

Un café y una tostada. Una buena conversación entre amigos. Que el bar no sea sólo un recuerdo

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