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Laminas solidarias gaditanas por la educación en Camerún

Prodean pone a la venta unas reproducciones María Diufaín para conseguir fondos para el proyecto ‘No hay Futuro Sin Educación’

Cada año por estas fechas el mercarastro de Prodean ya se habría celebrado. El hall del Hotel Playa Victoria se convertía en un vaivén de gente que colaboraba en el mercadillo o acudía a las actividades y actuaciones que allí se celebraban con un fin: recaudar fondos para un proyecto de Prodean. Este año, es diferente. No hay mercarastro pero sí hay forma de colaborar. A través de la compra de láminas inspiradas en mujeres de Camerún se puede ayudar al proyecto ‘No hay Futuro Sin Educación’.

La pintora gaditana María Diufaín, colaboradora habitual con la entidad, ha creado la colección  ‘Los Colores de África’. Se trata de una serie de siete láminas diferentes inspiradas en la mujer camerunesa con turbantes de colores. Con un tamaño de 14x14 y a un precio de 10 euros todos los beneficios de la venta de estas reproducciones van a estar destinados al nuevo proyecto de Prodean. 

La delegada de la entidad en Cádiz, Mamen Camacho, comenta a LA VOZ que «este sería el octavo año de mercarastro y por las circunstancias no ha podido ser. Aprovechando que María Diufaín quiso hacernos una pintura y entre mucho pensar qué tipo de láminas mandaba, se le ocurrió crear estas imágenes de la mujer con unos turbantes». 

La iniciativa está teniendo una gran acogida y si no hay stock en el momento, Mamen asegura que «en 24 horas nos la mandan». «La venta de esas láminas va para el proyecto ‘No Hay Futuro Sin Educación’ que sería el proyecto para el que estaríamos trabajando para el rastrillo y se puede pagar a través de Bizum y cuenta corriente», añade.

Cada año, Prodean elige un proyecto diferente al que destinar los beneficios de su mercarastro como el de ‘Mas Salud’ en Kinshasha -República Democrática del Congo- que tenía como objetivo acercar la sanidad a personas de escasos recursos en las zonas rurales.

«Allí el concepto de educación es muy básico»

La voluntaria de Prodean Feli Castellano en Camerún

La idea de apostar por una mejora de la educación en el país africano surge a raíz del voluntariado en Camerún de Feli Castellano. Sobre la vida de la sociedad camerunesa señala que «no tenemos luz en las casas de modo habitual, no hay agua. Hay que ir a buscar el agua a los pozos, es frecuente ver a niños transportando cubos de agua a sus casas. La gente hace una comida al día, los niños tienen que ir caminando a la escuela en recorridos de más de una hora con lluvia en temporada de lluvia y calor en temporada de calor». «Y esto es  Camerún» destaca. 

En la actualidad es habitual que los niños y niñas del país no puedan estudiar con continuidad o que comiencen a una edad tardía por la falta de medios. Desde Prodean comentan que allí el concepto que tiene la sociedad sobre la educación de los hijos «es muy básico» y que en muchos casos se reduce a la alimentación y «con alguna frecuencia a la escolarización»

Con esta situación, Feli Castellano se planteó «qué podemos hacer» y «nuestra mejor apuesta es por la educación y la formación como una herramienta para que las personas en el futuro puedan tener una vida digna y por eso nuestro proyecto ‘No hay Futuro Sin Educación’».

El proyecto elegido en esta campaña se va a dirigir a niños y niñas desde los 6 hasta los 22 años, aunque avanzan que se va a priorizar a niñas y mujeres porque «en la cultura local siempre son las más desfavorecidas y las que menos oportunidades tienen». 

La idea inicial del programa es proporcionar libros y material escolar, pagar la escolaridad anual y facilitar el uniforme de al menos 50 personas. En Camerún el salario medio ronda los 70 euros al mes y la escolarización es de 300 euros anuales.  Por ello el objetivo que se ha marcado Prodean este año es llegar a los 15.000 euros con la venta de estas láminas. La campaña va a estar activa al menos hasta final de año.

Desde Camerún, Feli finaliza asegurando que «estamos convencidos de que las estructuras quizás no las vamos a poder cambiar pero sí que personas vivan con una mayor dignidad en el futuro». 

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