La solidaridad vuelve a encenderse en la barriada del Río San Pedro. Una de las campañas más veteranas de “Ningún Niño y Ninguna Niña sin Juguetes” regresa un año más desde la Clínica Dental Erytheia, que mantiene viva una tradición navideña profundamente arraigada en este rincón de Puerto Real.

En esta ocasión, la iniciativa llega marcada por el dolor reciente. Tras el incendio del edificio Miramar, ocurrido el pasado 20 de noviembre, el nombre del Río San Pedro ha aparecido en el mapa nacional por motivos que nadie hubiera deseado: 124 viviendas afectadas, familias desplazadas y una Navidad a la vuelta de la esquina que se ha vuelto incierta para muchos vecinos, algunos de los cuales perdieron incluso los regalos que ya preparaban para el Día de Reyes.

En este contexto, Silvia Barrios, gerente de la Clínica Erytheia y una figura muy implicada en iniciativas sociales, ha decidido destinar gran parte de la campaña a las familias afectadas que lo soliciten. Aunque su domicilio está en San Fernando, Barrios lleva años promoviendo acciones solidarias en la barriada, la mayoría enfocadas a los niños y niñas del entorno.

La campaña mantiene su esencia desde el primer día:
quien entrega un juguete (por un valor aproximado al de una limpieza dental) recibe la limpieza totalmente gratis.
Una fórmula sencilla y bonita que convierte un gesto cotidiano en una oportunidad para ayudar.

“Yo animo a la gente que tenga que hacerse esta intervención a que se la haga en la clínica y pague con un juguete del valor de la intervención. Da igual si es paciente habitual o no”, señala Silvia Barrios, recordando que cualquier aportación suma para que la magia llegue a todos los hogares.

Un año más, el equipo de la clínica contará con el apoyo del activista local Diego Ruiz, colaborador fiel desde los inicios de la campaña. Ruiz se encarga de movilizar donaciones adicionales para quienes desean aportar juguetes sin necesidad de participar en la promoción de la limpieza dental.
“Es difícil superar lo del año anterior, siempre nos pasa lo mismo… y al final lo hacemos. Este año la idea que ha tenido Silvia me parece genial. Muchas personas del barrio han perdido mucho en el incendio”, comenta.

La campaña también volverá a sorprender con uno de sus ya tradicionales vídeos promocionales, una herramienta creativa que en ediciones anteriores ha logrado un gran alcance y que acostumbra a mezclar humor, disfraces y colaboraciones especiales, como la participación de la Chirigota del Cascana el año pasado.

En un momento difícil para tantas familias del Río San Pedro, esta iniciativa vuelve a recordarnos que la solidaridad —cuando nace del propio barrio— tiene una fuerza capaz de multiplicarse.
Porque en Navidad, ningún niño ni niña debería quedarse sin su juguete… y el Río San Pedro lo sabe bien.