«Necesitábamos que nos mostraran el camino para lograrlo por nosotros mismos»
Son días de intensa actividad en la Asociación para la mediación social Equa. El viernes día 3 de diciembre no faltaron a la convocatoria del Día Internacional de las Personas con Discapacidad que se realizó en la plaza de la Catedral donde estuvieron sensibilizando a los gaditanos, informando sobre sus actividades y poniendo el foco sobre la necesidad de alcanzar una sociedad inclusiva y accesible. El viernes 10 de diciembre tienen otra gran cita en el Edificio de la Constitución de 1812 (Aulario La Bomba) para realizar la presentación oficial de los resultados del proyecto en el que han estado trabajando desde enero que se hará en las Jornadas ‘Aprendizaje y Servicio y Accesibilidad: analicemos nuestra inclusión’. Y, en menos de un mes, cumplirán los 25 años desde su nacimiento en Cádiz.
Los usuarios de Equa son personas que se preparan para ser independientes y vivir como cualquier persona pero, para ello, necesitan que las ciudades sean accesibles para poder entender la información, pasear por las calles, entrar y participar en los espacios públicos. Les preocupa su futuro y ante la complicada situación laboral muchos han optado por preparar unas oposiciones. Quizás por ello, o por la cercanía de la festividad, los artículos de la Constitución e incluso la Ley de Transparencia aparecen en más de una conversación.
Alba acaba de presentarse a una convocatoria para Ordenanza y, aunque no ha obtenido plaza, asegura que va a seguir preparándose. «Me gustaría sacarme también el B1 de inglés», explica. La joven, que vive en San Fernando aunque nació en Algeciras, lleva seis años en la Asociación Equa. «He encontrado un grupo de amigos y estoy contenta», apunta mientras se deja conquistar por el ritmo de la batukada que resuena en la Catedral.
Adán es uno de los veteranos del grupo. Entró con su amigo Saúl en 2010 y ambos pertenecen al grupo de teatro, una actividad lúdica y terapéutica donde trabajaban expresión, creatividad, gestos, voz... y que debido al Covid se ha visto interrumpida. Ahora, mientras esperan que se recupere el taller, están centrados en estudiar.
Alberto forma parte de la asociación desde hace diez años. «Se podía decir que hemos hecho la mili en Equa», anuncia divertido para proseguir: «Equa ha sido nuestra salvación. Necesitábamos que alguien nos mostrara el camino pero todo lo hemos conseguido por nosotros mismos», sentencia. Alberto se está preparando unas oposiciones para Administrativo de la Junta y se le ilumina la mirada mientras habla de tener un trabajo fijo, de la necesidad de no depender de nadie «más que de uno mismo» e incluso de adquirir la obligación de pagar un alquiler o una hipoteca. «No queremos nos excluyan de ningún ámbito»; «Tenemos los mismos derechos que los demás»; «Queremos una enseñanza donde se respeten nuestros ritmos porque nosotros sí nos esforzamos»; «Tenemos derecho a un trabajo digno»; «Queremos tener un ocio normalizado», explican en algunos de los carteles que han elaborado para dar voz a sus reivindicaciones. Y es que, como señala Gala Domínguez, coordinadora de área de Intervención con Personas con diversidad funcional, «uno de los objetivos es lograr el empoderamiento de las personas con discapacidad intelectual».
Cambiar la mirada
En unos días culmina el proyecto ‘Aprendizaje de Servicio y Accesibilidad: analicemos nuestra inclusión’ que tiene como finalidad la mejora de la accesibilidad en el campus de la UCA a partir del análisis de las barreras (físicas, cognitivas, sensoriales, culturales y digitales) de un edificio histórico como es el de la Facultad de Medicina que se ha tomado como modelo para después elaborar un plan de accesibilidad que han realizado los usuarios de Equa tras recibir una formación específica con asociaciones como Agadi, Albor, Once, Autismo Cádiz y la Asociación de Aprendizaje y Servicio de la UCA. El proyecto se ha llevado a cabo desde un enfoque comunitario e inclusivo con un trabajo en red donde han participado entidades relacionadas con la diversidad funcional, personal de la UCA y Fundación ''La Caixa''. «El aprendizaje de servicio es un concepto muy potente porque promueve un cambio de mirada y de las estructuras de pensamiento. Produce un auténtico aprendizaje», explica Mayka García, delegada del Rector para las Políticas de Igualdad e Inclusión.«Para lograr una sociedad inclusiva es necesario que se produzca este cambio en la mirada que lleve a la sociedad al descubrimiento y al reconocimiento de capacidades diversas».
Los participantes en el proyecto se han convertido en protagonistas desempeñando un doble rol. Por una parte, han experimentado las barreras a las que se deben enfrentar las personas y, por otra parte, han actuado como prescriptores para tras su investigación aconsejar sobre las debilidades que hay que solventar para garantizar una inclusión plena y efectiva. «Se ha conseguido dar una vuelta de tuerca y posicionar a personas con discapacidad intelectual como investigadores, un reconocimiento que tiene mucho valor», concluye Pablo Calle, Maestro de Educación Infantil y coordinador del proyecto.