«Ellos nos han expresado que han vuelto a sentir como si tuvieran un techo»
Hace apenas cuatro días que el centro de alta tolerancia para personas sin hogar Fermín Salvochea abrió sus puertas en Cádiz, un recurso muy esperado tanto por las personas que viven en la calle como por los profesionales que luchan contra el sinhogarismo en la ciudad. Desde el primer momento, los usuarios participan de manera activa en el centro bien en el mantenimiento del mismo como proponiendo talleres que sean útiles para mejorar su vida y conseguir así salir de la calle, comenta Menchu Romero, coordinadora del centro. En este sentido, Romero insiste en el protagonismo que van a tener las personas en la vida del centro y su evolución.
¿Qué supone para usted coordinar este nuevo centro?
Es un honor poder estar aquí con estos recursos después de tantos años trabajando en la lucha de reivindicar los derechos y deberes de las personas sin hogar. La verdad que me satisface mucho, no me lo esperaba, era algo que no me había planteado en un primer momento hasta que vi la oferta, la solicité, la superé y bueno, felicidad. Es un inicio en el sentido de tener ahora la posibilidad real de movilizar otras cuestiones que antes no tenía como profesional.
¿Cómo han ido los primeros días desde la apertura?
Ha ido genial. Estamos muy emocionados por las personas. Era una necesidad muy grande para ellos que se les pusiesen mayores recursos y personal que lo atiendan. Hoy tienen un espacio donde pueden cubrir sus necesidades más básicas como podrían ser las duchas y la lavandería. Ellos han llegado aquí muy agradecidos y sobre todo con muchas ganas de participación, de involucrarse, de ofrecer su potencialidades, de hacer cada uno algo, de ganas de colaborar, han hecho 20.000 propuestas. Llevamos ya tres asambleas y han sido preciosas donde han querido participar todos y cada uno de ellos. Todo es voluntario porque es un centro de alta tolerancia, no se les obliga a nada, mas que a cumplir unas normas de convivencia cívicas. Aquí el objetivo es que sean ellos los que hagan las tareas, un trabajo muy educativo desde la implicación, participación y el empoderamiento. Han hecho el proyecto suyo desde el minuto uno, como queríamos.
¿Qué encuentran las personas que acuden allí?
Tienen todo el espacio de estar y encuentro para usar los servicios que existen, desde tomarse un café. Luego, de una manera muy natural, se van duchando y van lavando la ropa. Estos días la lavandería y las duchas las hemos tenido completas. Ya quieren hacer actividades. Les hemos dicho que vamos a organizar las actividades junto a ellos, que tenemos unas propuestas pero que queremos trabajarlas desde sus demandas y necesidades. Ellos han hecho una lluvia de ideas enorme desde la lucha por entrar en planes de empleo del Ayuntamiento para que tengan una prioridad las personas sin hogar con una discriminación positiva a trabajar el tema de vivienda que es la necesidad común. También piden ayuda para hacer currículum, aprender a manejar el ordenador, hacer actividades culturales o propuestas de mejora del propio centro. Ellos mismos van a ser la parte del equipo que trabaja día a día junto a nosotros. En las asambleas hablamos desde el trabajo emocional, de la necesidad de cuidarnos a los demás. Han trabajado mucho el objetivo del bien común. Nosotros lo teníamos planteado, pero ha nacido de ellos mismos el: ‘vamos a cuidarlo entre todos, aquí no deben pasar cosas y esto tiene que ir muy bien’. Nos ha sorprendido muchísimo las ganas que han puesto.
¿Cree que se contribuirá a disminuir el sinhogarismo de Cádiz?
Desde luego va a haber más personal para intervenir y vamos a poder trabajar pero nos faltan herramientas. y estructuras. Todos necesitan una vivienda y un empleo y eso como recurso no lo tenemos. Empezaremos a mover hilos y a intervenir de manera grupal e individual para buscar salidas. No es rápido, ni de hoy para mañana, ni vamos a acabar con todo el sinhogarismo de la ciudad. Esto es un problema del sistema, de un sistema capitalista que no previene, que desecha a la gente a la calle. Muchos vienen deteriorados desde pequeños con cuestiones muy difíciles y complicadas desde salud mental a temas estructurales de paro. Vamos a garantizar la atención socioeducativa y psicológica que antes no tenían.
¿Cómo se sienten los usuarios con este nuevo recurso?
Ellos nos han expresado que han vuelto a sentir como si tuvieran un techo, en el simple hecho de ducharse y tener un centro a su disposición. Les ha provocado mucho sentimiento ver que en este proyecto se va a trabajar desde sus potencialidades como personas y su participación máxima, algo que les recupera la dignidad perdida. También explican que era un proyecto muy esperado por ellos y que las expectativas se están superando al ver cómo va a ser el funcionamiento del mismo. Hoy están limpiándolo entre todos porque ya lo han hecho suyo
¿En qué consiste el equipo de intervención de calle que se ha creado?
Tiene dos partes. Una es un servicio de emergencia social para demandas de cualquier ciudadano como una persona mayor que se haya caído y no haya nadie para levantarla. Y por otro lado, es la atención en calle a personas sin hogar. El personal de calle está de 18.00 a 22.00 de lunes a viernes. No obstante la Fundación Atenea ha ampliado los contratos a dos personas pero también para otras funciones como complementar el centro que también le falta personal y actividades de coordinación.