El portuense Sergio Peláez afronta el cruce a nado solidario del Estrecho de Gibraltar

Además del reto deportivo, el nadador recauda fondos para impulsar un proyecto educativo para niños y niñas de Nepal en situación de vulnerabilidad de la mano de la Fundación Vicente Ferrer

El nadador de El Puerto  Sergio Peláez afronta este martes (16 de julio de 2024) el cruce a nado del Estrecho de Gibraltar, una de las travesías más anheladas por deportistas de todo el mundo.

Además de un reto deportivo, Peláez lleva a cabo un reto solidario, puesto que está recaudando fondos a través de una campaña de microdonaciones para promover la educación de niños y niñas de Nepal de la mano de la Fundación Vicente Ferrer (FVF).

El concejal delegado de Juventud y Deportes de El Puerto, José Ignacio González, ha recibido este lunes en el Ayuntamiento a Sergio Peláez para conocer su iniciativa, en una reunión en la que también ha participado el delegado de la FVF en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Carmona.

Sergio Peláez es un gran deportista amante de los retos, los viajes y la aventura y trabaja en OKEYMAS Fitness Club El Puerto, cuyo equipo se ha convertido en un fuerte apoyo para la realización de este reto. Peláez se enfrenta al cruce del Estrecho acompañado por la también portuense María Ayuso y el sevillano Antonio Acosta.

El Estrecho de Gibraltar es una de las travesías más soñadas por los nadadores de todo el mundo de aguas abiertas de larga distancia. Además, forma parte del desafío internacional Oceans Sevens, que une siete de las travesías más importantes de los siete continentes.

Sergio Peláez, que participa de forma habitual en travesías solidarias de Brazadas Solidarias y la Fundación Vicente Ferrer, está liderando una campaña de microdonaciones con la que capta fondos para esta ONGD con el objetivo de promover la escolarización de niños y niñas de Nepal, especialmente en las zonas rurales, donde la lejanía de las escuelas supone un obstáculo de acceso para las familias.

Rafael Carmona, delegado de la FVF en Andalucía, ha agradecido a este nadador portuense su iniciativa y su cariño hacia la organización, “especialmente por nadar con tenacidad, sencillez y siempre con una sonrisa”.

El proyecto solidario de la FVF en Nepal

La Fundación Vicente Ferrer, que trabaja en la India desde hace más de 40 años, ha puesto en marcha la primera fase de su internacionalización en Nepal, un país con una población que aún no se ha recuperado de las consecuencias del devastador terremoto de 2015. En los contextos de crisis, la infancia se convierte en la primera y principal víctima. Por ello, la Fundación está dando apoyo a tres colectivos: menores cuyas familias trabajan en los tradicionales hornos de ladrillo, una industria con un alto índice de empleabilidad infantil; niñas y niños con parálisis cerebral, y personas adultas con problemas de salud mental, cuya carga familiar recae en sus hijos e hijas.

Se calcula que en Nepal hay unas 750 fábricas de ladrillo, (cifras no oficiales apuntan a más de 1.000, porque muchas son ilegales) una industria que ha crecido al amparo de la construcción y la exportación a países ricos donde existe mayor regulación medioambiental. Son empleos que suelen estar ocupados por familias empobrecidas, la mayoría de las castas más bajas o dálits. Se trata de un trabajo temporal, que se desarrolla entre noviembre y mayo, época en la que no hay monzones.

Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 16% de la fuerza laboral de las fábricas de ladrillos está formado por menores, lo que supone que entre unos 20.000 y 30.000 niños y niñas que deberían estar en las escuelas sufren explotación laboral y riesgos a su salud por cargar pesos excesivos y exponerse a las nubes de humo tóxico que emanan de las chimeneas de los hornos.

La Fundación Vicente Ferrer está apoyando en Nepal a siete escuelas para que menores en edad preescolar (de 3 a 6 años) y pertenecientes a familias que trabajan en este sector reciban nutrición, ropa y cuidados mientras sus padres trabajan como temporeros. Sin este apoyo, los niños con toda probabilidad acabarían trabajando con ellos.

Esta intervención de la Fundación Vicente Ferrer en Nepal contempla también la rehabilitación y nutrición de menores con discapacidad en centros de día, el apoyo psicológico a sus madres y la sensibilización de las familias con hijos e hijas que cuidan a alguno de sus progenitores con enfermedades mentales para que no abandonen sus estudios.

En Nepal hay un alto índice de enfermedades mentales, pero escasos recursos para abordarlas. Muchas de estas patologías están desencadenadas por la alta incidencia de terremotos y otras catástrofes naturales en las que las familias más pobres lo pierden todo. Por otro lado, Nepal sufrió entre 1996 y 2006 una guerra civil cruenta cuyas consecuencias fueron devastadoras en las zonas rurales. Muchos adultos, que entonces eran niños, arrastran hoy secuelas físicas y psicológicas de aquel episodio.

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