El oro rojo del mar, un reclamo solidario

Club Rotary recauda 8.000 euros en un ronqueo de atún benéfico en el chiringuito El Relío de La Barrosa | El dinero se destinará al proyecto ‘Ictus infantil’ que impulsa Cáritas Jerez y a la iniciativa ‘El legado de Oliver’

El atún rojo es un estandarte de la provincia de Cádiz. Un reclamo para el turismo, la hostelería y la cultura y, ahora también, para la solidaridad. Este sábado se celebró un ronqueo benéfico de atún de almadraba en el chiringuito El Relío de Chiclana. Un evento organizado por Club Rotary Cádiz Costa de la Luz que ha tenido como finalidad recaudar fondos para el proyecto ‘Ictus infantil’ de Cáritas diocesana de Jerez y ‘El legado de Oliver’. Así, una tradición milenaria y muy arraigada en la provincia ha servido de pretexto para que el conocido como «oro rojo del mar» se transmute en euros para contribuir con estas dos iniciativas. Y lo ha conseguido. El ronqueo ha logrado recaudar 8.000 euros con las aportaciones realizadas por el centenar de asistentes, las donaciones a través de la denominada como ‘fila 0’, para los benefactores que han aportado su grano de arena pero no han asistido al evento y la subasta de cuadros.

En un ambiente distendido, marcado por las ganas de colaborar y disfrutar, Miguel Ángel Montaldo, presidente del Club Rotary tomó la palabra para explicar cómo surgió el evento. A continuación, llegó el momento de ahondar en el ronqueo y de conocer esta técnica de despiece manual. Los voluntarios de la pescadería Ricardo de Chiclana fueron los encargados llenar el recinto con el sonido del metal desplazándose con armónica precisión contra la espina dorsal de los túnidos para separar los grandes lomos de la espina central, la cabeza y la cola en una especie de salmodia, –de ronquido repetitivo y constante–. Después llegó el despiece más minucioso para obtener las 24 piezas que despliegan todo el abanico de texturas y sabores propios del atún.

Daniel García Peinado, chef gourmet de La Roja y del restaurante Aove, y su compañero Miguel Ángel López, jefe de cocina de Casa Miguel en Jerez, tomaron el testigo para elaborar ocho platos entre los que estaban exquisiteces como tartar mixto de atún y secreto ibérico con guacamole cítrico; ajoblanco de coco y ceviche de atún; croquetas de aceituna aloreña y atún o el brioche de atún en ‘aove colorado’.

El pintor jerezano Fernando Quirós también se involucró y puso su arte al servicio del proyecto realizando cinco lienzos con la temática del atún como protagonista que se subastaron al final de la jornada gastronómica. El menú solidario también contó con la actuación desinteresada de ‘The Reverse Cover Band’ que amenizaron la velada con sus melodías. «Estamos muy contentos con el resultado. Se han conseguido 8.000 euros y la respuesta del público ha sido extraordinaria. También hay que reconocer la facilidades que nos ha brindado Ana Prieto, de ‘El Relío’, que ha puesto a disposición de todos un maravilloso espacio en plena temporada veraniega y a todas las empresas y firmas que han apoyado esta causa a favor de personas que necesitan de nuestra colaboración», indican desde Club Rotary.

El duelo más difícil

El Legado de Oliver tiene como objetivo recaudar fondos para que los hospitales de la provincia de Cádiz dispongan de un ‘cuddle cot’, una cuna fría que cuenta con un mecanismo que permite mantener el cuerpo de los bebés fallecidos durante unas horas para que los progenitores puedan despedirse de su bebé sin prisas ni presiones. Natalie Claytor y Manuel Moreno, una pareja de Chiclana, son los impulsores de este proyecto que nació después de vivir en primera persona la pérdida de su bebé. Los gaditanos no quieren que otros padres tengan que pasar por el mismo dolor que tuvieron que pasar ellos cuando su hijo Oliver nació muerto y por eso se han empeñado en llevar a los hospitales ‘cunas frías’.
El uso de este tipo de cuna está muy extendido en países como Reino Unido y Estados Unidos, pero en España no está muy desarrollada. Esta alternativa permite que, además de los progenitores, puedan despedirse del bebé otros familiares como los abuelos. Las ‘cunas frías’ o también llamadas ‘de abrazos’ regalan tiempo para prepararse para encarar la muerte del recién nacido. Disponer de este recursos alivia el dolor y ayuda a asimilar mejor el duelo y para poder empezar a mirar hacia el futuro.

Ictus infantil

Cáritas Diocesana de Jerez y laboratorios Gómez Besser impulsan el proyecto sobre el ictus infantil que tiene como objetivo facilitar el tratamiento de rehabilitación neuronal de niños de hasta 14 años con lesiones neurológicas porque han sufrido ictus o Daño Cerebral Adquirido (DCA). En la provincia de Cádiz se producen una media de cinco ictus infantiles al año.
El pronóstico favorable -que permita la reincorporación de estos niños a su rutina diaria- depende en gran medida de la posibilidad de recibir un tratamiento temprano, continuado, intensivo y especializado. Muchas familias carecen de los recursos suficientes para poder sufragar los gastos y para ello se otorgan anualmente estas becas a niños que presentan déficits secundarios tras sufrir un ictus.

Comentarios