ENTREVISTA

«De esta tenemos que salir unidos y unidos es también con la población inmigrante»

Francisco Morales Moreno es director de CEAin (Convivencia e inclusión social) en Jerez

Uno de los colectivos más vulnerables de la sociedad actual es el conformado por la población inmigrante. Desde que comenzó la crisis del coronavirus, la desigualdad se ha acrecentado, pero también ha puesto de manifiesto como muchas de estas personas pertenecen al grupo de trabajadores esenciales. Francisco Morales Moreno, director de CEAin en  Jerez -convivencia en inclusión social- reclama, entre otras cuestiones, la celeridad en los procesos documentales para regularizar la situación de estas personas que ya pertenecen a nuestra sociedad. Morales ve imprescindible la unión social para poder salir del «boquete» al que nos ha llevado esta pandemia.

¿En qué situación están las personas migrantes en la provincia?

Tuvimos que readaptar y reorganizar todos nuestros servicios y programas. Establecimos un servicio de información, orientación y apoyo online que gradualmente hemos pasado a actividad presencial. Hemos duplicado el número de personas atendidas con respecto al año anterior en este mismo periodo llegando a más de 800 personas inmigrantes. Lo que nos pedían, sobre todo al principio, era información y orientación sobre extranjería, sobre cómo y cuándo podrían renovar sus autorizaciones. Igual que el resto de la población, había muchas familias con necesidades básicas de alimentación, personas que habían perdido el trabajo o que no podían pagar la vivienda.  Para afrontar todo este trabajo hemos tirado de ayudas y apoyos que nosotros podemos ofrecer desde los servicios de CEAin pero también ha sido fundamental la coordinación con los servicios sociales comunitarios y con otras entidades de la red de entidades de Jerez.

¿Con qué dificultades se han encontrado estas personas con la crisis del coronavirus?

El impacto ha sido en toda la población migrante y no migrante que estaba en una situación complicada y ahora es más precaria. En el caso de los inmigrantes, se añade que muchas de estas personas no tienen redes sociales o familiares de apoyo. Otro aspecto importante en el que hemos intervenido es en el empleo. Hay un sector específico como es el doméstico y de cuidados con personas que estaban en un régimen interno que no solo han perdido el empleo, también el techo donde vivían. Por otro lado, a la vista está lo que ha ocurrido en el sector agrario que ha demandado una mano de  obra que era muy necesaria y tenía que ser inmediata porque para recoger la fruta la recoges cuando la tienes que recoger o sino, no vale. Nos hemos encontrado con que era necesario,  hemos pedido al Gobierno y así se ha hecho.

¿Cuál es la línea a seguir?

Por ejemplo, si se flexibilizan los procesos documentales para jóvenes migrantes tutelados, como algunos de los que tenemos en nuestros programas, pueden trabajar legalmente, de acuerdo al convenio y al mismo tiempo ser útiles en un momento de la sociedad en la que nos necesitamos todos. Las personas inmigrantes que viven ya con nosotros forman parte de este país a las duras y a las maduras y lo que no es justo es que las dejemos apartadas y en una situación de exclusión. Todas las medidas que se han tomado en ese sentido, las aplaudimos, como la prorroga de seis meses de las autorizaciones de residencia y trabajo o la de permitir autorizaciones de trabajo a todos los jóvenes que ya estaban trabajando en el campo por duración de dos años. Esa es la línea en la que hay que seguir trabajando porque no solo se beneficia a estas personas sacándolas de la exclusión, nos beneficiamos todos.

Desde CEAin, ¿Cuáles son sus principales demandas?

Por un lado, en la integración de igualdad de Derechos y Deberes que es seguir avanzando en esta línea porque tenemos una serie de obligaciones también internacionales. Con todas las personas que solicitan asilo y refugio. Hay que mantener esos programas y líneas de atención. También es fundamental la atención humanitaria. Nosotros compartimos el llamamiento que h izo la ONU ante hechos que se estaban produciendo en el Mediterráneo. El Covid-19 no puede ser el pretexto para expulsar en medio del mar a embarcaciones de personas inmigrantes porque eso es un delito y no puede ser una excusa porque además no son hechos que  estén relacionados. Nos preocupa el  tema de los jóvenes migrantes tutelados, confiamos en que se establezca un sistema que haga que estos chavales, que han sido tutelados por la Administración, puedan estar regularizados a través de procedimientos que sean más simples que los actuales y que hagan que estas personas puedan integrarse. También es preocupante todo el sector de cuidados y se pone de manifiesto que cosas sencillas son las más esenciales. Hay que cuidar a las personas que están en este sector de cuidados. Todo esto habrá que regularizarlo y resignificarlo.

¿Cómo espera que sea el futuro más reciente de estas personas?

Creemos que de esta tenemos que salir unidos y unidos es también con la población inmigrante.  Me  parece que el futuro inmediato y a medio plazo es que se fortalezcan las comunidades locales. Hace falta que los servicios públicos salgan reforzados, tengan los suficientes medios y recursos y tengan la capacidad de dar respuesta a las necesidades de la población en su conjunto. Pero también hay que activar todo lo que es la organización comunitaria de los barrios. En algunos, como en Jerez en la zona sur, hay experiencias que llevan años desarrollándose. En esos procesos hay que contar también con la población inmigrante. Dicho de otra manera, la población inmigrante es parte de la solución, no es parte del problema. Esto llevado a todas sus consecuencias significa que vamos a salir más fortalecidos y vamos a tener oportunidades de salir del boquete donde nos ha metido esta pandemia contando con ellos porque sino es como desperdiciar una parte de nuestras potencialidades. Hay que entenderlo así como una sociedad intercultural, que se reconoce diversa, que se reconoce que es un activo para nuestro propio desarrollo. Estamos en un momento de arrimar el hombro todos y tratar que nadie quede atrás.

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