Alberto Estrada: «Cuanta más gente conozca el Parkinson más cosas se pueden conseguir»

El triatleta de Chiclana,  que fue diagnosticado con 39 años, relata cómo es su día a día con la enfermedad en ‘A mi manera con el Sr. Parkinson’

Alberto Estrada tiene 40 años y su gran pasión es el deporte. Desde muy joven sintió la necesidad de mantener una vida activa y con 14 años se aficionó al triatlón, una disciplina exigente que ha practicado durante todos estos años. En 2015 completó un Ironman, una prueba de 3,8 kilómetros a nado, 180 kilómetros en bicicleta y 42,2 kilómetros corriendo que deben realizarse en un plazo máximo de 17 horas. Hace cinco, en 2018, descubrió las carreras de montaña. Pero pese a ser un joven lleno de vitalidad y sano, el chiclanero reconoce que siempre ha tenido muchos temblores en la parte izquierda del brazo. Además, tenía pesadillas, hablaba dormido y tenía trastorno del sueño. «Alguna vez lo había consultado pero no le daban mayor importancia». Y Alberto siguió corriendo.

En enero de 2022 fue al médico de cabecera porque los episodios iban aumentando en frecuencia e intensidad. «Me ponía rígido en la cama, no controlaba los movimientos y tenía pesadillas fuertes. Incluso me llegué a caer mientras dormía». El médico de cabecera le derivó al neurólogo pero la cita tardó cinco meses en llegar. Entre tanto, se inscribió en una carrera de montaña pero tuvo un «apagón» en la parte izquierda del cuerpo y le tuvieron que evacuar para llevarlo al hospital de Villamartín.

Ya en mayo, después de realizarle algunas pruebas la doctora le avanzó que podría tratarse de Parkinson, Esclerosis Múltiple o ELA. Le puso tres cartas sobre la mesa y poco menos le dijo que eligiera. «Pues dame Parkinson, dije yo. Al menos tiene tratamiento», rememora con sorna. El humor y un optimismo inquebrantable son señas de identidad de este luchador incansable. El 15 de septiembre la prueba de contraste dictaminó que se trataba de Parkinson juvenil, un caso excepcional que aparece antes de los 21 años. El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva.

«El deporte me ha beneficiado mucho. Practicar una actividad intensa genera dopamina naturalmente y creo que por eso la enfermedad no se ha manifestado tan intensamente». En el Parkinson la falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado, dando lugar a los síntomas motores típicos, como el temblor en reposo o la rigidez.

De la neuróloga que lo atendió no guarda buen recuerdo y por eso quiere hacer un llamamiento a la empatía y a la implicación de los profesionales porque si bien es cierto que en ocasiones se ven superados por la escasez de recursos, no deben olvidar el mazazo emocional que significa para un paciente el diagnóstico de una enfermedad que hoy por hoy no tiene cura (aunque hay medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas y. en algunos casos más avanzados, se puede recurrir a la cirugía). «Me recetó las pastillas y ya está». La segunda consulta que era para hacer seguimiento no la tuve hasta siete meses después y cuando me estaba atendiendo me dijo que tenía que ir más rapidito porque solo tenía 15 minutos». Uno de los pocos momentos en los que este paciente y su médico coincidieron fue cuando la doctora le dijo que iba a derivarlo a otro especialista. Entonces Estrada confirmó: «No hace falta que me derive ya me marcho yo». Tras el desafortunado encuentro, la mujer de Alberto escribió a la Junta y tras ser recibido en el Parlamento por la consejera de Salud andaluza, en menos de una semana tenía cita en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

El Parkinson es una enfermedad en la que hay que estar muy fuerte mentalmente y hay que mantenerse activo. «Yo me estaba preparando una ultramaratón de 56 kilómetros en la Sierra de Ronda cuando me diagnosticaron. Estaba psicológicamente hundido y pensé que no estaba en condiciones de afrontar una carrera así». Entonces fue su mujer Ana y sus niños los que evitaron que se derrumbase. «Es una mujer excepcional, sabe comprenderme y le contó a los niños la nueva situación como un cuento para que lo entendieran. Ellos son mi soporte y me empujaron para hacer la carrera porque sabían mejor que yo que era importante. Salí a correr, quedé quinto en la general y marqué un gran registro. Fue un subidón mental y físico y a partir de ahí el deporte se hizo aún más esencial en mi vida», explica.

Alberto se está preparando para el Ultra Trail 100 Millas Sierras del Bandolero de Prado del Rey que se celebrará en marzo. «Es un gran reto de 160 kilómetros pero puede ser una ventana muy grande para darle visibilidad a la enfermedad», comenta entusiasmado mientras deja caer que también tiene el foco puesto en la Titan Desert de Marruecos. Y es que «hay muchos aspectos de la enfermedad por los hay que luchar. Desde los tiempos de espera en la Seguridad Social, hasta el trato de los especialistas o de los tribunales médicos que te valoran para la incapacidad».

Cuenta Alberto que para él fue muy revelador y útil el Congreso Mundial del Parkinson de Barcelona que se celebró a principios del mes de julio. El chiclanero asistió a las charlas y conferencias después de participar en un reto de más de 350 kilómetros en bicicleta organizado por la asociación ‘Con P de Parkinson’, un movimiento de mujeres jóvenes con enfermedad de Parkinson que se han unido para compartir su experiencia. «Ha sido muy positivo. He aprendido que la unión hace la fuerza y lo importante que es el equipo. Por eso creo que cuando más gente conozca la enfermedad más cosas se pueden conseguir».

Fiel a ese espíritu divulgador, el gaditano relata cómo afronta el día a día la enfermedad en ‘A mi manera con el Sr. Parkinson’. «Mi experiencia puede ayudar a otros como a mí me ha ayudado hablar con otras personas con Parkinson», concluye.

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