Adacca, 25 años de atención a Cádiz
Adacca cumple 25 años. Un cuarto de siglo. Su nacimiento coincide con el del milenio, y camina a la par de unos tiempos que evolucionan a una velocidad vertiginosa. Los tiempos y los problemas, y por tanto el esfuerzo para atajarlos. La Asociación de Daño Cerebral Adquirido de Cádiz ha crecido y en su camino ha ido hilando y forjando esa tela de araña que ahora es una estructura férrea para sus usuarios.
Entre los grandes hitos que se han ido logrando en estas dos décadas y media, destaca por supuesto el concierto de las plazas en su inmueble en la capital gaditana, más las que va sumando en el centro de Día de Chiclana, donde también han logrado levantar una residencia de atención completa durante 24 horas. Ahora, están a punto de inaugurar otro espacio en Algeciras, para atender a esos pacientes del Campo de Gibraltar que por momentos se han encontrado muy desasistidos. Con la mirada ya puesta en la Sierra para llegar hasta pequeños municipios con problemas de despoblación, y el reto de reactivar el servicio en Jerez en las próximas fechas, Adacca consigue coser esta provincia tan compleja y dispersa que necesita de su servicio, de su apoyo y de su cuidado.
Su presidenta, Ana María Pérez Vargas, ha podido no sólo ver el cambio, sino que ha impulsado ese motor. Se alegra de la consecución de las plazas concertadas, pues “no solamente se rehabilita esa aquella persona que tiene medios económicos, sino que cualquier usuario a través de esa plaza concertada por mediación de la Junta de Andalucía, tiene acceso a una rehabilitación digna”. El problema ahora es que no es suficiente, porque la demanda es intensamente superior a la oferta, y por ello es indispensable la ampliación, tanto físicamente (del edificio de Chiclana) como económicamente, con la concertación de más plazas para la residencia. “Ya estamos terminando la última fase, donde ampliaríamos plazas en unidad de día y en residencia. Y también ha salido la resolución del IRPF, así que tenemos para darle otro empujoncito a la obra, que esperamos ya poderla terminar el año que viene”.
Ana María resalta “el programa de atención a menores” en el que, a través de la Consejería de Inclusión Social y de la Federación Andaluza, “contamos con una subvención con la que atendemos a 40 menores con daño cerebral”. A su vez, en estos meses han puesto en marcha una plataforma virtual de daño cerebral para atender a las personas que están en la sierra de Cádiz, en el entorno rural, y que no pueden acceder a sus servicios por la distancia y el tiempo. “La tenemos durante 3 meses y contamos con profesionales nuestros y externos. Las familias o el afectado se podrán conectar y recibirán a través de la red online esa rehabilitación de fisioterapeuta, logopeda…”
Algo que hubiera resultado “impensable” hace 25 años, y que espera se alargue más de tres meses con el apoyo de la administración pública. Adacca está intentando dar ese paso definitivo a las zonas rurales, y habían reunido lo que llamaban ‘el equipo A’, un grupo multidisciplinar que se desplazaría dos o tres días a la semana a las poblaciones de la sierra. El logopeda, el neuropsicólogo, el fisioterapeuta, el terapeuta ocupacional, incluso cuidados de enfermería, todo a nivel presencial. “El Ministerio nos ha aceptado el proyecto, pero no ha llegado el dinero para nosotros. Un disgusto porque teníamos mucha esperanza, pero de momento el equipo A se va a tener que quedar en casa”.
En estos días cierran los últimos detalles de su esperada gala benéfica, con sus famosos Oscar, que este año se le entregan a Antonio Pedro Serrano ‘El Canijo’, la Asociación Carros de Fuego, doctor Marcelo Berthier (neurólogo especializado en afasia), Unidad de Ictus del Hospital Puerta del Mar y Alejandro Arévalo (nadador del Club Natación Adaptada Gades). El 22 de noviembre en la bodega Miguel Guerra de Chiclana. “Nos ayuda mucho sobre todo a visibilizar”.
Y es que, cada vez hay más demanda. “Cada vez hay más daño cerebral, hay más ictus. Y cada vez tenemos más llamadas, sobre todo para pedir residencia…”, destaca. “Han subido muchísimo los accidentes de tráfico y hay muchos jóvenes implicados”, apunta Ana María. Pero los ictus son los que crecen de manera exponencial. “Va aumentando, por el ritmo de vida, la longevidad, a veces son congénitos, otras veces el estrés, los malos hábitos, y también alguno porque te toca”. La sociedad sanitaria insiste en poner el foco sobre estos accidentes cardiovasculares y la necesidad de conocer sus síntomas para prevenirlos.
Para el futuro, desde Adacca imaginan este mismo paso de crecimiento y evolución, con la mirada puesta en Jerez y la Sierra. “Sobre todo, dar atención”, comenta su presidenta., “Seguir en la rehabilitación, seguir ayudando a las personas, seguir dando información y ampliando plazas, aunque tampoco podemos crecer mucho más si queremos dar un buen servicio”.
Y, tanto a nivel nacional como andaluz, seguir demandando “el código secundario al alta, para que si entras al hospital con un ictus o un accidente de tráfico, se reflejara como daño cerebral para tener un censo real de las personas”. También, por supuesto, el observatorio andaluz del daño cerebral, “donde de manera transversal se trabajara con la Consejería de Salud, con la de Igualdad, con Educación, para que todos fuéramos de la mano”. Retos que se quedan para los próximos años (tampoco tienen que pasar otros 25) porque, como se puede comprobar, esto no ha hecho más que empezar.
